miro a la nada.
y esta es indiferente hacia mi.
hace tanto que la luz del velador esta prendida.
que su foco empieza a desgastarse.
intermitente.
prendiéndose y apagándose.
prendiéndose y apagándose.
pero en aquellos lapsos.
en que se encuentra encendido.
el cristal de mi ventana comienza a gritar.
polillas lo golpean, en un inutil intento de alcanzar su luz.
parecen embestirlo cada vez mas fuerte.
creyendo que su aleteo es capaz de desgarrar a un vidrio trizado.
pero no.
malgastan su corta existencia tratando de hallar aquella luz.
aquella que sus padres no pudieron alcanzar.
aquella que sus abuelos no pudieron alcanzar.
aquellas que sus bisabuelos, hace una semana atras, no pudieron alcanzar.
y quien soy yo para quebrantar una ilusion?
no respondo a sus golpes, para otorgarles el beneficio del intento.
y con eso, el beneficio de la duda.
que si su organismo se lo permitiese, se traduciria en un " y que tal si...?"
tan solo es cuestion de abrir la ventana.
y hacer que logren lo que parecen desear.
pero si las dejo, que mas habrían de hacer?
mas que posarse todo lo que resta de su vida en aquel foco caliente.
quemándose.
consumiéndose.
muriendo solo por el simple acto de alcanzar el placer.
quizas por eso no permito que llegen a mi velador.
o tal vez solo sea porque las polillas me dan asco
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