I
me sueñan las hogueras
en las que me hundo siendo solamente un puñado de grillos.
mis abdómenes, carcomiéndose,
liberan el canto de la trágica ceniza que sepulta mis restos,
en la noche no soy nadie.
II
tu edad
la mía
¿que importan acaso?
si nada nos impide ser un recién nacido,
o un cadáver
III
una condensación artificial
solo trae una espera eterna por una lluvia
que jamás cae
IV
tantas veces me anticipé tanto a todo
que jamás llegué
en verdad
V
dicotomía: yo enfrentándome a la idea de hacerme frente a mi mismo
VI
siempre me pierdo
entre finitísimas cortezas muertas
por mi piel que apaga su brillo y no me guía.
mis venas heladas
me abrazan quemando mis vértebras
VII
me repito: en la noche no soy nadie.
martes, 29 de noviembre de 2016
lunes, 21 de noviembre de 2016
mi cerebro es un cenicero donde solo se apagan cigarrillos baratos
tantas veces
te vi
lejos de
todo.
¿a que te aferras acaso
entregándote a una desmantelación?
¿es tu brazo quien me aniquila la mandíbula
de un golpe tan preciso que
me confina a un silencio forzoso,
incómodo
y sombrío?
exiliándome en aquel
deshuesadero
donde habito,
donde me llamo con el nombre que siempre me quise dar
y nadie me dejo.
pero nada tan lejano a la libertad
tan solo placebo, ¡ja!
es mi voyeurismo la idea de la completa destrucción del todo,
sería la última de las bellezas
románticas ¿no cierto?.
mi estado material: incierto
-corrección-
mi estado material: en desuso
inmóvil, cual cacharro
cicatriza en mi el óxido de mi piel, falta de tersura
-confinado, lo dije ya-
toda lengua ajena a la mía
ejerce mecanismos musculares de
complejidad inexacta,
pero de severo tono (al menos a priori)
oración coral que es inentendible,
pero simula ser un saludo
entonces ¿quién es realmente el que habla?
si las sombras no responden a los trazos de mis heridas,
como mis heridas no responden a la luz del sol
y el sol no habla conmigo hace tanto
y mi boca desangrándose no puede gesticular un cariño hacia nadie
y es todo silencio
(y no se si hay alguien además realmente)
como
tantas veces
me vi
lejos
de todo.
de todos.
¿es complaciente confeccionar alguna fantasía urbana para resguardar mi soledad?
¿es complaciente idealizarse a la idea de ser mas que todos y menos que nadie?
no sé,
de un hachazo atravieso un umbral
que no me lleva a ningún lado
solo, inmóvil, mudo, seco
con mi boca hecha una lengua con siete dientes incrustados en mis nervios
sin destino, y sin guía que me haga soltar las garras
para volverme la carroña que agarre la carne podrida que dejé
o por el cuello, ahorque a algún roedor pequeño
e indefenso
como yo.
si, complaciente
¡ja!
te vi
lejos de
todo.
¿a que te aferras acaso
entregándote a una desmantelación?
¿es tu brazo quien me aniquila la mandíbula
de un golpe tan preciso que
me confina a un silencio forzoso,
incómodo
y sombrío?
exiliándome en aquel
deshuesadero
donde habito,
donde me llamo con el nombre que siempre me quise dar
y nadie me dejo.
pero nada tan lejano a la libertad
tan solo placebo, ¡ja!
es mi voyeurismo la idea de la completa destrucción del todo,
sería la última de las bellezas
románticas ¿no cierto?.
mi estado material: incierto
-corrección-
mi estado material: en desuso
inmóvil, cual cacharro
cicatriza en mi el óxido de mi piel, falta de tersura
-confinado, lo dije ya-
toda lengua ajena a la mía
ejerce mecanismos musculares de
complejidad inexacta,
pero de severo tono (al menos a priori)
oración coral que es inentendible,
pero simula ser un saludo
entonces ¿quién es realmente el que habla?
si las sombras no responden a los trazos de mis heridas,
como mis heridas no responden a la luz del sol
y el sol no habla conmigo hace tanto
y mi boca desangrándose no puede gesticular un cariño hacia nadie
y es todo silencio
(y no se si hay alguien además realmente)
como
tantas veces
me vi
lejos
de todo.
de todos.
¿es complaciente confeccionar alguna fantasía urbana para resguardar mi soledad?
¿es complaciente idealizarse a la idea de ser mas que todos y menos que nadie?
no sé,
de un hachazo atravieso un umbral
que no me lleva a ningún lado
solo, inmóvil, mudo, seco
con mi boca hecha una lengua con siete dientes incrustados en mis nervios
sin destino, y sin guía que me haga soltar las garras
para volverme la carroña que agarre la carne podrida que dejé
o por el cuello, ahorque a algún roedor pequeño
e indefenso
como yo.
si, complaciente
¡ja!
martes, 15 de noviembre de 2016
génesis anterior al éxodo de mi identidad
me deshago de mi origen,
extinguiéndome.
etéreo.
el eco merodeará en mis ruinas
recordándome quien fui,
o qué, acaso.
extinguiéndome.
etéreo.
el eco merodeará en mis ruinas
recordándome quien fui,
o qué, acaso.
reducción de daños
camino por un pasillo angosto donde solo yo quepo
-ataúdes sedientos de mi-
mi lecho es el frío que arde en las tundras
donde nadie me cobija.
mi voz murmurándose en mis adentros
me sentencia a muerte
antes de dormir.
