sábado, 14 de febrero de 2015

Una Noche Más

el sol clama,
silencio,
tus sueños;
se están por despertar,
y con ellos;
desadormecete,
ya;
tus ojos, vagos y aún medio dormidos,
junto con tu rostro;
escondidos se encuentran,
bajo un blanco absoluto,
que crea un gran contraste;
con todo lo demás, que puedo ver;
gesticula,
gestos,
casi siento como están,
y a la vez, como no;
ojalá pudieras ver,
como pequeñas ventanas,
decoran tu silueta,
iluminándose,
en sincronía;
con los tonos azulados,
de un cielo,
que ya quiere dejarse decaer,
ante la noche,
perpetua,
casi, como un momento,
casi, como el momento,
en el que tu voz algo parece murmurar,
el arte de la conversación
espero que no se haya de esfumar,
porque tan callada será ésta velada si no,
enséñame tus manos,
tus muñecas mismas,
son mas bellas que tus muñecas de trapo,
con las que siendo niña,
el tiempo solías pasar;
son anécdotas,
que ansioso algún día de tu voz,
espero escuchar;
atrapa una flor entre tus dedos,
y déjala, para que viva,
si no la primavera estará de luto,
las flores no van al hospital,
derrama sus pétalos en tu pecho,
respira,
y sé,
aquello que te plazca ser,
nadie vive, si no vive de aquello que le da placer,
conviértete en aire;
y sóplame contigo,
conviértete en tierra;
y de ti creceré como árbol,
creciendo mi follaje,
que te protegerá del sol
conviértete en fuego;
y me quemaré contigo
conviértete en agua,
y me ahogaré;
siente,
aproxima una mirada,
y has nacer una sonrisa,
una gesticulación,
algo que pueda sentir;
además del frío de ésta noche,
que poco a poco,
termina de erizar nuestra piel,
abrígate,
sé algo próximo al calor;
y de las gotas de esta  lluvia,
que diluirá el color,
de la noche,
protégete,
no te vayas a ahogar,
bebe de su agua,
bebe de ella,
porque la sed tan peligrosa,
tiende a secar;
un océano seré,
antes que sentir la aridez,
de la cual un desierto es digno,
escapemos en un charco,
que casi como un espejo,
enseña nuestro reflejo,
casi a modo de burla;
burlémonos de él,
ahogándonos los tobillos,
y arranquemos su espejo,
volviéndolo solo agua,
ya que tengo pensado,
de mis manos hacer nacer,
un cuarto lleno de reflejos solo para vos,
tus ventanas se iluminarán en él; 
y serás infinidad,
y aunque no lo veas,
yo si podré,
con mi voz,
narraré suceso a suceso,
y te regalaré la historia,
para que hagas lo que quieras con ella,
miente sobre lo que pasó,
poco a poco acariciarás la razón,
como las agujas de tu reloj,
que acarician los latidos de tu corazón,
que como trazos de un tiempo ya pasado,
se refugian en tu piel,
que con tus uñas,
abruptamente arrancas,
esperando tener uno, o dos latidos más
se refugian en tu piel;
en tus muñecas,
que tan bellas, me guían a tus manos;
ahora toma la mía,
y vayámonos;
encaminados hacia la incertidumbre,
porque la verdad,
es quien en verdad sos,
tu rostro aún no nace,
pero tal vez el mío pronto fallezca,
seremos un blanco cuasi-eterno,
y las ventanas iluminarán nuestras siluetas,
porque ya nuestras sombras,
están cansadas de reflejarse, 
dejemos a un lado esta noche,
y vayámonos,

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