martes, 25 de noviembre de 2014

Caigo, después me ahogo

caí por accidente;
en un naufragio,
en el cual el barco estaba perdido,
estaba varado,
porque el agua del mar, 
se había secado;
hace ya tiempo atrás.
y sin saber que hacer,
caminé;
por el fondo del mar,
aguardaba por un rumbo;
que no me haga mirar atrás,
y la tierra no respondía mis preguntas,
solo se disipaba con ráfagas del viento;
que le susurraban a aquel polvo,
para que se aleje de mi.
como la tierra, muda
pretendía ser.
hablaba conmigo mismo,
para así poder escuchar mi voz;
y procurar que seguía ahí.
porque un mudo en el desierto, no conoce la cordura;
solo la extremidad de la insolación,
que no solo le bastaba con el agua del océano.
si no que quería secarme, a mi también.
seguí caminando;
por el fondo del mar,
aguardaba por un rumbo
que no me haga mirar atrás.
pero miraba,
cada vez un poco más.
desesperandome,
por no volver a aquel lugar,
al que muchos llamaban hogar.
no podía ya llorar.
no podía ya reír, no podía ya gritar.
los colores se habían extinguido,
y el panorama de sepia se pintó.
tierra, era lo único que veía.
y yo, era lo único que veía la tierra.
estábamos solos, 
y ella me ignoraba.
mi voz desaparecía;
mis cuerdas vocales se aflojaban.
secando mi garganta.
secándome.
quería correr, pero rendido, desistía;
pensaba que si llegaba hasta el horizonte,
tal vez, vea algo más en mi,
que un intento de huida.
pero, ¿que mas puedo ver en mi?
más que el miedo,
mas que tierra.
más que a mis dedos,
que se transformaban gradualmente en polvo.
hasta que los soplé.
y se desvanecieron.
ojalá hubiese sido un sueño.
ojalá hubiese sido real.
ojalá no hubiese sido tierra.
casi me había esfumado,
solo era un ojo.
todo lo demás había desaparecido.
no físicamente, 
solo no podía sentirme.
nunca pude expresar,
la impotencia de haberme perdido,
de haberme disipado,
de haberme desvanecido.
así que con mis últimas fuerzas,
comprimí mi lagrimal,
y lloré.
una gota.
que cayo a la tierra.
y ya estaba a punto de irme.
cuando otra cayó.
otra la siguió.
mi ojo ya podía ver bien;
como veía antes de secarse.
mis dedos volvieron a nacer.
y volví a sentirme.
pero siguieron cayendo gotas de mi.
un charco;
un arroyo;
un lago;
un río;
un mar;
un océano nació de mi.
el barco en el que caí,
volvió a naufragar en agua.
a mecerse por la corriente y el viento.
pero yo ya me había alejado de el.
y me habría alejado de la tierra, 
si yo no hubiese sido el océano,
en el cual me ahoge.
desaparecí;
ahogándome en mi mismo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario