otra vez
ese sueño
en pleno verano
que borra los límites entre mi piel
y el sillón de cuero.
otra vez muerdo mis labios
para despegar de un tirón la gasa
de la sangre seca
y la sangre seca
de mi tobillo
y en el medio de la ruta
soy propiedad del viento
que podría llevarme lejos
si quisiera
y mi padre sigue avanzando sin ver atrás
y las lágrimas caen
en
los baberos de papel
con los que me vistieron sin que me diese cuenta
y que ahora van cercando mi cuello
cerrándose cada vez más
mientras oigo
el hervor de las remeras
y la palangana sedimentándose con la membrana de mi casa,
¿qué pensará mi madre de todo esto?
no hay sombra donde refugiarse,
otra vez.
y ahora
los caracoles que masacré cuando niño
vuelven a cobrarse venganza
y no sé como pedirles perdón
más que entregando mi cuerpo a las represalias
que sabía que llegarían,
pero
que ignoré
cuando era dios
de este patio
por la arrogancia
de haber creído
que no iba a haber
otro tiempo
más que aquel,
tan maravilloso.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario