jueves, 23 de septiembre de 2021

las coordenadas del cuarto oscuro

no quiero volver a limpiar costras de ceniza del cenicero
de santa teresita 

mi abuela me va a preguntar de nuevo

ah, ¿seguís fumando?
¿cuántos estas fumando por día?
¿y cuando vas a dejar?

y yo le respondo
y abuela, no sé, estoy tratando de fumar menos.

cielos, nubarrones, lluvia diluyendo en el parque de enfrente. 

no es que no me dé cuenta de lo mal que me hace
el tabaco,
lo que pasa es que las cosas cobran otra nitidez.

frente a una conversación, el humo que escupo enaltece
mis palabras magras
y frente a eso
no hay

resistencia que pueda llegar a oponer cuando me dicen
cosas como 

che, ¿no tenes un cigarro?

en medio de la calle

yo
y la otra persona

pidiéndome un cigarrillo mientras mis labios tiemblan por solo acariciar el paquete en el bolsillo
mientras le ofrezco uno
y me dejo uno para mi.

sábado. 4am. no hay cuarto a donde ir y sigue lloviendo.
somos cinco personas en la vereda y frente a la ausencia de un paraguas
el razonamiento arma una cadena de pensamiento que finaliza con la siguiente
orden: ¿y si armamos un carpusa con el humo de nuestros puchos?

vetas grises que se cosen sobre la punta y dejan una cúpula
que deja el pelo seco
áspero

al tacto

y hay una vibración que quiebra el silencio
que proviene  desde mi bolsillo

¿hola abuela?

hola querido, ¿ya dejaste de fumar? 



Escrito con Palabra Hueca


¿puedo poner un tema?

la concepción de un auto es la invención de un accidente
la invención de un avión puede llegar a ser el punto
a parte de un siglo: pasos al costado
de la ruta
cargan el sonido de un cansancio liminal 

una nueva línea de fármacos indoloros,
exquisitos
al paladar más refinado

los vértices,
las aristas

siento que las formas no están respondiendo de la misma manera
a como lo hacían antes 

ventrilocuismo no-kinésico

un telón que descubre un sol cayéndose
al borde del mundo.

de coté llega y pegan los rayos de la mañana
6 am, frente a un río turbio, botellitas de plástico multicolor
juntan las algas que no se llevan los pescadores 

olor a sudestada directo desde abajo, sube y como una jalea invisible
se cuela en la ventana de un piso 20.

¿han mirado los otros los pechos resplandecientes de amor?

las miradas caen cuando cae la noche y no hay nada
que podamos hacer para evitar tal sentimiento 

remordimientos al por mayor
en el bar de turno

el monoambiente
el ciberespacio

la infinidad de la estadía
la presencia presenta valor agregado

dos líneas
para dos personas,
pero un quiebre en la forma

obliga a un grupo de intelectuales a re-escribir sus argumentos.

miren la luz, mírenla blanca
tildada la computadora espera el próximo turno en una pieza sucia y descascada 

¿qué dicen de la juventud mis posters
despegándose  en verano por la humedad?

¿cuánta resonancia hay en mi cuerpos cuando se agrieta?

veo el tanque cisterna verter su agua fuera de sí y no hay mucho
que pueda hacer. 

la música ayuda a la métrica
la corrección resulta ineludible

hay un día que está por venir
dentro  de tres minutos
  y la cotidianeidad
me sigue costando  

quiero hacer una  pregunta
pero no  quiero tener una  respuesta



...




Escrito con Palabra Hueca

lunes, 20 de septiembre de 2021

la coronación postergada

la desintegración del imperio
deja en la tierra
la herida

de una sangría demográfica.

la mudanza es eufemismo
para el exilio.

en un puerto donde desemboca el mundo

se anidan decenas de miles
de sogas
atadas a cinturas anónimas

que no quieren perder el camino de regreso.

la fricción de cuerpos en conflicto
por el pavor
y la prisa.

un fuego invisible que abraza multitudes
hacinadas 

mientras hilos de mármol
someten
a quienes se atreven a ser aún

testigos de la belleza.

un corcel petrificado,
teatralización de lo que se ha perdido.

la
victoria
mutilada.

