jueves, 2 de marzo de 2017

lo que más me gustaría ser ahora sería alguien que no tenga miedo

el aire

lastima 
si no puedo tocarlo.

no sé, entonces,
si mis manos se alejan del principio

o yo me alejo de quién me acaricia
o me muerde
            o me deja solo, no más.

¿que es lo que alimenta la rabia que hay dentro mío?

o que al menos, yo llamo rabia
por no tener otro nombre con que concebir

a lo que no conozco.

(¡ja! la indiferencia)

hambre, necesidad
es lo mismo por la superficie, cuanto menos.

el vacío que resguarda mis costillas amarillentas,
casi pulverizadas,

podría hacerme 

tumbar 
ocho pisos de un solo grito

y que cada uno de ellos
me caiga encima

(definir: demolición planeada)

definir: urbanismo 

zona de plagas, digo

donde mi jardín,
 aquel que nunca estuvo

es ahora
(y como siempre) donde desahucio la poca vida

que siento que me queda.

ahí, 
cual stand by,

cual ruido blanco en la televisión de cualquier persona

que este llorando
o amando

o solamente oyendo la estática,
mientras observa la apariencia de esas larvas de la nada

que pululean, 
intentando carcomer el vidrio del aparato

con el afán de descomponer
el cuerpo de quién oficia de espectador.

¿qué inútil, no?

como aquel afán mío de des/componer/me

pero a ver:

soy arrecife de cólera
soy un pulmón
un corazón

y no estoy seguro si noche
o cama distendida

o el último cigarrillo de un muerto.

soy manos (si)
con el aire doliendo

esperando que alguien
 respire de mi mano

una caricia. 

pero a ver, de nuevo:

¿que inútil, no?

No hay comentarios.:

Publicar un comentario