mi intimidad es pretérito,
¿cómo podría entonces yo decirle al recuerdo que no?
o me abro o me cierro.
la idea de resignificarme es solo otro adjetivo,
sinónimo, por demás.
-veinte formas distintas de nombrarme-
todas y cada una, gritando fastidio,
hambrientas de mí,
¿como podría entonces yo negarme al recuerdo?
si es lo único que sacia.
lunes, 29 de agosto de 2016
miércoles, 24 de agosto de 2016
Naturaleza Muerta
I
muestrario de uniones,
cuellos a los que no les llega el viento,
-bocas que no son-
íntimo caudal,
tacto tanto efímero como eterno,
recorriendo una piel alerta.
II
infidelidad de tierra muerta,
brote de mí.
-reseco cual tabaco-
mis raíces no afianzan,
tambaleo.
III
recomposición: verme bajo tu umbral.
recitado de letanías
-monólogo-
ay, mi vida,
eras.
yo no era sino ausencia.
IV
inviernos guillotinan girasoles,
el guardián ha huido.
noventa formas distintas de tener miedo.
V
en las venas, caos.
extractos de métrica acallada
alimentan las ansias que aguardan por enardecer,
en tus aguas, miedo,
hablan los ahogados.
-la tierra se levanta-
VI
un vértigo anímico,
una extremidad sin continuación,
un edificio sin calle bajo él en la cual estamparse,
un par de labios sin veneno.
un hueco en un corazón sin un nombre.
VII
¿y ahora, qué?
muestrario de uniones,
cuellos a los que no les llega el viento,
-bocas que no son-
íntimo caudal,
tacto tanto efímero como eterno,
recorriendo una piel alerta.
II
infidelidad de tierra muerta,
brote de mí.
-reseco cual tabaco-
mis raíces no afianzan,
tambaleo.
III
recomposición: verme bajo tu umbral.
recitado de letanías
-monólogo-
ay, mi vida,
eras.
yo no era sino ausencia.
IV
inviernos guillotinan girasoles,
el guardián ha huido.
noventa formas distintas de tener miedo.
V
en las venas, caos.
extractos de métrica acallada
alimentan las ansias que aguardan por enardecer,
en tus aguas, miedo,
hablan los ahogados.
-la tierra se levanta-
VI
un vértigo anímico,
una extremidad sin continuación,
un edificio sin calle bajo él en la cual estamparse,
un par de labios sin veneno.
un hueco en un corazón sin un nombre.
VII
¿y ahora, qué?
lunes, 22 de agosto de 2016
Talarme
mutilación (ola de)
arden mis tendones, gestando bocas sin huesos en mis tobillos,
rie el verdugo de óxido.
contemplación: todo fugándose.
fútiles articulaciones, tensionan fémures,
corazones contraen su individualidad,
escondiéndola,
arrodillando su cobardía.
[argh]
yuxtaposición nuestra,
tu seda junto a mi barro,
-elitismo barato-
vistiendo huesos ajenos,
sirviendo mi piel en porcelana
me siento tanto.
¡ja!
reversión,
mi piel ahora como crisálida extinta
¿mariposa? más bien polilla.
mis principios (alas si se quiere)
han de acarrearme, puesto mi vuelo está extinto
y mis pies se mofan de mi -les han crecido lenguas malditas-
[alpinismo horizontal]
me llueven vidrios con extractos de labios secos
¿es que nadie me distingue hundido, plano?
¿es que nunca nadie pensó quién viste al mármol?
-tu seda, mi barro-
¿es que en su egoísmo nadie pensó a quién sueña su piel?
(claro, que piel...
baldosas)
pero es que duermo bajo sus piezas cada noche,
es el cemento ya, la atadura de mis máculas dolidas,
descomposición de mi,
reinvención a partir de residuos
todo culmina en una obra,
el monumento a la vulgaridad que soy.
¿sabrán ellos que soy el fuego
dando albergue
a quienes no saben ver el sol?
(como podrían... si no pueden verme)
sus celebraciones, los presagios del dolor
danza-placebo.
¡ja! -reitero-
disfrútense esta noche,
ya mañana sus huellas en mi pecho, no dolerán tanto,
pero su corazón
los carcomerá a cada latido, osbstruyendo venas.
úlcera romántica, pulsando en su pecho idiota,
para que sus pulmones escupan mis cenizas
y vean el sol, para calcinarse
mitigando su egoísmo.
apaleando su violencia.
bleh,
arden mis tendones, gestando bocas sin huesos en mis tobillos,
rie el verdugo de óxido.
contemplación: todo fugándose.
fútiles articulaciones, tensionan fémures,
corazones contraen su individualidad,
escondiéndola,
arrodillando su cobardía.
[argh]
yuxtaposición nuestra,
tu seda junto a mi barro,
-elitismo barato-
vistiendo huesos ajenos,
sirviendo mi piel en porcelana
me siento tanto.
¡ja!
reversión,
mi piel ahora como crisálida extinta
¿mariposa? más bien polilla.
mis principios (alas si se quiere)
han de acarrearme, puesto mi vuelo está extinto
y mis pies se mofan de mi -les han crecido lenguas malditas-
[alpinismo horizontal]
me llueven vidrios con extractos de labios secos
¿es que nadie me distingue hundido, plano?
¿es que nunca nadie pensó quién viste al mármol?
-tu seda, mi barro-
¿es que en su egoísmo nadie pensó a quién sueña su piel?
(claro, que piel...
baldosas)
pero es que duermo bajo sus piezas cada noche,
es el cemento ya, la atadura de mis máculas dolidas,
descomposición de mi,
reinvención a partir de residuos
todo culmina en una obra,
el monumento a la vulgaridad que soy.
¿sabrán ellos que soy el fuego
dando albergue
a quienes no saben ver el sol?
(como podrían... si no pueden verme)
sus celebraciones, los presagios del dolor
danza-placebo.
¡ja! -reitero-
disfrútense esta noche,
ya mañana sus huellas en mi pecho, no dolerán tanto,
pero su corazón
los carcomerá a cada latido, osbstruyendo venas.
úlcera romántica, pulsando en su pecho idiota,
para que sus pulmones escupan mis cenizas
y vean el sol, para calcinarse
mitigando su egoísmo.
apaleando su violencia.
bleh,
domingo, 21 de agosto de 2016
Abandono de Persona/Omisión de Auxilio
planicie acongojada por miedo a la devastación (soy)
haciendas áridas -refugios míos, los árboles secos-
derrumban mares,
la sal espesa
persuade a mi piel para evaporarla,
mientras hago de mi espíritu, un orinal.
-rancio-
hago asco a la pigmentación,
mi hueco ha de ser sombra.
tierra húmeda, sinónimo de vida
es el fuego quien te vuelve eterno, sellándote
y es la finitud lo que pudre tus cimientos.
arquitectura en desuso,
un deshuesadero es mi alcoba,
carencia de músculo
mis sueños son una canilla que gotea a las cuatro de la madrugada
y gotea
y gotea
y no se detiene.
mi deseo es quien irgue el desastre,
yo solo prolongo esa tensión previa que late cual cadáver insepulto.
-desvistiéndome de rosas, llenándome de puás el cuerpo-
mi refugio ante mis causas es subterráneo,
mis manos cercenadas, cavan bajo un umbral,
esperando hallar una cuarta bisagra en la abertura de mi pecho débil
cuyo chirrido agriete mis dientes
así adormezco,
así destrozo mis labios,
haciéndome eco escapándose por las comisuras de los mismos,
llorándome, llorándose, como sea.
es que la ausencia mía es una impresión en la identidad
de las yemas de mis dedos fatigados,
ardidos por sostener sogas a modo de contrapeso,
para telones de teatros vacíos
cuyo único interprete era yo,
sobreviviendo.
es que verbalizo mi intermitencia, mi inminencia
que es este momento,
este instante,
esto que duele, que me duele,
que nos duele
a mi y a mi sombra
a mi y a mi cuerpo
a mi y a mi tierra
a mi y a mis dientes
a mi y a mis mares
a mi y a mi presencia.
mis deshechos,
hurgando en la cloaca que es mi alma
ahogándome de asco,
asco, asco, asco ascoascoasco
regurgito mis sobras
-mis sombras-
ni a la más mísera de las penas habré de seducir así
pues ¿quién me daría cobijo?
si habitarme a mi mismo, ampararme bajo una empatía artificial
incluso a mi me hastía.
no hay quien, ni donde, solo asco
asco y miedo
y mi cuerpo estampado ante un presente al que le es indiferente
si está o no,
es eso, quizás
¿estoy o no?
haciendas áridas -refugios míos, los árboles secos-
derrumban mares,
la sal espesa
persuade a mi piel para evaporarla,
mientras hago de mi espíritu, un orinal.
-rancio-
hago asco a la pigmentación,
mi hueco ha de ser sombra.
tierra húmeda, sinónimo de vida
es el fuego quien te vuelve eterno, sellándote
y es la finitud lo que pudre tus cimientos.
arquitectura en desuso,
un deshuesadero es mi alcoba,
carencia de músculo
mis sueños son una canilla que gotea a las cuatro de la madrugada
y gotea
y gotea
y no se detiene.
mi deseo es quien irgue el desastre,
yo solo prolongo esa tensión previa que late cual cadáver insepulto.