(de nuevo,
la palabra)

un pedido de auxilio: reparar aquello que no sea auténtico.

algo se pierde en  la distancia
que obliga a aplazar el día de la fecha.

ah, si.

ángeles
moscovitas
caídos,
fracturados.

liceo soviético
no-canónico.

la curiosidad en  la forma
en que operan
los mecanismos

suele disparar

una agresión
indiscriminada.

la mutilación/ los mutilados

las cartas de los muertos
para los muertos.

las voces de los vivos,
también para los muertos.

las palabras,
¿acaso son insuficientes? 

mis manos camuflan una sensación incierta,
poco sensible a los estímulos de una hostilidad
que no cesa.

mi boca balbucea
frío
mientras que
de mis adentro brota un calor que no abriga.

de
nuevo:
las palabras,
¿acaso son insuficientes? 

el eco avanza
por
las habitaciones fantasmas de edificaciones cercenadas

propias de una compresión urbana,
producto del diseño de interiores en tiempos post-humanos.

un pabellón aislado
donde las mentes se consumen
a puertas cerradas

anomalía
armónica.

allá afuera hay algo.

impresiones surrealistas de la ropa secándose en el tender
como medusas.

el mar permanece allá, donde no podemos tocarlo. 

miércoles, 8 de septiembre de 2021

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artesanías generadas por inteligencias artificiales

relieves del confort,
que como mapas topográficos,
aluden a lo indescifrable a primera vista.

la tierra tamizada (tomándola como principio arqueológico de localización)

dibuja
peligros futuros,
discursos obscenos
y rostros irreconocibles.

a saber:

suavidad,
cristo
regurgitado.

animal, velocidad, tesoro
báculo, mácula
virgen, aparición
la nada.

adentrándonos,
la exhibición de una modesta selección de comedias
donde
dos prensas hidráulicas
retienen las voluntades de quienes están presentes para el número final:

la petrificación del mensaje,
evidencias del un cyber-vandalismo con una tendencia exponencial a que suceda una crisis institucional.

el optimismo de la era digital dejado de lado en pos del cautiverio de la comunicación
como ejercicio de una crueldad propia de los tiempos que corren.

la condena irrevocable
del deber de
perpetuar el retorno
para asegurar mi permanencia.

el estado único del entendimiento donde pueda estar

con el sol marcando mi silueta,

y detrás 

un circo itinerante
incendiando pastizales
para no dejar rastros.

martes, 7 de septiembre de 2021

recopilación de estrategias de guerra obsoletas

 I

las técnicas
de  cesar
y desistir

eslabones de la gentileza
de quienes pregonan el derrotismo.

la redención,
no, la rendición
opera sin mediar las causas.

la planificación del desastre surge de forma espontánea.

los buenos modales no hacen distinción ante la catástrofe.

II

error: conexión fallida con la base de datos.

es posible que la base de datos esté sobrecargada, o bien, que no esté funcionando de manera correcta.

quien administra este sitio debería chequear que los detalles de la base de datos hayan sido correctamente especificados en la configuración.

III

presenciamos la delación de quienes atestiguaron
el hurto los íconos.

la preservación no ha sido tal en medio de una naturaleza salvaje.

ahora,
solamente
digitación taquigráfica

mediada por intérpretes
cuyos movimientos de muñeca son meticulosos, cuidados y ante todo,
precisos.

la voz rasposa como panal abandonado,
reseco

la ausencia de dulzura y sus implicaciones en las narraciones contemporáneas.

IV

el canto sagrado de las tuberías indican una baja presión en la residencia.

cucarachas infantes ofician de monaguillos
el comulgar, como el miedo,

transmitido a través de las antenas.

una ducha intermitente
intenta lavar mis pies de la culpa

en un acto más simbólico, que efectivo.

el dolor de la efervescencia en la llaga,
los buches de sal y sangre

los santuarios de la carne en el piletón.

una ofrenda que no es recibida por nadie,
un sacrificio que permanece en suspenso

y una profecía que no nos permite dormirnos por la noche.

V

manufacturación de nodos digitales para el auto-sabotaje/auto-suficiente del control de tráfico.

manuales de destrucción para las demoliciones no-planeadas.

la instrucción laboral
a través de capacitaciones para desplegar un pánico administrativo, tanto sistemático,
como eficaz

una diversificación en la visión de la eliminación de espacios verdes

urbanismos:
el concreto es el dios
de quienes viven bajo la calle.

ecos de una mala gestión de residuos

producen arcadas entre quienes se disfrazan de aristócratas
que habitan  el palacio de las ratas.

mezcladoras de hormigón como ayuda humanitaria de un engrudo bajo en calorías.

una  crítica que no es más
que concepciones sueltas
atomizadas hasta el punto de la ausencia de una voz,

la de aquel que ahora refunfuña por lo bajo, mientras todo lo que conoce va desprendiéndose de aquel cielo que alguna vez fue suyo.

VI

el despojo de quien otorga,
el favor hacia el más despiadado.

veinticuatro cartas que son intercambio del último romance alguna  vez registrado.

quiero poder decir que quiero,
como quiero también poder negarme.

la instrumentalización de la voluntad a merced de quienes no pueden verme
por no resultar necesario.

las hogueras
son inminentes

todo esto será polvo.

los hogares
son
...

VII

el descubrimiento de un cielo que aun permanece sobre nuestras cabezas
acarrea consigo una novedad insospechada: la parcialidad de la magia

y la obviedad primera: no hemos perdido lo que aun conservamos.


viernes, 3 de septiembre de 2021

corolarios de un mundo que va tragándonos desde adentro

fuente: cambria
tamaño: 11
interlineado: 1,5

línea 29, columna 21

mi rebelión personal es nunca comenzar por donde se me propone.

presionar cada tecla pesa lo mismo que empujar un martillo industrial a mano limpia
las palabras son esquivas cuando se está fuera de temporada,

casi como los balnearios.

ahora, no me refiero a esquivo en cuanto a la disponibilidad de los mismos,
sino en la eficacia de su goce.

hoy mismo estamos en la intersección invierno/primavera

ejemplificando: hoy es un día gris, hace frío, por ende, estoy vestido con pantalón largo y un buzo que me voy poniendo o sacando según demanden mis impulsos nerviosos para regular mi temperatura corporal.

la mayoría de la gente está en sus casas, hay quienes quizás están de vacaciones al otro lado del mundo, donde aún es verano (casi otoño), pero donde siguen habiendo días de calor, por lo que el sol sale

por lo que los balnearios, en ese caso, bien serían viables como opción para disfrutar unos días de tranquilidad.

si ahora mismo pusiese mis pies descalzos sobre agua que no esté previamente calentada como la de la ducha que me di hace unas horas, esos pies estarían entumecidos por el frío

y pecando de espectacularizar la idea de realizar actividades reservadas para cierta época del año a través de un pacto tácito y colectivo (como comer vitel toné, por ejemplo, nunca lo entendí, es una tradición, sí, pero que no supone un impedimento) esa agua fría (imagino) que entumecería mis pies, estaría estancada

¿por qué? porque cuestiono la idea de que haya personal pagado todo el año para hacer mantenimiento de un lugar al que nadie lo habita.

y también estaría sucia.

¿por qué? un poco siguiendo la misma lógica que el razonamiento de arriba, pero más que nada porque ayuda a la imagen mental que confeccioné yo mismo sobre la desolación.

después de esta seguidilla de palabras tengo los huesos de las manos pulverizados.

la mente se mantiene vibrando a la frecuencia de un tubo fluorescente, monótona e imperturbable.

pero aun hay
hambre dentro mío.

siento que quiero escribir sobre criaturas míticas contemporáneas e idear una suerte de epopeya del siglo XXI en donde quienes lean devoren frutos extintos para explotar aún mas el negocio de las añoranzas de un pasado por el cual creemos haber sentido cosas que hoy ya no sentimos, algo así como la demostración de muestras gratis de nostalgias elaboradas, empaquetadas y vendidas a través una gran estrategia de venta basada en pruebas y errores, elaborada por un gran humano que es una máquina meticulosamente elaborada a partir de miles de millones de engranajes de carne y hueso.

pienso,
ver mi lámpara desde abajo hace que parezca un huevo frito. línea 62 columna 81.

el trazo que antecede cada letra titila como un estómago que agita sus paredes tratando de atrapar mas comida para ser disuelta.

hay palabras que significan lo mismo, pero que crean una coyuntura temporal a partir de cual época pertenecen, o más bien, dejando de lado la pertenencia como verdad absoluta, en que punto del espacio-tiempo las ubicamos como mas propias basándonos en  las conductas de lenguaje de cada uno de esos puntos,

por ejemplo: quitar algo malo, deshacernos de lo nocivo, eliminar aquello que no se quiere tener.

a modo personal: pienso que purgar como término, es más propio de una edad antigua, medieval. como también creo que depurar, puede referirse a tiempos más contemporáneos, aun obviando la etimología de lo puro a la cual, personalmente, asocio a una concepción divina propia del catolicismo.

obviamente que estas dos palabras convergen en una misma definición, pero es en el imaginario que creé detrás de ellas a partir de un consumo de contenido irremediable y ya a este punto, irrefrenable, que se crean las asociaciones por las cuales yo y cada una de las personas de este planeta, contemplan y comprenden el mundo.

la purga es la caza de brujas, es deshacernos de los débiles en tiempos famélicos o de los enfermos en época de plaga

la depuración es limpiar programas de errores para que el usuario tenga una experiencia satisfactoria y continúe usando nuestros productos, obviamente elaborados por aquel gran humano que continúa siendo una máquina meticulosamente elaborada a partir de miles de millones de engranajes de carne y hueso.

ahora bien,

los hombros realizan un ejercicio cíclico para que merme el dolor punzante de los omóplatos, propios de una mala postura que es una constante y una sesión de sueño de unas escasas dos horas y media la cual me encantaría decir es inconsecuente a mis hábitos, pero que afirmar eso constituiría una mentira.

¿qué se sentirá vivir dentro de la caja de una guitarra?

por alguna razón creo que se trata de uno de mis sueños olvidados por la fugacidad de la focalización de la niñez.

siempre contemplé los lugares no-habitados como manifestaciones de un paraíso liminal, pero no contemplando la idea de paraíso bajo los cánones cristianos, tomando esas concepciones, sería mas bien un purgatorio: un lugar en el medio de la nada, donde no pasa nada.

también me llaman la atención las reacciones del cuerpo como punto de partida para alteraciones de la percepción: el estado febril como fenómeno de una poética histérica e incapaz.

una habitación a oscuras puede volverse un hangar frío y abandonado donde los conscriptos guardan raciones y que en este momento está oficiando de hospital ambulatorio para un único soldado herido, tapado con un paño húmedo que intenta inútilmente regular una temperatura corporal que comienza a derretir los vasos sanguíneos más cercanos a la punta de los dedos.

quizás todo sería más fácil dentro de la caja de una guitarra. 

con las cuerdas roídas por los callos de unos dedos hábiles, pero autoexigentes. con las clavijas marcadas por el paso del tiempo como peldaños de mármol pisados por una seguidilla de civilizaciones cayendo como piezas de dominó. en la caja de una guitarra en la cual reverbera un acorde disonante como muestrario de un arte aún no explorado que deja ambos oídos dañados e incapacitados a la par, con el objetivo de no tener preferencias.

la imposibilidad de mantenerse de pie, pero la fuerte convicción de balbucear incoherencias que no suponen, a primera instancia, una comunicación eficaz. el cuerpo desorientado no exige una gestión de daños, pues no está al tanto del daño latente que guardan sus alrededores.

debo estar en el punto exacto del desvanecimiento. 

tanto mi rostro, como aquellos ajenos, van mimetizándose en un paredón de televisores diminutos que reproducen veinticuatro/siete un circuito cerrado que se presenta como un panóptico desollado y exhibido para su venta libre e indiscriminada.

no hay prospecto en este caso, la intimidad se ve rodeada por un espacio público y colectivo que es amorfo y avanza tragándose todo lo que llegue a las comisuras de sus miles de bocas. la rendición como la última estrategia bélica del milenio por excelencia.

de repente todo el mundo está en mi habitación, a la vez que yo estoy en la habitación de todo el mundo.

la base de operaciones de un sentir que ya no es instintivo, ni visceral, sino que ha sido categorizado, recopilado, estudiado, re-categorizado y comprimido a una serie de cables y componentes donde llevo a cabo la irresponsable tarea de tipear este texto sin ningún tipo de reparo. como mencionado anteriormente, y ahora ejemplificando, también es donde me comunico, me entretengo, me entristezco, donde a veces me reprimo y a veces sobre-extiendo mis sentimientos ante un anonimato indiferente.

los feudos digitales continúan siendo loteados a cada segundo. ¿puede proclamarse como propio un lugar en la virtualidad? la tierra es finita (si cavamos unos pocos metros podríamos alcanzar el núcleo) lo demás, pareciera ser ajeno.

somos huéspedes de un hotel transitorio operado por nuestras faltas, nuestras penas y nuestros temores.

la traición de habernos fallado mutuamente es la carga que cada vez aplasta más nuestra columna y hace, al menos en lo personal, que tenga que realizar ejercicios cíclicos para que el dolor de los omóplatos pueda dejarme almorzar frente a una pantalla en blanco a la que voy pintando de negro con palabras, palabras, palabras y palabras.

lo que cazamos nos acecha. 

el pasado es el futuro mercantil donde se yuxtaponen (en mi caso) lo analógico de mis dedos pulverizados y lo digital de una pared infinita sobre la cual imprimo frustraciones,  siempre en el marco de una rabia controlada.

los neuro-erotismos propios de la época, el cuerpo encriptado y abonado para un consumo tanto lascivo, como masivo. los manifiestos son el eco de las  voces de quienes se paran arriba de un cajón de verduras en una plaza vacía.

¿qué es este dolor tan familiar, pero que a la vez se siente tan ajeno?

¿cualés son las instrucciones a seguir ahora que estamos a medio camino?

¿cómo amedrentar a los fantasmas que sientan las bases del presente?

¿quién replicará mis recuerdos una vez que ya no esté?

¿dónde está la tierra prometida?

tengo mis manos llenas de grasa por operar una maquinaria para la cual no tuve preparación alguna.

las palabras aún continúan siendo esquivas,
el sol ha salido a medias, pero sigue haciendo frío

mi alienación personal es terminar siempre por donde se supone.


jueves, 2 de septiembre de 2021

producción mecanizada de bacteriófagos para establecer un arma biológica de destrucción masiva

I

quisiera saber
si mi reflejo sigue ahí.

II

¿cómo seguir el rastro de la interpretación?

una figura en una pintura me da la espalda,

mientras un horizonte que nos pertenece por igual,
permanece inamovible.

las olas rompen al borde del precipicio

donde un grupo de atletas
realizan una formación de gimnasia artística

a modo de protesta fútil

contra la desestructuralización de lo que proclamábamos sagrado.

III

una
luz
dorada
regala visión eterna

con pequeñas notas de divinidad.

una
forjada
para ser escudo
contra el desamparo.

IV

la angustia hace eco hacia mis adentros.

las sombras
son partícipes de la estilización del fraude.

V

las coronas de los árboles deshechos

advierten la caída de la monarquía.

pero aun a pesar
del despojo de la identidad,

continúan llevando la carga 

de un orgullo real que enmascara la timidez de establecer contacto entre sí.

VI

antotipos
son la prueba

de la belleza como nutriente

de pequeños insectos

que terminarán por pudrir plantaciones enteras.

los platos vacíos,

afuera
una orquesta
pregona la caída del sol.

la mesa aún no esta puesta,

el colapso de la vida doméstica.

VII

la mutua decisión de tomar caminos que nunca se entrecruzan.

los pasos
de quienes venían por detrás

se escuchan cada vez más lejos.

el aislamiento por cuenta propia

y un cuerpo deshabitado
flotando en un lago de vidrio.

un corte indica hacia donde se dirige la corriente.

mil veces me pude ver con una sola mirada,

mil veces incompleto.