I
fracción de mi piel, impresa de nada
-vidrio destruido, sangre obscura-
mi tez disfrazada de noche.
II
hablo, ¡si, hablo!
pero ¿quien escucha?
¿quién ve mi voz acaso?
un nudo de sílabas probables: trago infinidad
vomito hilos de afonía.
III
no duele tanto ya
la indiferencia de mis sombras,
arde, en cambio, la luz,
como arde este silencio, que hurga en mi.
desnudo, ahí me encuentro,
donde ni la piel tiembla
con cada parte de mi, advirtiendo el peligro
emprendiendo fuga
-alejándose mis oestes a puntos inconexos-
despedazándome.
IV
seguridad de dejar de ser:
- si he de flotar, seré mil pequeñas partes retozando sobre un mismo charco -
- si me he de hundir, me hundiré como uno solo en el mar más negro -
V
por favor, no me dejen solo
¡no callen nunca!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario