incendios delicados son relicarios de bronce y cera
nuestras manos ayudan a evitar la extinción del calor
mientras este nos pellizca la punta de los dedos
la risa está ahí,
las lágrimas también
las palabras entremedio
y el silencio el día después
que sigue cayendo por mi pecho
desde hace ya tanto.
quiero cerrar mis ojos con tanta fuerza
para imprimir restos de tu cariño en mi mirada
y poder por siempre ver donde supieron estar tus ojos
¿estás viéndome ahora?
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