¿a dónde me llevarías si te extiendo mi mano?
romance de advección,
¿debería dinamitar el pasado para celebrar este momento?
si construyo
la ofrenda
en forma
de casa
¿daría refugio?
hablo en broncoespasmos,
entre vigilias
dudo si quiero cantar tu nombre
o si golpearme el pecho
hasta escupirlo.
no sé que tan lejos iría
sin el deseo que me impulse
fuera del alcance de mis límites.
quisiera acercarlo todo
y quemarme en la inmensidad en un instante
ordenando sobre cada llama
para marcar el tiempo en el cual pellizcan
los músculos que contraen mi pecho
y extienden mi mano, pidiendo humildemente que me guíes.
¿a dónde vamos?
mi sangre confundida,
los caminos están por debajo de la tierra que queda entre las uñas de los inexpertos
que cabizbajos, solo me desean: "buen viaje y buena suerte".
no puedo crear belleza del fracaso, no puedo apretar las manos contra tu cara,
ni apoyar mi frente contra la tuya y quedarme en silencio
porque no vas a decirme nada
y no puedo malgastar más las palabras tuyas que invento para poder apoyar mi frente contra la tuya y quedarme en silencio, escuchándote.
no hay un sueño tal que vaya tan abajo como hacia donde me lleva el cuerpo
no recuerdo
más que ahora,
hoy y los autos frenando,
doliendo mis dientes intentan
no morder la lengua en la que guardo
lo que mas quiero.
mañana mientras las aves rapaces con sus garras chapoteen el agua tanteando el terreno,
los peces emergerán intrigados a ver que pasa
¿a qué sabe la primera bocanada de aire fresco?
arriba hay sombras,
¿qué serán?
acá siempre es tan oscuro.