lunes, 16 de mayo de 2016

Catorce Días Con el Cuello Colgando

intacto el pecho mío,

deteriorándome mácula a mácula
(derramándome)

esparciéndome en mil oestes que difieren entre sí de su dirección

¿es acaso aún mi dolor

una aproximación hacia lo más profundo de lo que me forma

o solo una mirada degollándome descontinuadamente?


mientras me ahogo (desconociendo si en sangre o en ambigüedad)

acontecen en la mínima parte de un momento,
libertades desencadenantes de tabúes,

todos defienden a ultranza de su carne,
devorándose entre todos de indiferencia

y de asco, a si mismos;


¿quebrantarán latidos en discrepancia,
aquella vivacidad, que es la pena que abraza lo que somos?

es innegable la abstención, 

pero sé que se quebrará el vacío con infinidad de caídas;

hemos sido inminencias de mañanas que jamás han llegado al día de hoy,


¿acaso cuantos cedieron de si mismos con la promesa de ver de nuevo?

en sueños jamás se está despierto
y el resto es solo vacío,

(y seguimos cayendo)


un vacío polvoriento,
que cubre el rojo de la tierra donde asiento estas palabras

ahí, (es decir acá)
donde yacen

mi pecho y el tuyo destrozados

mientras que


en barro hecho sangre,

nada mi cuello, desprendido de mí

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