como rieles de un tren descarrilado.
demolición de lo que resta,
"aún no se tienen datos certeros en cuanto al número de víctimas" -oigo-
tengo que dejar de oír tanto ruido blanco -pienso-
la invención de fatalismos es tan irremediable
como hurgar ante el surgimiento de la carencia,
¿que es lo que estoy buscando, sino es una razón?
mis manos no saben no ponerse nerviosas,
torpes, se pisan, se ahogan
y solo logro a desmayarme, por su falta de perseverancia ante todo.
demolición de lo que resta,
yo despertando, soy las ruinas de una edificación vacía
y aunque no tengo un cielo arriba mío
se que si lo tuviese, no lo vería,
llovería
y entre la tierra mojada, hurgaría, tratando de encontrar
y reconocer mi cuerpo entre tantos
que hay.
ahora recibo yo mis faltas,
ahondando en la permanencia de mi sombra
que me insta a deshacerme de la furia que vuelco
sobre mi rostro
que se arrastra por los cerámicos que destruí de tanto dolor.
que me queman,
que me arden,
que me hieren.
traducción:
me hiero,
me quiebro.
lágrimas acaudaladas en un mingitorio,
a los mosquitos ahogándose,
que zumban cuales lámparas intermitentes
les ofrendo el filtro del cigarrillo que tardé en despedirme
a modo de corona de flores.
el baño se encuentra cerrado por duelo.
hay muerte ahí afuera,
(como aquí dentro también)
el aire, enfermo de violencia
espía por rendijas de vértebras arquitectónicas
a aquellos que no saben combatir al frío.
la lengua se cae a pedazos
de estar tanto tiempo amordazada ante un paladar al que todo le es indistinto,
ya sea caviar
o brea hirviendo.
sedimentación: la mirada estancada en mis pies descalzos.
tanto carbón han caminado
que ya han extinto al fuego, susurrando su verdadero nombre.
"hay muerte ahí afuera" - oigo
¿que más quiero desprender de mí?
soy solo una costilla acariciando una columna doblada,
entristecida, jorobada
cual violonchelo que chilla por sus huesos vencidos
MIS huesos vencidos -digo-
esta es mi carne, mi vacío
será mi derrota entonces, también,
solista de fatalidad.
demolición planeada: "el número de víctimas ha ascendido a los 243, continua la búsqueda de sobrevivientes" (eco)
la tentativa de decir siempre que no, nace con la urgencia.
¿para que buscar tanto? ¿quién necesita una razón? -digo-
los mosquitos que echan de menos mi piel
han muerto en vano,
no hay calidez en un abrazo que no se hunde en mi espalda y no me desarma
ni me hiere
ni me sana
ni me quiebra.
no hay un punto medio,
salvo aquello que se extingue con la bandera a media asta.
no quiero volver a verme, no quiero volver a destruirme del dolor.
"el edificio se encuentra cerrado por duelo"
cremación de lo que queda
y lo que queda
es solo el eco.
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