una cabra
marcada para morir
(traduzco: una X en la frente, una soga en su cuello y los ojos vendados viendo (o no) como el sol se esconde bajo su párpado cercenado)
gime como última súplica.
yo solo la oigo.
ay, no sé.
¿la oigo yo solo? ¿o solo la oigo?
el fordismo es el más despiadado de los asesinos seriales, pienso
mientras mi plato hondo es féretro
y las pezuñas hirviendo, ofician como certificado de defunción.
claro que no temo por represalias divinas,
mi hambre feroz guarda el velo más respetuoso de todos.
me he comportado bien, ¿no cierto?
entonces,
¿por que duermo sin mostrar mi rostro?
así nadie puede enamorarse de mi mientras sueño.
¿y por qué los párpados pesan como el plomo?
hay pólvora naciendo por los restos de mi llanto
y mi parpadear, bajo esa lógica
te asesina veinte veces antes de verte, si quiera
ay, el astigmatismo.
no hay receta para ver, tampoco para mostrar mi rostro
y es que, ay, tragué litros y litros de insecticida,
me exfolié con glifosato
y dormí sobre una caldera de cera.
pero aun me siguen mordiendo en las mismas heridas,
polillas de dos cabezas y cucarachas sin antenas,
aquellas que no saben más que de la soledad,
hurgan lo único que puedo llamar realmente mío.
los amparo bajo un ala que es carencia,
que son mis sobras
me erosionan,
adentrándose por las grietas de mi piel reseca
(cada vez mas prominentes)
mientras se cuelgan de mis pestañas como si fuera un balneario,
y yo lloro,
pero juro llorar tanto, que
que
que es que la miopía
ay ¡las migrañas!
y un hueco que crece en el hueso de mi mandíbula inferior,
y mi corazón, la guarida de la vergüenza,
que guarda un rencor infinito.
pero me he comportado bien, ¿no cierto?
¿entonces me regalaran una noche sin dormir?
una noche en donde mi espalda no se raje
y el vinagre no caiga sobre ella
mientras el cuarto de mis padres explota.
solo pido no ser cirujano, asistente, anestesista y paciente al mismo tiempo.
hay una paloma decapitada a mis pies,
no tiene marcas en su pecho, ni en sus patas, ni una soga atada al cuello, ni una cuchilla clavada al pico,
tampoco dicen nada quienes la descomponen.
a lo mejor fue prematura su partida,
pasa que en este barrio pasan estas cosas ¿viste?
son todos unos hijos de puta, pero la cosa viene así de hace rato, eh, no es cosa de ahora, no te creas ese verso
¿y que le vas a hacer?
ráfagas de ciento treinta y cuatro kilómetros por segundo que hacen volar de nuevo a los restos de susodicha paloma,
mientras las larvas llueven sobre la gente mediocre
y así, todo empapado, entiendo que todavía hay esperanza.
según la frenología cuento con la curvatura craneal de una decepción,
de un huérfano o de una simulación estándar de un sistema de computación anacrónico.
la posibilidad de elegir es lo que construye las bases de una democracia sólida
yo no elijo no tener rostro,
pero soy fiel creyente que dar lo que uno no tiene
te hace mejor que los demás.
y es que me he comportado bien ¿no cierto?
dios, pero que a veces realmente se torna demasiado complejo
y aburrido
escribir los mismos eufemismos para decir que me estan devorando el rostro
para decir que mi mandíbula cuelga de una ínfima fila de dientes podridos
que mi ventana siempre está abierta
pero que no importa, no importa en lo absoluto porque el sol ya no quiere verme,
que el taparollos de mi persiana está infestado de vagabundos que han cortado el cordon de susodicha persiana para cubrirse los ojos y no ver la miseria que los rodea
y que duermo con la cabeza bajo susodicha persiana con la esperanza de que caiga y me degolle mientras veo como se pelean dos perros callejeros famélicos por las cinco crías de un gata atropellada
y para decir que es todo lo mismo
ya sea la venus de milo desnudada por sus propias manos
o cristo lamentándose por no haber cargado una cruz mas grande
dios (¡ja! que ocurrencia)
mi ropa toda devorada guarda el nombre de quienes me han hecho esto
mi mirada es un escuadrón de fusilamiento
me veo tanto
me veo tanto
me veo tanto
devoro mi almohada de la impotencia que es verme,
que es no verme
que es querer tanto y detestar tanto
y aburrirse de todo
de decir siempre lo mismo,
de lo aburrido que es es decir
que ya no puedo
y que si lo sigo haciendo
es solo por la esperanza, por las sanguijuelas que me chupan los órganos, por los desamparados que me comen el rostro
por marcarme la frente con una X
por ponerme una soga en el cuello
por tragarme un calibre que tenga el número impar
por mis ojos vendados viendo al sol que no quiere verme (el valor de la auto-determinación)
y por no gemir,
por no gritar,
ni rogar
como última súplica.
lunes, 30 de octubre de 2017
martes, 17 de octubre de 2017
crónicas de náuseas náuticas
I
marea roja.
violencia para veteranos,
enfermedades para los niños
10 ml de ansiolíticos para los dependientes
medio litro de cloro para quienes tienen la garganta vírgen.
anuncios de fin del mundo para los que aun tienen fé,
el fin del mundo para quien lo necesite.
bodas para nihilistas,
la peste negra para los últimos románticos.
enfermedades para los niños
mutan
en violencia para veteranos.
desembarco,
marea roja
y pequeñas olas que arrastran dientes desnudos, inmaculados
rabiosos de bruxismo.
II
una gotera de agua estancada proveniente del piso de arriba
apuñala el óxido de la única olla que tengo.
una boca,
un sistema inmunológico defectuoso
y lo que ya no sé distinguir si es hambre.
semióticas de la cocina.
III
la prudencia de los labios sellados con nylon quemado
arde de urgencia,
la alarma de incendios
me despierta clavándome sus colmillos en el cuello
y mis vértebras
chillan como recién nacido.
índice de lo que recuerdo de las marcas en mi piel:
quemaduras de primer grado: miedo de que me olviden bajo un crucifijo.
(de) segundo grado: querer hacer amigos para evitar que me marginen y fracasar.
(de) tercer grado: prometer portarme bien.
(de) cuarto grado: jurar lealtad a la bandera, a pesar de no ser abanderado. (el primer fracaso)
¿como llegué acá?
las salidas de emergencia están asesiadas de angustia, ¿para que molestarse, ya?
07:48 AM
vuelvo a dormir.
IV
¿que me queda?
solo tengo un centenar de colillas bajo la lengua
y un cielo
del cual no tengo custodia.
V
primer acto, trescientos personajes, ciento cincuenta del lado izquierdo del escenario, ciento cincuenta del lado derecho. en el medio, un cuervo que lleva una veintena de días sin alimentarse y pedece al exacto momento que se levanta el telón. un hombre y una mujer, uno de cada lado, se acercan a la jaula y la abren, depositando una lata de sardinas con exactamente 4 lombrices cada uno. ambos, hombre y mujer, vuelven a sus respectivos puestos.
las lombrices empiezan a acercarse a la presa.
el lado izquierdo comienza:
"- lombrices de lo infame"
las lombrices no responden al llamado.
y el lado derecho responde:
"- no se alimenten del pasado"
las lombrices comienzan a devorar al ave.
ergo:
"- lombrices de lo infame"
"- no se alimenten del pasado"
"- lombrices de lo infame"
"- no se alimenten del pasado"
"- lombrices de lo infame"
"- no se alimenten del pasado"
"- lombrices de lo infame"
"- no se alimenten del pasado"
"- lombrices de lo infame"
"- no se alimenten del pasado"
el teatro vacío, con fecha de derrumbe para el mismo día del estreno de la obra, procede a caerse a pedazos. los obreros aplauden, conmovidos mientras el cuervo se aleja volando dejando caer lombrices decapitadas sobre calles vacías, mientras defeca sobre una de las cabezas de los proletarios.
la crítica destroza la obra.
VI
verdad cruel: todo es caída libre desde este punto.
VII
el cielo
no responde mis llamados.
prometo nunca regresar.
marea roja.
violencia para veteranos,
enfermedades para los niños
10 ml de ansiolíticos para los dependientes
medio litro de cloro para quienes tienen la garganta vírgen.
anuncios de fin del mundo para los que aun tienen fé,
el fin del mundo para quien lo necesite.
bodas para nihilistas,
la peste negra para los últimos románticos.
enfermedades para los niños
mutan
en violencia para veteranos.
desembarco,
marea roja
y pequeñas olas que arrastran dientes desnudos, inmaculados
rabiosos de bruxismo.
II
una gotera de agua estancada proveniente del piso de arriba
apuñala el óxido de la única olla que tengo.
una boca,
un sistema inmunológico defectuoso
y lo que ya no sé distinguir si es hambre.
semióticas de la cocina.
III
la prudencia de los labios sellados con nylon quemado
arde de urgencia,
la alarma de incendios
me despierta clavándome sus colmillos en el cuello
y mis vértebras
chillan como recién nacido.
índice de lo que recuerdo de las marcas en mi piel:
quemaduras de primer grado: miedo de que me olviden bajo un crucifijo.
(de) segundo grado: querer hacer amigos para evitar que me marginen y fracasar.
(de) tercer grado: prometer portarme bien.
(de) cuarto grado: jurar lealtad a la bandera, a pesar de no ser abanderado. (el primer fracaso)
¿como llegué acá?
las salidas de emergencia están asesiadas de angustia, ¿para que molestarse, ya?
07:48 AM
vuelvo a dormir.
IV
¿que me queda?
solo tengo un centenar de colillas bajo la lengua
y un cielo
del cual no tengo custodia.
V
primer acto, trescientos personajes, ciento cincuenta del lado izquierdo del escenario, ciento cincuenta del lado derecho. en el medio, un cuervo que lleva una veintena de días sin alimentarse y pedece al exacto momento que se levanta el telón. un hombre y una mujer, uno de cada lado, se acercan a la jaula y la abren, depositando una lata de sardinas con exactamente 4 lombrices cada uno. ambos, hombre y mujer, vuelven a sus respectivos puestos.
las lombrices empiezan a acercarse a la presa.
el lado izquierdo comienza:
"- lombrices de lo infame"
las lombrices no responden al llamado.
y el lado derecho responde:
"- no se alimenten del pasado"
las lombrices comienzan a devorar al ave.
ergo:
"- lombrices de lo infame"
"- no se alimenten del pasado"
"- lombrices de lo infame"
"- no se alimenten del pasado"
"- lombrices de lo infame"
"- no se alimenten del pasado"
"- lombrices de lo infame"
"- no se alimenten del pasado"
"- lombrices de lo infame"
"- no se alimenten del pasado"
el teatro vacío, con fecha de derrumbe para el mismo día del estreno de la obra, procede a caerse a pedazos. los obreros aplauden, conmovidos mientras el cuervo se aleja volando dejando caer lombrices decapitadas sobre calles vacías, mientras defeca sobre una de las cabezas de los proletarios.
la crítica destroza la obra.
VI
verdad cruel: todo es caída libre desde este punto.
VII
el cielo
no responde mis llamados.
prometo nunca regresar.
lunes, 9 de octubre de 2017
infección intrahospitalaria
I
pedir compasión/no inmutarse.
reivindicar/
o/
destruir/
lo que signifiqué.
II
anecdotario: caer en un aljibe y que los perros de búsqueda hayan sido sacrificados.
III
post-operatorio.
(estoy) conectado a teléfonos públicos descolgados,
que marcan la falta de pulso.
extraños hacen uso de la unión de mis brazos como parlante.
(todas) llamadas por cobrar
adeudo más de diez cifras-
-entonces-
hipoteco brazos, ojos, piernas,
cama, casa, perro,
carótida, páncreas
y medio riñon.
me enfermo de nuevo.
"la línea será re-establecida a la brevedad".
IV
escupo una pasta farmacológica
-en plural,
cadáveres-
sobre los restos de un altar marchito.
diagnóstico/recetario: cama ortopédica, en vez de usar sábanas, recurrir a la fosa séptica,
a la ciénaga, o a un pozo ciego.
"disculpe, ¿venden esto acá? no sé bien que dice, no leo"
V
extirpenle
el canto a los pájaros
y guardenlo bajo tierra.
así podrá crecer el árbol
que parirá con dolor la madera
para construir el arca
que usarán como trampolín
hacia el diluvio.
VI
anecdotario II: caminar de madrugada y levantar las manos ante el ruido del gatillo; estigmas de cortesía, o como actuar de jesucristo en una obra de una escuela primaria, apostólica y romana sin previo aviso.
VII
la horca
para
el
_ _ _ _ _ _ _ _
la guillotina
para
el
dego/llado.
¿quién se ríe de quién ahora?
pedir compasión/no inmutarse.
reivindicar/
o/
destruir/
lo que signifiqué.
II
anecdotario: caer en un aljibe y que los perros de búsqueda hayan sido sacrificados.
III
post-operatorio.
(estoy) conectado a teléfonos públicos descolgados,
que marcan la falta de pulso.
extraños hacen uso de la unión de mis brazos como parlante.
(todas) llamadas por cobrar
adeudo más de diez cifras-
-entonces-
hipoteco brazos, ojos, piernas,
cama, casa, perro,
carótida, páncreas
y medio riñon.
me enfermo de nuevo.
"la línea será re-establecida a la brevedad".
IV
escupo una pasta farmacológica
-en plural,
cadáveres-
sobre los restos de un altar marchito.
diagnóstico/recetario: cama ortopédica, en vez de usar sábanas, recurrir a la fosa séptica,
a la ciénaga, o a un pozo ciego.
"disculpe, ¿venden esto acá? no sé bien que dice, no leo"
V
extirpenle
el canto a los pájaros
y guardenlo bajo tierra.
así podrá crecer el árbol
que parirá con dolor la madera
para construir el arca
que usarán como trampolín
hacia el diluvio.
VI
anecdotario II: caminar de madrugada y levantar las manos ante el ruido del gatillo; estigmas de cortesía, o como actuar de jesucristo en una obra de una escuela primaria, apostólica y romana sin previo aviso.
VII
la horca
para
el
_ _ _ _ _ _ _ _
la guillotina
para
el
dego/llado.
¿quién se ríe de quién ahora?
lunes, 2 de octubre de 2017
liquidación por cierre
I
¿a dónde ver, ahora?
ya no puedo culpar a nadie.
mi silueta, dibujada en el paredón de fusilamiento
espera esposada,
la consagración de la primavera.
II
¿como no regalarme ante la fabulación?
si es lo único que me queda,
lo único que me dejaron.
III
murciélagos albinos
desgarran, culposos, los vientres de las polillas infantes.
el vestido,
su seda intacta.
la noche
muere de a ratos.
IV
no sé reconocerme ya,
con las pezuñas maternales clavadas en el pescuezo.
el nido, ya es hueco
y el fuego ha revestido mis cimientos a nada.
¿por qué traerme aquí haría diferencia alguna?
si jamás tuve intención de venir.
V
miedo número uno: si no hago pie, ¿como me sostengo?
VI
realización número uno: no lo hago.
VII
latidos de óxido caen
uno
a
uno sobre mi pecho inacabado.
mi esternón, que llora malherido,
me hace dar cuenta
que la costilla ha huído de mi corazón
y me ha atravesado la palma de la mano.
del jardín del edén,
me expulsan
no por pecador,
sino por ser infértil.
¿a dónde ver, ahora?
ya no puedo culpar a nadie.
mi silueta, dibujada en el paredón de fusilamiento
espera esposada,
la consagración de la primavera.
II
¿como no regalarme ante la fabulación?
si es lo único que me queda,
lo único que me dejaron.
III
murciélagos albinos
desgarran, culposos, los vientres de las polillas infantes.
el vestido,
su seda intacta.
la noche
muere de a ratos.
IV
no sé reconocerme ya,
con las pezuñas maternales clavadas en el pescuezo.
el nido, ya es hueco
y el fuego ha revestido mis cimientos a nada.
¿por qué traerme aquí haría diferencia alguna?
si jamás tuve intención de venir.
V
miedo número uno: si no hago pie, ¿como me sostengo?
VI
realización número uno: no lo hago.
VII
latidos de óxido caen
uno
a
uno sobre mi pecho inacabado.
mi esternón, que llora malherido,
me hace dar cuenta
que la costilla ha huído de mi corazón
y me ha atravesado la palma de la mano.
del jardín del edén,
me expulsan
no por pecador,
sino por ser infértil.
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