lunes, 22 de octubre de 2018

paraíso podredumbre

hoy
las puertas abiertas,
las ausencias permanecen

el gas de una hornalla cierra todas las ventanas,


  nadie pagó el cable, 

  los sillones le dan la espalda a la televisión 
a pesar de que nadie se sienta, ya.   

afuera, una montaña de bolsas de basura me prohíben bajo cualquier motivo ver el sol.


todo está tan frío.


los manteles corridos ocultan las patas rotas de una mesa,

 mientras que los platos caen en picada 
    antes de que esté servida la comida,

y nadie limpia

 y todo parece estar cada vez más lejos.

el calendario entero es una X

                  (xx/xx/xxxx)

marcar los días por sensaciones/analogías me parece una opción más viable, 

  hoy fue enojo
  hoy fue malinterpretación
  hoy fue quemarse las manos con una soga mientras caes y no podes aferrarte pero no tenes el valor de soltarte del todo
  hoy fue valentía
  hoy fue ahogarme en el agua del inodoro
  hoy fue el odio que le tengo a los números pares.

tengo al menos cincuenta azulejos en la zona de la ducha, aunque jamás terminé de 
contarlos porque no quiero pensar en que quizás, uno de ellos pueda caerse y romperse en pedacitos que no pueda agarrar y ya no haya esa cantidad de azulejos que alguna vez creí que era para siempre.

la ducha dispara ráfagas de aire que me aterran

por lo que espero que la corriente se normalice, viéndome al espejo

reproduciendo mi reflejo en mi mente, a la vez de que mi reflejo reproduce mi imagen 

                      retroalimentación.

bajo el agua

mis pelos se aferran a mis muñecas,
  me atan,  
y los quiebro, me libero
y caen.

pero tapan el desagüe de la bañera

 aquel que jamás me atreví a limpiar 
 y por lo que hoy el agua me llega hasta las rodillas.

todos estos años olvidé mantener una buena postura

  mi cama puede ser un pozo, o un montículo de ropa, según en que posición duerma.

todos estos años olvidé mantener un régimen de sueños que no me despertasen en el 
medio de la noche,
 si es siempre lo mismo:

estoy escondido bajo una mesa rota que partí a la mitad por accidente


y veo caminar, rodeando la mesa, a un par de pies que no me corresponden

                              (es ahí donde me recuerdo que nada es mío) 

y siento una respiración

 que se confunde con la mía 
  por lo que tomo aire y la contengo 
   pero no escucho nada más
    hasta exhalar de nuevo. 
   
y me siento chiquito
como si a cada momento me encogiese más y más

 y terminase tragando la tierra que los escarabajos que habitan en mi living se rehúsan a comer


los pies siguen acechando,

 pero nunca pasa nada 

y es en esa misma nada en la que me despierto.


es cuando todos están dormidos, 

que escucho todo en un silencio muerto

mi corazón bombeando sangre se oye como si constantemente tirase de la cadena del baño


y todo se inunda

y jamás saqué mis pelos del desagüe
y el agua me llega a las rodillas, ahogando hematomas

mis manos amordazadas de desesperación.


como si encendiese un cigarrillo y se quemara toda mi casa.


  las puertas abiertas,

  una corriente de aire que contamina todo de miedo 

y yo esperando el amanecer aferrado a la promesa de que mañana voy a dormir y voy a poder soñar algo verdaderamente hermoso.


hoy fue perder parte de un dedo por cerrar mal la puerta de un auto.


fotos de porcelana,
 mi rostro ausente

las manos transpiradas de esperar tanto algo que aun no sé bien que es


   mis ojos pidiendo perdón.

los tendones de mis manos cercenados,

  la sangre escapándose en cada movimiento. 

 todo va volviéndose paulatinamente más pálido.


las servilletas no absorben el dolor,

  todo termina por adquirir el color de óxido después de tiempo.

una obra en construcción irrumpe mis mañanas desde hace ya seis meses,


 mis brazos cargan con las paredes de mi casa cayéndose sobre ellos

   una sierra que corta mis esperanzas,
   con un ruido que aturde mi equilibrio.   
  
 hay golpes, fierros 
  siluetas que no reconozco, 

y un sol que quemaría mis ojos

todo por la mañana siempre solía estar tan brillante,


pero hoy

viendo entre la penumbra
me hace acordar a cuando a veces dormía en la habitación a la que nadie entraba en la casa de mis abuelos

la habitación mas fría, con los edredones molidos en polvo
 con daguerrotipos colgados de la pared como si fuesen advertencias de otro mundo

 con rostros mirandome,
  con libros que desafiaban mi presencia 
   con esa ausencia que me hace escuchar todo mas detenidamente

mis sueños ruidosos, 

  una obra en construcción en stand-by

todo se siente tan frío

todo se siente tan, pero tan lejano.

 hoy fue una pérdida de tiempo.


pero mis pies,

estos pies 

dibujados de vidrio, 

escupidos de espinas, 
infectados de clavos insalubres

son estos pies, míos.


son míos estos pies hundiéndose en lo más inhóspito con ninguna idea de salvación.

   
 es mía la respiración,
y a pesar de que el escondite nunca me pertenece,

 es mío el miedo.

hoy fue nadar en el medio del océano de noche y sin luna que me guíe. 


 ¿y mañana?


  xx/xx/xxxx

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