sábado, 23 de enero de 2016

Efímero Instante, Momento Eterno

desaté mi tempestad sobre vacíos de mi memoria,

me inundé de emoción
y agonicé de presencias;

drenaron todo aquello mis tristezas

pero seguía siempre lloviendo (en mí mismo),
evocando supuestos;

tanteé la evasión a los tiempos

[tanto pretérito,
como hoy y mañana]

y solo quedé con un instante,

instante efímero,
eternidad divina,

mi memoria era el vacío de mi tiempo 

y las miradas ensordecidas
eran espejos de mi rostro ,

retratos infinitos de la nada,

nada, ante la cual quedaba absorto,
perplejo de mi vida, cual nimiedad

manifestándose en cuerpos, albas y soles estáticos;

vida tan basta,
tan corta, tan decrepita e inmensa

vida tan basta,
(¡vida ya basta!)

[me abrumó mi infinidad]

y corrió brisa,

y luego movimiento infinito

y las miradas reflejando los rostros
que las acompañan

en mis ojos casi dormidos,

ignoraban que algo había ocurrido
en tan solo un instante,

claro que ellos tienen todo el tiempo del mundo, ¿no?

pues a mi,
ese instante jamás nadie podría quitármelo,

pero pues ahora,
soy silencio hecho vida

desatándose mi tempestad de nuevo,

me salva mi tristeza,

llorando un charco de pena,
que tal vez rebotará en algún auto viejo

o en la pelota de algún niño,

ojalá así sea,
no quiero sentirme tan vacío


No hay comentarios.:

Publicar un comentario