¿quién quisiese acostarse conmigo
pudriéndome?
pero despierto, desvistiendo mi infancia
incompleta.
ese espacio en blanco: mi nombre o mi rostro, no sé.
solo se que se está solo, que estoy
sin nadie.
la palabra dice siempre memoria,
la espalda se arquea
cargando el peso
de mi ayer.
¿mañana qué, entonces?
-ataúdes sedientos de mi-
mi lecho es el frío que arde en las tundras
donde nadie me cobija.
mi voz murmurándose en mis adentros
me sentencia a muerte
antes de dormir.
¿quién quisiese acostarse conmigo
pudriéndome?
pero despierto, desvistiendo mi infancia
incompleta.
ese espacio en blanco: mi nombre o mi rostro, no sé.
solo se que se está solo, que estoy
sin nadie.
la palabra dice siempre memoria,
la espalda se arquea
cargando el peso
de mi ayer.
¿mañana qué, entonces?
lunes, 7 de noviembre de 2016
de aves y mandrágoras
a veces aves avanzan
arremetiendo ante abanicadas de furia que preceden a la noche.
ahora, estudio compositivo de quien enardece:
picotazo, picotazo, atisbo mínimo de una gota de sangre roja
y un ala maltrecha robando la flor mas hermosa de la primavera
que adornará su nido,
quizás con ella,
hogar que consigo se llevará la lluvia.
(desahucio)
y la tan dolida columna de la mandrágora
que grita su raíz ante lo tragicómico de la escena
y grita tanto que me nombra
ah, y se nombra, también
(¡es esa la emoción de la etimología!)
espejo, espejo, espejo
un marco roto
y un reflejo (triste)
embellecimiento de una procedencia,
al ir adornando mi pasado con más y más exageraciones
mi presente ya está viéndose muy pequeño
(y es que... ¡qué minúsculo que soy! ¿verdad?)
mi oficio primero,
haber nacido
mi cúspide, (también)
y desde entonces en picada
y en mi pico ni siquiera un trozo de carne podrida
solo tallos que ni siquiera guardan espinas
que me hagan sentir algo.
y oigo al bosque gritar, enardeciendo,
y hay algo que está pronto a extinguirse
y hay algo que está naciendo,
pero de momento no me interesa,
de momento el viento
es lo único que sopla
pero que no me mira, ni me toca
solo está.
y algo que me nombra, me posee y me dice
algo,
pero no entiendo bien qué.
a veces me hablan aquellas quienes gritaron
lo suficiente para dejarme mudo
para desnudar mis palabras y volverlas ruina,
tierra infértil,
como se diga.
y me hablan y yo las leo
y grito tanto, y tanto desde mi raíz
que me nombro
y parezco nombrar a alguien
que siento,
pero que no conozco.
(no iba a escribir nada más después de esto,
pero están pasando una bandada de cuervos cargando con la flor más hermosa que haya visto
ojalá no les pase nada con esta tormenta.)
arremetiendo ante abanicadas de furia que preceden a la noche.
ahora, estudio compositivo de quien enardece:
picotazo, picotazo, atisbo mínimo de una gota de sangre roja
y un ala maltrecha robando la flor mas hermosa de la primavera
que adornará su nido,
quizás con ella,
hogar que consigo se llevará la lluvia.
(desahucio)
y la tan dolida columna de la mandrágora
que grita su raíz ante lo tragicómico de la escena
y grita tanto que me nombra
ah, y se nombra, también
(¡es esa la emoción de la etimología!)
espejo, espejo, espejo
un marco roto
y un reflejo (triste)
embellecimiento de una procedencia,
al ir adornando mi pasado con más y más exageraciones
mi presente ya está viéndose muy pequeño
(y es que... ¡qué minúsculo que soy! ¿verdad?)
mi oficio primero,
haber nacido
mi cúspide, (también)
y desde entonces en picada
y en mi pico ni siquiera un trozo de carne podrida
solo tallos que ni siquiera guardan espinas
que me hagan sentir algo.
y oigo al bosque gritar, enardeciendo,
y hay algo que está pronto a extinguirse
y hay algo que está naciendo,
pero de momento no me interesa,
de momento el viento
es lo único que sopla
pero que no me mira, ni me toca
solo está.
y algo que me nombra, me posee y me dice
algo,
pero no entiendo bien qué.
a veces me hablan aquellas quienes gritaron
lo suficiente para dejarme mudo
para desnudar mis palabras y volverlas ruina,
tierra infértil,
como se diga.
y me hablan y yo las leo
y grito tanto, y tanto desde mi raíz
que me nombro
y parezco nombrar a alguien
que siento,
pero que no conozco.
(no iba a escribir nada más después de esto,
pero están pasando una bandada de cuervos cargando con la flor más hermosa que haya visto
ojalá no les pase nada con esta tormenta.)
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