inmensidades cortejan diálogos breves,
[palabra a la deriva]
deconstruyendo lo finito del decir,
haciendo que cuerpos (voces)
hagan letargo de su tiempo
y se adentren a buscar acuerdo
en mares de infinita incertidumbre;
[el diálogo pues así, es inmensidad ya
compartida entre dos lenguas]
pero al no haber otro con quien
descifrar una conversación,
es menester naufragar solo,
[aun si no se quiera]
(con la garganta llena de inquietudes y la voz sin buscar respuesta
uno puede volverse loco)
pero aunque tiendo a no evocar a la ilusión
cuando en soledad me encuentro,
me inquieta la idea de tu presencia,
aún si es meramente ilusoria
[discuto conmigo mismo]
me agota esta teatralidad verbal, ¿sabes?
¿y ahora por qué te quedaste sin decir nada?
¿ es que no estás más conmigo?
pues evidente es,
si ahora yo soy yo y también tengo que hacer
pretensión de tu persona
soy nuestro diálogo
soy nosotros dos;
¡piedad, por favor!
mi sien ya es un lamento,
y aún no has dicho nada
[ni has aparecido]
este diálogo no me ha llevado a ninguna parte,
no hay acuerdo ni discusión
palabras vacías, llorando por su falta de sentimiento
y yo llorando
y vos llorando, porque lloro yo
(aún te personifico)
¿te acordas cuando nuestras lenguas llegaron
al fondo de nuestro mar compartido
dándonos cuenta de que nos conocíamos?
ahora solo tengo en mi,
la idea de creer haberte conocido;
no seas para mi solo vestigio, por favor
[ruego]
no seas la voz que tanto anhelo oír de nuevo,
ojalá seas inmensidad donde quiera que estés;
sé, por favor, la infinidad
que corteje mis pocas palabras provenientes de mi corazón
sedúcelas
y hazme infinito, contigo
de nuevo,
No hay comentarios.:
Publicar un comentario