martes, 31 de enero de 2017

treinta y uno de enero

mi piel
arde

de valles grises que nacen en ella.

¿carne viva
o
carne muerta?

-lo que fuera-
quemaduras de primer grado.

no hay ciénaga
mas verdadera que el vientre,

o que el reloj dando las 4:48,

cuando despierto
con mi pulmón lleno de hollín y mi lengua muerta.

-intoxicación por inhalación de monóxido de carbono-

mis párpados sombreados
con color violeta

duelen como nunca.

-hematoma- 

débil, me quedo sordo reuniendo todo mi equilibrio,
para tomar un libro de la mesa

trato de atisbar algo entre mi dolor.

"una temporada en el infierno"

y siento, después de tanto
un rayo de esperanza

atravesando mi esternón

cual punzada retrayendo mi postura
de nuevo hacia el suelo,

para dormirme

sin apagar el caloventor.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario