lunes, 26 de enero de 2015

Querida

querida;
no le llores más a las páginas en blanco,
y no estrelles otra vez otro plato contra el suelo;
seca ya tus lágrimas y mira un rato al techo,
y piensa en lo que has hecho contigo esta noche,
y en que has hecho de esta noche para ti;
sé que no estoy cerca,
pero no creas que me alejo solo para no estar a tu lado,
solo es que ya no puedo oírte hablar,
bajo la cortina que crea tu llanto;
escondiéndote de mi,
y ahora, 
un recuerdo, parece sentirse más próximo que la realidad,
volveré esta noche a casa,
cuando dormida ya te encuentres,
y nos encontraremos,
sin vernos los rostros,
bajo ésta sábana que nos protege del invierno,
y tápate bien del frío, y del viento,
que nos encontraremos por la tarde,
a salir a caminar,
y no quiero que nos enfermemos;
no quiero vernos en cama, otro mes entero,
conservemos éste julio,
ya que perdimos aquel enero;
y querida;
no le llores más a la almohada,
y no quiebres tus sueños otra vez,
para llenar la cama de ilusiones rotas;
seca ya tus lágrimas y mira un rato al techo,
y piensa, en lo que has hecho con ellas esta noche,
y en que has hecho de ellas para ti;
sécate ya esas lágrimas,
que pronto será mañana,
y tenemos que salir a caminar,
y no quiero que te enfermes;
querida;
vuelve a soñar,
y vuelve a llorarle a la almohada, si quieres,
pero mientras tengamos otro despertar;
por la mañana,
bajo el cálido manto de ésta sábana,
que nos protege del invierno,
y ahora duerme y abrígate querida,
porque mañana hará mucho frío, y mucho viento;


No hay comentarios.:

Publicar un comentario