me despierto
reconozco a los extraños,
pienso que he sobrevivido a la destrucción.
me veo
y otra vez me dormí vestido,
y otra vez hay niebla afuera.
por ahora todo va bien.
otra vez no me cambié de ropa
y otra vez la niebla me da miedo.
por ahora todo va bien.
-runtime err0r-
hoy me corté la mano.
no me dolió hasta después de algunas horas
cuando recordé que me la había cortado.
¿por qué me corté la mano?
nadie entra, ni sale de mi casa hace tres días.
mi mano derecha le pregunta a la palma de mi mano izquierda si estaría dispuesta a realizar una rueda de reconocimiento entre sospechosos.
me dice que teme por su familia, que es, curiosamente, la mano que la interroga.
ambas se funden en un abrazo,
la sangre seca se le queda pegada a la palma derecha.
llevar la herida del otro.
hay dos líneas en mi mano izquierda que se le agregaron a mis antiguas cuatro lineas que llevo desde mi nacimiento,
quizás yo realmente pueda decidir mi futuro,
si es que mi futuro ha de tratarse de auto-mutilación y ausencia de memoria.
de todas maneras, ¿qué mas da el futuro? si hoy no puedo salir a la calle, tampoco quiero.
la niebla me da miedo,
me hace vulnerable porque no puedo ver más allá de mis propios pasos
y me asusta tenerme de referencia a mi mismo.
la mano grita, ríe.
se ríe de mi.
y yo sé que lo merezco.
por ahora todo va bien.
ahora es de noche
y estoy alrededor de muchas personas que conozco,
que quiero,
pero aun así no me siento bien,
sé que no quiero estar acá
y es mi casa.
estoy escuchando anécdotas sobre accidentes viales que entreoigo por decisión propia.
no me interesan.
siento que la conversación cambia de tema cada vez que abro y cierro los ojos.
ah, debe tener implicancia la idea de la integración voluntaria como elemento base de la felicidad.
sé exactamente como estar donde no quiero.
abro los ojos.
los cierro.
estoy viendo como el mismo vino que me serví hace 20 minutos asesina a los dos cubos de hielo que le arrojé dentro para que mitigue el calor que significa mantener esa botella de vino al lado de un caloventor.
es invierno.
el frío sabe bien como doler.
y ahora estoy en instagram y debe significar algo que mencione instagram en una poesía porque detesto mencionar redes sociales o cosas por el estilo en las cosas que escribo,
pero debe significar algo porque estoy viendo los perfiles de mis ex-compañeros de secundaria y lo estoy escribiendo
y los estoy mirando
y no sé porque los estoy mirando,
pero pienso, dios,
realmente la secundaria deja secuelas.
leo cosas que no me interesan,
y no sé porque sigo leyendo, cuando realmente no lo estoy haciendo, no sé porque estoy haciendo esto.
siento que algo de todo esto está roto,
que algo no debería ser así.
no se siente fluido.
hay cortes.
como si realmente fueran importante las cuidadosas elecciones de palabras que uso.
como si no supiera hilar bien mis ideas.
como cuando sentís que te han desarmado y no te han re-ensamblado correctamente.
como cuando hay una pieza que falla (claro, acabo de decir que algo se sentía roto, idiota, pero no es tiempo de arrepentimientos)
como cuando hay cucarachas trepando tu brazo por no haber limpiado tu cocina por meses y sentis algo de calor en el abrazo de su seis patas.
está mal.
como cuando te despertás un día
y reconoces a los extraños
y pensas que has sobrevivido a la destrucción
aun sabiendo que no es así.
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