auto-retrato
cianotipo de mi arquitectura
escupida de humedad.
azul, azul,
tanto quisiera cielo
un nombre
un cariño
o tener hombros para mantener mi cabeza erguida
y no hundida
entre tanto llanto
y sábana arrugada y colchón húmedo.
(quiero decir/digo/me gustaría que)
ya no me llames
me gustaría decir que ya no respondo a nada.
auto-compadecerse
en ese espejo
no sé verme.
azul, azul
tanto quisiera suelo
poder obedecer
trasgredir
u ofrecer mi corazón al musgo petrificado
de una piedra ya extinta.
abrazar a quien tiene frío
incendiar la piel
la mía,
la ajena
para no suscitar temor alguno
cuando aquel frío que cierra súbitamente mis venas al vacío,
hace caer mis labios
y me triza los ojos
me termine por partir el alma.
ahora,
roto, me digo
¿soy siquiera eco
de la barahúnda que me rodea?
nadie parece verme
¿mi rostro habrá sido mutilado por la espera?
¿será mi hueco en el pecho, ahora madriguera de ratas?
que crudo es el invierno.
mi carne es roble podrido
y no sé aferrarme
y no sé aferrarme
y no sé aferrarme
y todo el mundo ya me ha soltado
y quizás he perdido todo este tiempo buscando algo
o alguien
o lo que fuera.
me gustaría poder decir que ya no respondo a nada
me gustaría poder decir que ya no me llames
y que ya no respondo a nada
me gustaría poder aferrarme
a la idea
de que puedo aferrarme a algo
o a alguien
o a lo que fuera.
me gustaría saber verme en un espejo
y no siempre ver mi cuerpo de espaldas
ahogado en un suelo plagado de furia
me gustaría saber verme en el cielo
o en un suelo que no sea nocivo
y saber aferrarme
me gustaría saber aferrarme a un nombre
y a un cariño
y tener mi cabeza erguida
y alzar mi voz
diciendo que ya no me llames
que ya no respondo a nada
y que nada me remuerda, ni me carcoma,
ni me parta
ni me mate poco a poco,
después de eso.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario