el corazón informático late lejos
muy lejos
teclas, teclas, teclas: los ojos aberrantes
de un niño oculto en su conversación insomne.
palabras caen en el zig-zag distractivo
de una interfaz luminosa.
digo luces,
explotan
mi pupila es comida de microbios
quiero mi brazo alcanzar
lejos está
de nuevo
que vuelva
y me abrace otra vez.
un repiqueteo lento
beso despacio
mis venas que son cables
leo recto
miro fijo
huelo la fragancia que descansa
en el oído seco de la maquinaria.
mi cuerpo magenta
brilla, todo lo demás ¿qué importa?
el acople huele a óxido
un brazo plástico
pide enardecido
que le entreguen su orden
mientras el aceite acalla las voces de los transeúntes
y el eco de una mente motriz espera, otra vez, nuevamente,
espera.
¿adoro? no.
adoramos esas ramificaciones eléctricas
¿quisieran ellas venir?
un poco, algo
no tanto, ¿no?
¿220? ¿si?
la frecuencia no está bien, digo
es algo monótona, ¿no?
algo más
que venga algo más!
dame, dame, un tiro de ese cobre,
si la necesidad es ley, quiero
tocar el fin de este deseo.
algo que venga
algo que surja
algo que acrecente el ritmo.
escrito con palabrahueca