me he visto caer
quemando mis encías de amargor,
-brotandosangre-
me he visto caer
enardeciendo mi piel contra la tierra,
despojándome del aire
que me acariciaba, que me apañaba
y que hoy incendia mi nuca
amordazando mi garganta, enmudeciéndome.
¡ja!
dolía
erosionar,
duele más aún (hoy)
ay, la ausencia en mí.
-reitero-
presencié,
como nunca creí poder estar presente,
el haberme ido.
el haberme visto caer,
caída en la cual aferrarme era anhelo
"¿de que mano, acaso, me sostengo?" gimoteaba
sin levantar un hombro,
ni levantar mirada.
me he visto, me veo, me veré caer
porque ¿qué mas podría hacer, acaso?
si el dolor migrando
deja al descubierto el vacío
que soy
porque ¿qué más podría ser, acaso?
¿un pedido de auxilio
al que nadie acuda?
un lamento
mi insaciable sed,
dosmilseiscientosdiecisiete pájaros pintando al cielo
lo que veo,
y yo
el desierto en que carroñan
No hay comentarios.:
Publicar un comentario