-desvistiéndome de rosas, llenándome de puás el cuerpo-
mi refugio ante mis causas es subterráneo,
mis manos cercenadas, cavan bajo un umbral,
esperando hallar una cuarta bisagra en la abertura de mi pecho débil
cuyo chirrido agriete mis dientes
así adormezco,
así destrozo mis labios,
haciéndome eco escapándose por las comisuras de los mismos,
llorándome, llorándose, como sea.
es que la ausencia mía es una impresión en la identidad
de las yemas de mis dedos fatigados,
ardidos por sostener sogas a modo de contrapeso,
para telones de teatros vacíos
cuyo único interprete era yo,
sobreviviendo.
es que verbalizo mi intermitencia, mi inminencia
que es este momento,
este instante,
esto que duele, que me duele,
que nos duele
a mi y a mi sombra
a mi y a mi cuerpo
a mi y a mi tierra
a mi y a mis dientes
a mi y a mis mares
a mi y a mi presencia.
mis deshechos,
hurgando en la cloaca que es mi alma
ahogándome de asco,
asco, asco, asco ascoascoasco
regurgito mis sobras
-mis sombras-
ni a la más mísera de las penas habré de seducir así
pues ¿quién me daría cobijo?
si habitarme a mi mismo, ampararme bajo una empatía artificial
incluso a mi me hastía.
no hay quien, ni donde, solo asco
asco y miedo
y mi cuerpo estampado ante un presente al que le es indiferente
si está o no,
es eso, quizás
¿estoy o no?
lunes, 8 de agosto de 2016
Extractos de Intimidades Ordenados de Manera Impar
I
disto de mi,
antecedo de mis verbos
¿en quién me prolongo?
¿bajo que velo me oculto?
de mi cuerpo brota un amargor
ergo,
me ahogo de desidia.
II
recamara de vientos fútiles,
dolor en mis aires
¿trascendencia?
mis palabras se diluyen en desagües
mi utopía edifica océanos efímeros,
mientras mi verdad
se va por el inodoro
III
íntima dolencia
mi obscenidad desangrándose
sobre altares de carbón.
muestrario de mí: intermitencia.
contraste en la suspensión de un cuerpo inmóvil
-naturaleza asesinada-
mis labios color índigo.
IV
intoxicas mi respiración con presencias tuyas,
aquel aire
no se inmuta de vos.
¿es tu ausencia, entonces, sinónimo de asfixia?
(que enfermizo)
-que idiota-
V
ahondan mis fallas,
todas mis virtudes vencidas,
pero aún vestido de error,
velando mi propia angustia,
imploro porque me inmortalicen de todas maneras,
puesto que si lo errático del ser
ha sabido perdurar desde sus inicios
¿por qué yo, un mero y simple hastío, no podría ser eterno?
VI
escenario maldito: mi carne conmoviéndose, descomponiéndose.
el sentir es por lo que somos instantes.
VII
[por favor, reinterpretar este silencio como aquello que queres escuchar y nadie te va a decir nunca]
disto de mi,
antecedo de mis verbos
¿en quién me prolongo?
¿bajo que velo me oculto?
de mi cuerpo brota un amargor
ergo,
me ahogo de desidia.
II
recamara de vientos fútiles,
dolor en mis aires
¿trascendencia?
mis palabras se diluyen en desagües
mi utopía edifica océanos efímeros,
mientras mi verdad
se va por el inodoro
III
íntima dolencia
mi obscenidad desangrándose
sobre altares de carbón.
muestrario de mí: intermitencia.
contraste en la suspensión de un cuerpo inmóvil
-naturaleza asesinada-
mis labios color índigo.
IV
intoxicas mi respiración con presencias tuyas,
aquel aire
no se inmuta de vos.
¿es tu ausencia, entonces, sinónimo de asfixia?
(que enfermizo)
-que idiota-
V
ahondan mis fallas,
todas mis virtudes vencidas,
pero aún vestido de error,
velando mi propia angustia,
imploro porque me inmortalicen de todas maneras,
puesto que si lo errático del ser
ha sabido perdurar desde sus inicios
¿por qué yo, un mero y simple hastío, no podría ser eterno?
VI
escenario maldito: mi carne conmoviéndose, descomponiéndose.
el sentir es por lo que somos instantes.
VII
[por favor, reinterpretar este silencio como aquello que queres escuchar y nadie te va a decir nunca]
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