martes, 20 de enero de 2015

En una playa, el viento sabe soplar

delimita con tu mirada;
el trayecto de los pasos,
que tan incansablemente, caminó la nada,
ve como a lo lejos,
un navío se escapa del muelle que lo vio nacer;
siente, como nada es para siempre,
como tampoco, la nada lo es,
porque el arduo trabajo que ella se tomó;
será olvidado por el viento,
será llevado a otro lugar,
permanecerá, como un recuerdo,
en vos,
siente, como el navío huye,
desesperadamente, mar allá,
báñate en las olas que deja,
explora, las cicatrices, que deja en el agua,
y ve al fondo del océano, un poco más,
a ver si la barca olvidó su ancla,
con el afán de zarpar,
y nunca dejar de navegar;
observa, como los marineros comentan su partida,
como las viejas maderas del muelle,
crujen,
como casi, puede sentirse su putrefacción;
admira los colores grises,
que crean contraste con el azul, casi violeta, del mar;
y pregúntate,
¿que habrá más allá?
el viento lo mueve todo,
el viento todo lo hace olvidar;
si no sería por tu cabello,
el viento habría de borrar tus memorias;
pero no hay de que temer,
las bruscas brisas del aire, no vienen malintencionadas,
nunca lo hacen,
solo buscan un refugio,
en un lugar un poco menos hostil,
en esta playa,
donde solo yace el olvido,
donde decae el recuerdo,
y el presente parece no existir,
segundos que se disfrazan de eternidades,
un lugar que el sol parece haber olvidado,
hace ya tiempo atrás,
pero no hay de que temer,
recuesta tus cabellos en la arena,
y cierra ya esos ojos, que tan cansados están de mirar,
siente las olas que atraen sal a la tan amarga costa,
donde te encuentras;
escucha, como personas caminan paso tras paso detrás de ti,
sé que como yo, puedes sentirlos caminar con las cabezas mirando la arena,
por más de que no puedas verlos,
sé que como yo, preferís recordar,
sé que como yo, por desgracia, no sabes que;
sé que hasta que duermas,
tendrás en tu cabeza,
la imagen del navío, besando el horizonte,
mientras tus pies, besaban la arena en la cual ahora te encontras rescostada,
lo sé,
lo sabes,
y sé que tu memoria se irá desprendiendo de tu ser,
sé que podrás sentir como si pudieses agarrar un recuerdo en tus manos,
en tus tan delicadas manos,
y hacer lo que quieras con él,
desvirtuarlo,
crear algo totalmente nuevo de él,
y al depositarlo otra vez en algún rincón de tu mente,
no lo sabrías,
pero si lo transformaste en algo bueno,
que seguro lo harás,
dibujarás una sonrisa,
que a decir verdad, es algo extraño por acá,
y al tener ese poder,
transformarás todo lo que solías recordar,
sonreirás,
pero ya no serás,
tu piel se caerá,
pero al tener tus ojos tan plácidamente cerrados,
no lo notaras,
te esfumarás,
ya no serás vos,
no serás algo visible,
no serás otra piel que pueda darme calor en invierno,
serás viento,
serás una brisa,
serás un huracán,
serás vos, pero en otra forma,
y notarás, al abrir tus ojos, que estos ya no están,
pero podrás ver de todos modos,
y verás tus ropas, tus cabellos, tendidos en la arena,
sin dueño,
no recordarás quien solías ser,
pero tendrás una extraña sensación de que eso te pertenece,
y buscarás refugio,
merodeando por los paisajes de aquella playa,
y llevarás tus ropas contigo,
para que dejen de ser;
solo estropajos tendidos en la playa,
para que puedas,
ser olvidada,
por vos misma;
y soplar, mar allá,
en busca de aquel navío,
que nunca, 
nunca podrás olvidar;
en busca del horizonte,
siempre,
mar allá.

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