martes, 29 de noviembre de 2016

cuando era niño no había nada que me hubiese gustado ser más que un bosque

I

me sueñan las hogueras
en las que me hundo siendo solamente un puñado de grillos.

mis abdómenes, carcomiéndose,
liberan el canto de la trágica ceniza que sepulta mis restos,

en la noche no soy nadie.

II

tu edad 
la mía

¿que importan acaso?

si nada nos impide ser un recién nacido,
o un cadáver

III 

una condensación artificial
solo trae una espera eterna por una lluvia

que jamás cae

IV

tantas veces me anticipé tanto a todo
que jamás llegué 

en verdad

V

dicotomía: yo enfrentándome a la idea de hacerme frente a mi mismo

VI

siempre me pierdo
entre finitísimas cortezas muertas

por mi piel que apaga su brillo y no me guía.

mis venas heladas
me abrazan quemando mis vértebras

VII

me repito: en la noche no soy nadie.

lunes, 21 de noviembre de 2016

mi cerebro es un cenicero donde solo se apagan cigarrillos baratos

tantas veces 
te vi

lejos de
todo.

¿a que te aferras acaso
entregándote a una desmantelación?

¿es tu brazo quien me aniquila la mandíbula
de un golpe tan preciso que 

me confina a un silencio forzoso,
incómodo
y sombrío?

exiliándome en aquel 

deshuesadero 
donde habito,

donde me llamo con el nombre que siempre me quise dar
y nadie me dejo.

pero nada tan lejano a la libertad
tan solo placebo, ¡ja!

es mi voyeurismo la idea de la completa destrucción del todo,

sería la última de las bellezas
románticas ¿no cierto?.

mi estado material: incierto 

-corrección-
mi estado material: en desuso 

inmóvil, cual cacharro
cicatriza en mi el óxido de mi piel, falta de tersura

-confinado, lo dije ya-

toda lengua ajena a la mía

ejerce mecanismos musculares de
complejidad inexacta,

pero de severo tono (al menos a priori)

oración coral que es inentendible, 
pero simula ser un saludo

entonces ¿quién es realmente el que habla?

si las sombras no responden a los trazos de mis heridas,
como mis heridas no responden a la luz del sol

y el sol no habla conmigo hace tanto
y mi boca desangrándose no puede gesticular un cariño hacia nadie

y es todo silencio

(y no se si hay alguien además realmente)

como 
tantas veces
me vi

lejos 
de todo.

de todos.

¿es complaciente confeccionar alguna fantasía urbana para resguardar mi soledad?
¿es complaciente idealizarse a la idea de ser mas que todos y menos que nadie?

no sé, 
de un hachazo atravieso un umbral
que no me lleva a ningún lado 

solo, inmóvil, mudo, seco
con mi boca hecha una lengua con siete dientes incrustados en mis nervios

sin destino, y sin guía que me haga soltar las garras
para volverme la carroña que agarre la carne podrida que dejé
o por el cuello, ahorque a algún roedor pequeño

e indefenso

como yo.

si, complaciente

¡ja!

martes, 15 de noviembre de 2016

génesis anterior al éxodo de mi identidad

me deshago de mi origen,
extinguiéndome.

etéreo.


el eco merodeará en mis ruinas

recordándome quien fui,

o qué, acaso.

reducción de daños

camino por un pasillo angosto donde solo yo quepo

-ataúdes sedientos de mi-

mi lecho es el frío que arde en las tundras
donde nadie me cobija.

mi voz murmurándose en mis adentros

me sentencia a muerte
antes de dormir.

¿quién quisiese acostarse conmigo
pudriéndome?

pero despierto, desvistiendo mi infancia 
incompleta.

ese espacio en blanco: mi nombre o mi rostro, no sé.

solo se que se está solo, que estoy
sin nadie.

la palabra dice siempre memoria,

la espalda se arquea

cargando el peso
de mi ayer.

¿mañana qué, entonces?

lunes, 7 de noviembre de 2016

de aves y mandrágoras

a veces aves avanzan 
arremetiendo ante abanicadas de furia que preceden a la noche.

ahora, estudio compositivo de quien enardece:


picotazo, picotazo, atisbo mínimo de una gota de sangre roja  

y un ala maltrecha robando la flor mas hermosa de la primavera 

que adornará su nido,
quizás con ella,


hogar que consigo se llevará la lluvia.


(desahucio)


y la tan dolida columna de la mandrágora 


que grita su raíz ante lo tragicómico de la escena

y grita tanto que me nombra
ah, y se nombra, también

(¡es esa la emoción de la etimología!)

espejo, espejo, espejo

un marco roto 
y un reflejo (triste)

embellecimiento de una procedencia,

al ir adornando mi pasado con más y más exageraciones

mi presente ya está viéndose muy pequeño


(y es que... ¡qué minúsculo que soy! ¿verdad?)


mi oficio primero,

haber nacido
mi cúspide, (también)

y desde entonces en picada


y en mi pico ni siquiera un trozo de carne podrida

solo tallos que ni siquiera guardan espinas

que me hagan sentir algo.


y oigo al bosque gritar, enardeciendo, 

y hay algo que está pronto a extinguirse

y hay algo que está naciendo,


pero de momento no me interesa, 


de momento el viento

es lo único que sopla

pero que no me mira, ni me toca


solo está.


y algo que me nombra, me posee y me dice


algo,

pero no entiendo bien qué.

a veces me hablan aquellas quienes gritaron 

lo suficiente para dejarme mudo

para desnudar mis palabras y volverlas ruina,

tierra infértil,

como se diga.


y me hablan y yo las leo


y grito tanto, y tanto desde mi raíz

que me nombro

y parezco nombrar a alguien


que siento,

pero que no conozco.



(no iba a escribir nada más después de esto,

pero están pasando una bandada de cuervos cargando con la flor más hermosa que haya visto

ojalá no les pase nada con esta tormenta.)