viernes, 8 de abril de 2016

Tormenta

la huida distanciándose 
¿quién sangra ahora?

si las tristezas son de todos;

[pero esto es mío]
no hay dimensión alguna para  aquello que hurga en la memoria,

solo copas y copas de vino agrio bajando por una garganta
cubierta de fuego,

se asimilan al recuerdo,

pero las supuestas evocaciones de ayer 
no son las mismas que estas que trato de evocar hoy:

contrayendo mis labios, aún inciertos de palabra
y más secos que la tierra por la que estoy nadando,

palabra por palabra

voy narrandoselás a la violencia que sumerge decenas de vidrios rotos
sobre estos océanos por los que nadan transéuntes cabizbajos;

y llueve hace tantos días
y yo que veo hacia abajo y sigo descalzo: ahora sé quien sangra, 

mi pie dando indicio de mi huida,

pintando mi sangre como la huella que me sale del ánima,
encadenada a la desolación,

que es esto que soy: solo, soy solo sangre
y esta tristeza (que es mía)

¿y quien sangra, entonces?

ciertamente se deshace mi recuerdo
por la agonía, que es eso que hurga mi pensar

ojalá no evoques tu dolor,
ni cortes tu piel con vidrios de días olvidados,

sé que sigue lloviendo

y yo, escapando de la distancia,
puedo llegar a decir esto, iluminado por este rayo que hace que tus ojos se cierren:

que esta huida soy yo: la tristeza que me desangra

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