martes, 4 de noviembre de 2014

Árbol.

refugiado;
dentro de un árbol.
veo;
a través de ranuras de su tronco
por las cual se filtra el viento
permitiéndome respirar.
veo;
las ramas que cobijan las hojas
que pronto se caerán;
tiñendo el suelo de verde;
de naranja;
de marrón;
de rojo;
de nada.
y veré;
como las ramas, ya desnudas;
concebirán a nuevas hojas.
y como las más viejas;
se quebrantarán.
viajaré por la tierra;
solo para ver como las raíces de éste árbol
se enredan,
entre sí.
para finalmente atarse al suelo.
y encontrar la tranquilidad.
para mostrar indiferencia;
ante las tormentas que antes;
lo podrían haber llegado a derribar.
atado, es más libre que todos,
mas que él,
más que ella,
más que yo.
porque así encuentra la seguridad;
que todos,
que él,
que ella,
que yo, tan desesperadamente,
tratan de buscar,
en el transcurso de esta vida.
atado al suelo,
el árbol es, y el árbol será.
atado al árbol,
yo soy, pero seré?
mi piel no es inmortal,
y si mis hojas se caen, no volverán a crecer.
mis raíces son inquietas,
no permanecerían atadas a un mismo lugar.
no doy sombra,
pero no me podría llegar a quemar.
solo me desvanecería;
pero en donde podría despertar?
eso me aterra;
a diferencia del árbol;
que ya atado, no conoce el temor.
y lo que es y siempre va a ser peor,
del árbol desearán siempre la madera,
desearán siempre su sombra,
desearán dedicarle una poesía o dos,
desearán ser el árbol,
desearán ser, por el árbol.
pero de mi;
nadie desea;
nadie desea mi piel;
nadie desea mis latidos;
nadie desea mis párpados;
nadie desea mi ser;
nadie desea ser por mi.
a diferencia del árbol, admirado, anhelado;
por el cual desean ser, y dejan ser;
por temor a lo que su tronco pueda decirles.
con indiferencia, a mi, me dejan ser;
pero soy como todos,
soy, para dejar de ser
vivo, para dejar de vivir,
florezco, para marchitarme;
soy una línea,
y todo me lleva a mi final;
a mi culminación.
me dejan ser,
pero soy,
solo para pudrirme.
tal vez, por eso soy,
dentro de este árbol.
la gente admira su exterior.
creyendo que su interior solo es madera.
pero es hueco,
es un vacío,
soy yo.
que con un afán de ser;
un poco más de lo que podría llegar a ser,
me refugié,
me escondí,
me escapé.
corrompí su interior, volviéndolo humano.
pero su superficie,
lo que para los demás representa,
sigue intacto.
vivo en lo que quiero ser.
pero no soy.
envidió sus hojas;
sus ramas,
su belleza,
sus raíces, que atadas a la tierra,
le aseguran ser;
casi por tiempo indefinido.
pero mis raíces, no tocan salvo lo superficial;
de este suelo.
no estoy atado,
y aún así libre;
me siento más aprisionado que nunca.



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