viernes, 29 de enero de 2016

Ánimas de Vestigios Vertiginosos

atado a una mudez,
me abstengo de desanudar mi garganta

labio en cautiverio
[custodio el hilo que corroe mi carne]

y el silencio ya es inmensidad;

desvanezco en ausencia de ser,

ceniza
es mi piel ahora

[inmolándose entre cigarrillos apagados]

y pulmones resquebrajados,
y enfermos

se contaminan de lo que fui

¿y que seré?

ahora mi espacio es solo aire,
[solo es respiración]

aunque siento, 

al retornar en vértigos sobre otra piel,

sintiéndolos respirar
ese aire en llamas

que tanto extraño

[que tanto me pertenece]

sé que al fin y al cabo
nadie es tangible por mucho tiempo

pero mi garganta sigue atada

y quiero liberar
la palabra estancada en vibraciones silenciosa,

sé que no soy piel,
sé que no soy palabra, ni mirada

y apenas un sentir,

pero siempre se puede ser alma,

ánima
encadenada al recuerdo

lamentándose

y lamentándose del lamento

solo vértigo

[solo vértigo]

que soba otro tacto indiferente,
que vuelve

que vuelve a ser nada

solo vértigo

solo lamento,

solo ánima

[recuerdo]

lunes, 25 de enero de 2016

Vacíos

I

sobre los márgenes de mi cuerpo

aquellos, adyacentes a la nada
cómplices del vacío,

me escribo 
(y callo)

y me dejo leer
y me dejo decir

por otras voces apagándose
(que no son la mía)

II

creando mil abismos
asesino la fragilidad de la tierra

ya cuando todo esté vacío
e irremediablemente caiga en la gran nada que existirá

asesinaré,
por fin

la fragilidad de este cuerpo

III

interrogante,
silencio,

gesto que estalla en tensión

(y no soporta)
y rompe en llanto

respuesta (o idea de la misma)

puerta resquebrajando las bisagras oxidadas en tristeza

y sola

la tristeza con sus lágrimas

y la madera rota

sobre la cual llora
hasta pudrirla

IV

algún día volverás a ser
algún día volveremos a ser


espero;

sábado, 23 de enero de 2016

Efímero Instante, Momento Eterno

desaté mi tempestad sobre vacíos de mi memoria,

me inundé de emoción
y agonicé de presencias;

drenaron todo aquello mis tristezas

pero seguía siempre lloviendo (en mí mismo),
evocando supuestos;

tanteé la evasión a los tiempos

[tanto pretérito,
como hoy y mañana]

y solo quedé con un instante,

instante efímero,
eternidad divina,

mi memoria era el vacío de mi tiempo 

y las miradas ensordecidas
eran espejos de mi rostro ,

retratos infinitos de la nada,

nada, ante la cual quedaba absorto,
perplejo de mi vida, cual nimiedad

manifestándose en cuerpos, albas y soles estáticos;

vida tan basta,
tan corta, tan decrepita e inmensa

vida tan basta,
(¡vida ya basta!)

[me abrumó mi infinidad]

y corrió brisa,

y luego movimiento infinito

y las miradas reflejando los rostros
que las acompañan

en mis ojos casi dormidos,

ignoraban que algo había ocurrido
en tan solo un instante,

claro que ellos tienen todo el tiempo del mundo, ¿no?

pues a mi,
ese instante jamás nadie podría quitármelo,

pero pues ahora,
soy silencio hecho vida

desatándose mi tempestad de nuevo,

me salva mi tristeza,

llorando un charco de pena,
que tal vez rebotará en algún auto viejo

o en la pelota de algún niño,

ojalá así sea,
no quiero sentirme tan vacío


martes, 19 de enero de 2016

Residuos de Poética Crédula e Ilusa

Preludio de Negación (Urbanismo Decadente)

ni todos los bondis vomitando gente crédula,

ni toda la tinta escupida por plumas idiotas,

ni toda la tierra tragada por gargantas arenosas,

ni todos los silencios auto-destructivos 
resquebrajándose unos a otros,

ni toda la furia desencadenada 
en solo un punto varado en la nada,

ni todo el horizonte huyendo en puntos de fuga abstractos,

ni los latidos sordos de corazones recios
hechos migajas de pan duro,

ni el mármol de mi cocina estallando
al golpearle con mi corazón ,

ni todos los árboles de navidad muertos del mundo,

ni las llamas incendiándome (la casa),

ni mi mirada desvelada en pena,

ni todos los techos del mundo cayendo 
sobre la debilidad de un sentimiento,

ni el sentir, ni la idea del mismo

La Esencia (Hilo Guía de Palabras 
Atormentadas

van a poder quitarme la amargura de mi boca,
que cae adormecida

quemando cementos en un centenar de olvidos;

¿y que olvido puede tener mi memoria?

(si yo no soy 
mejor que nadie)

solo el tormento que caza mis estelas

y destruye mi cocina 
ese desastre que me da respiro;

y mi corazón existe

solo porque aún yo existo;

y mi casa arde

porque mi mirada ya no sueña

y la amargura no se quita
porque cae de a pedacitos de concreto;

y cae y sigue cayendo

mi techo

adiós le digo al sentimiento


Epílogo de los Cantos de los Niños Hambrientos de Poesía, Alimentados solo de Silencio

y feliz navidad 
me dicen los árboles festivos ya muertos,

agitando las raíces podridas 

que abrazo
antes de ser parte de la tierra,

que me anuda la garganta

y grito,
brotando canción

adiós al silencio que se ha roto


domingo, 17 de enero de 2016

Je Tombe Dans Ton Rêve

inmortalizame en aquel aire
que tanto cuesta respirar,

se me hace denso ahí donde me dolés

y escalo por cada peldaño de tu piel
solo para caer de nuevo,

porque caigo despacito cuando llueve

como pétalos que nunca llegaron a ser,
abrazando tus tobillos

para no ser víctima

del vacío bajo nuestra sombra

que se escurre entre mis sueños
y no me deja soñarte mientras no estás

¿hace cuanto que te veo entre sueños
y jamás te pude conocer?

si somos almas en olvido

estoy segura que hoy vas a aparecer
entre mis sábanas frías

y estoy seguro que serás la ventana abierta

que congelará mis sueños
y en abrupto me despertará,

me despertará

y seguirá despertándome,

dejando mis sueños inconclusos

y mi cuerpo frío, del abrupto despertar

y del primer aire de la mañana
¿qué tendrás para darme?

inmortalizame en ese aire, entonces
en aquel que tanto cuesta respirar,


y suspirame




Escrito con Caro

Omisión

I

¿y que harán aquellos que sangraron su palabra
ante los pies de la omisión?

¿y que hará la sangre corriendo escaleras abajo, abandonada?

harán intento de disimulo

mientras quemando la madera,
su fuego traerá travesías que serán desenfundadas

de un habla poco fiable,

e interpretaciones,

de un oído ciego
que cuelga en el gesto mismo de la palabra;

lloran arboles, piedras,
los juguetes de los destetados,

privados de la facilidad,

salvajes cazadores
roen mi sangre seca

y hago intento de silencio

¿en que boca se habrá perdido este deseo,
en que manos, la uña que arañaba tu lenguaje?

¿en que manos deposité
la destrucción que tanto conservé?

tragedia decrepita,

casi tanteando el desorden,
grito vidrios rotos sobre rostros inocentes

sobre pozos que cavé buscando
lo que alguna vez enterré;

la noche tiene un ángel velando por su culo,
y yo a nadie, callando mis palabras,
hurtandome la voz

y hace silencio

la voz que no tengo

II

¿y que haré yo sangrando mi palabra
ante los pies de la omisión?

solo haré intento de disimulo

ante mi sangre corroída
ante mi voz hecha añicos

y ante la noche velada

en calma

pariendo el desastre una vez mas,
como si el inoperante ruido de todos estos siglos vanos
no importase;

masturbación, egoísmo,
y sobre el final,

soledad

del que enfrenta los ojos de un dios primitivo,
al que obligaron a callar

haciendo silencio



o intento del mismo;




Escrito con Bruno

Luz de Sombra

de a ligeros silencios,
las sombras

se encadenan a la luz que dista de mi,

perpetuándome,

sin ser,

¿que habrá bajo de mi nombre, entonces?

solo soy contorno,
soy esbozo

y casi figura,

pero la identidad actúa en rebeldía,
cautela guarda mi mirada,

pero la huida siempre es inminente ante el vacío,

y yo soy el vacío,
soy el que está vacío

de si
(mismo);

¿y qué habrá bajo el vacío?

si no es mi voz,
si no es tu voz,

y si no es diálogo entre nuestros silencios, ¿qué entonces?

guardan de mi,
distancia la nada y la sombra

y por ellas vivo,

no siento,
pero, ¿quién siente?

¿qué siento?

no siento ser,
ni siento la infinidad que soy en reflejo opaco

¿qué habrá más allá?

¿y debajo de mi nombre?

posiblemente, la sangre que cae sobre tus labios

ese silencio que aniquila todos nuestros días
para volverlos lo que realmente somos:

nada

y a la vez todo

martes, 12 de enero de 2016

Silencio Temporal (Eterno)

transeúntes de náuticas inciertas

naufragan sobre concreto
e ilusiones deshechas

de miradas que lloran

deseando volver a ver el cielo;

voces vacias de silencio
gritan hundidas en remolinos de brea

hirviendo;

pesa el pendulo sobre la lengua
y la brutalidad de lo nulo

(caída,
golpe seco
y nada)

aniquila al desorden

del decir,

gargantas anudadas,
encadenadas a la urbanidad,

no dicen nada

mas que mil buenos dias por cuadra
mediante sus hombros inundados en furia

luego,

solo el tiempo dice por ellas,
por esas voces



y no dice nada

1725

I
la forma muere
en latidos rapidos,
destruyéndome

II
impetu fugaz
bocas rotas me lloran,
ensangrentadas

III
las rosas huyen
de los cielos que caen
sobre mi rostro

lunes, 11 de enero de 2016

Bajofondo

violencia en degrade

ahogase la luz
luego, bajofondo

en la calma
repiquetean mis articulaciones dormidas

movimiento ilusorio
y tersura muerta

silencio 

(paréntesis)

(miles de vidas pueden nacer y morir tan solo en este momento)

abrupto

y mi mirada ahogándose
sobre paredes de sal amarga

ya no sueña;

respiro lentitud

esparciendo mis aires
sobre olas que jamas romperán en la orilla;

huirán de mi,
cientos de hijos de mis pulmones

que besarán tobillos desnudos,

rompiéndose parte de mi esencia contra el hueso ajeno

para luego retraerse mar adentro, 
casi avergonzados

volviendo a mi,

volviéndome el aire

respirando,
así

(ola a ola)

(tu vida puede haber terminado y comenzado miles de veces,
pero aún seguís acá)

jueves, 7 de enero de 2016

Desde el Corazón Roto Hasta el Cielo

lluvia en reversa
y aún se empañan los cristales,

de candelabros, veo caer 

la luz que le da a mi rostro
su forma,

incendio mi corazón y mi ropa,

pronto ceniza,

y recuerdo austero (seré);

tinta en reversa
y la página en blanco,

inmerso en fatalidad

me aferro al vértigo de mis sábanas,

¿bastará con decir
o tendré que caer muerto?

tal vez le ruegue,
a mis últimas inocencias

que me devuelvan mi esbozo de realidad

y que derramen la tinta sobre la hoja
y borren esta página en blanco;

que apague el fuego

del incendio en el que estoy inmerso,

y solo esté la luz 

que le dará a mi rostro
su forma

posando mi mirada en los cristales limpios,

mientras llueve

sobre la

tierra

sábado, 2 de enero de 2016

Vaciándome

desmoronándome en
mi intensidad

caigo al suelo,

cientos de rostros míos
me cortan la piel

y me lluevo por mi espalda;

desordena la tensión del cuerpo

mi falta de mi,
en yo mismo

cuerpo de calma,
cuerpo vacío

soy la madera podrida
de los árboles huecos;

anidan en mi,

los pájaros 
que no le temen a la muerte

y aunque mis raíces 
le dan dos vueltas al mundo

un solo vendaval

es la tempestad mas impetuosa,

y sigo en el suelo,

aún cortándome
con mi mirada,

y sigo lloviendo

y sigo vaciándome 

y sigo siendo 
el cuerpo vacío

que cual árbol hueco

sabe

que hace tiempo que se ha ido,
aún siguiendo ahí

sin sangre
sin savia

sin vida

solo cuerpo,

vacío




etéreo