martes, 29 de noviembre de 2016

cuando era niño no había nada que me hubiese gustado ser más que un bosque

I

me sueñan las hogueras
en las que me hundo siendo solamente un puñado de grillos.

mis abdómenes, carcomiéndose,
liberan el canto de la trágica ceniza que sepulta mis restos,

en la noche no soy nadie.

II

tu edad 
la mía

¿que importan acaso?

si nada nos impide ser un recién nacido,
o un cadáver

III 

una condensación artificial
solo trae una espera eterna por una lluvia

que jamás cae

IV

tantas veces me anticipé tanto a todo
que jamás llegué 

en verdad

V

dicotomía: yo enfrentándome a la idea de hacerme frente a mi mismo

VI

siempre me pierdo
entre finitísimas cortezas muertas

por mi piel que apaga su brillo y no me guía.

mis venas heladas
me abrazan quemando mis vértebras

VII

me repito: en la noche no soy nadie.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario