las luces que las estrellas emanaban, estaban esfumándose.
aquellas gotas individuales que yacían en el piso, estaban evaporándose.
por el calor que dio ayer el sol.
que hoy está apagándose.
rayo a rayo.
y aquellos cristales que dibujaban lineas en si mismos.
fragmentándose.
hoy son solo polvo.
pero el viento no va a aparecer.
como para barrerlos a otro lugar.
el viento va a aparecer.
solo cuando se le apetezca soplar.
mientras que deslizándose sobre la piel.
un leve soplido muere, que dejando caer una suave tela.
solo para que puediese conocer el piso.
desnudándose.
casi por completo.
su ropa ya no existía.
pero sus ojos seguían cubiertos.
aciegándose.
aquellos párpados egoístas.
solo querían admirar a las pupilas.
que aparte de ellos, solo un espejo pudo ver.
y mientras tan calmo pretendía ser el panorama.
fuera de mi mismo.
cegándose.
los ojos conocieron a los relámpagos que iluminaban un cielo oscuro.
que intentaban convertirlo una tarde cualquiera.
pero cuyo esfuerzo solo se volvía realidad por menos de un segundo.
y aturdiéndose.
el cielo dejó libre a los truenos.
solo para que pudieran ser.
e inundándose.
las calles recibían a las gotas que el cielo dejó caer.
para que pudieran bailar.
para que pudieran danzar hasta el amanecer.
atormentándonos.
atormentándose.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario