domingo, 24 de diciembre de 2023

antes de pulverizar la luna

las flores invisibles
son rudimentos para la vigilia impostergable.

los guardianes recolectan a los extraviados,
mientras cáfilas de susurros confabulan para re-componer los nombres de los gigantes difuntos.

aquellas sombras de glorias pasadas
acarician los alrededores de estructuras que no guardan lugar hacia sus adentros.
en un santuario de escombros, una cruz tornasolada apretada en un único hueco seco
advierte que eventualmente nadie va a volver acá.

en playas de cristal
la danza no es danza, sino alivio inútil
por el agua hirviendo que pellizca pies descalzos.

la gargantilla de colmillos líquidos de depredadores fosilizados
tiene los nervios al descubierto, que caen como hilos grises,
y ofician de soporte para una hamaca ubicada en el centro de un pecho.

hormigueros de cromo
resguardan el corazón de los androides, que no es más que un enjambre
de posibilidades.

podemos volver a ensayar todos estos escenarios las veces que queramos,
pero siempre nuestra órbita va a permanecer imperturbable.

los cielos se extinguen
mientras nuestra forma se descompone
y nuestros sentimientos a hipervelocidad, quizás se vuelvan un ruido
indescifrable que resuene sobre el oído de un anónimo
en el medio de la noche.


jueves, 30 de noviembre de 2023

donde las moiras juegan a las escondidas

caen babas de seda
desde un techo infinito.

las manos de las acróbatas están callosas,
arden al contacto con la tersura de los dioses
que imprime ampollas que como bocas vivas vociferan hasta estallar de histeria,
lloviendo sobre las cabezas diminutas que no pueden hacer otra cosa
más que ver hacia arriba.

en esas manos rotas, ahuecadas
hurgan morosos infantes
tratando de reemplazar
momentáneamente el mañana
con el mármol estreñido,
y la quijada punzante de palabras
que esperan fundirse en la escollera próxima a la intemperie.

los asombros son relicarios,
anexos de un sentimiento ya extinto.

los afectos son amparos,
última defensa antes de la derrota.

hay brutos quienes elevan formas sin sombras a modo de plegaria.

¿cuál es el deseo que yace bajo las tempestades de cientos de miles de pechos?

¿acaso bajo todos ellos está lo mismo?

si arranco una parte de mi
y la extiendo a un cielo que no me responde.

¿podré volver a dónde alguna vez vi crecer las flores?

martes, 31 de octubre de 2023

sistema de identificación automático para el reconocimiento de objetos visibles en locaciones desconocidas

las transparencias se resbalan de océanos invertidos.
cultivan las sutilezas que cosecharán los engaños,
agravando los entreveros diurnos.

el hervor de los hocicos hace derrochar el oro que guardan las encías,
se preserva la amenaza para que el miedo
nazca con la misma bocanada
por la que se extingue.

los pies descalzos entibiecen, despedazan de calor la bruma.

las palabras no enmiendan espacios vacíos,
solo habitan, fantasmagóricas, sin ocultar lo que está del otro lado.

una lengua es mar de fondo de millones de hilos,

si no contestan, no son rostros.

quieta, soledad,
los huecos responden arropándome 
de un calor que es mío
como la aguja que guardo en las paredes de mi garganta.

tensando fuerte los verbos podría volcar el deseo lo suficientemente alto
para desguazar una tormenta que caiga y borre la idea del ausente.

la procesión se detiene por las campanas que doblan anunciando el blanco infinito.

por donde le han dado muerte al cariño,
ahí sentaremos campamento.


jueves, 26 de octubre de 2023

ramificación de ruralismos artificiales a lo largo de un sueño febril

si atenúo mi deseo
a solo aquello que cabe en mis manos
sería mía entonces, la posibilidad de desenredar el ruido
para volver a enhebrarlo bajo mis propios márgenes

y con paciencia
confeccionar cada una de las plumas
de los ángeles que -como terminales eléctricas-
me ofrecerán el regalo de la profecía mediante descargas.

los dientes sacan chispas delicadas raspando el óxido del pulmón de hierro,
mecanismo manual que empuja este aire sintético hacia dentro
enseñándonos la tensión del cableado ornamental que sostiene al corazón delante nuestro.

dagas de vidrio térmico se hunden una tras otra en un hígado a punto de ebullición
más rápido! más rápido! más rápido!
quiero cauterizar mis labios en las hendiduras
más rápido! más rápido! más rápido!
¿podría aprontarse el deseo? ¿nadie ve que el anhelo ya es urgencia?
quiero arder si eso significa caricia
quiero arder si eso significa vestir el rojo del beso de los párpados queriendo hundirse uno sobre el otro
quiero arder,
solo por que sí.

quiero ser aquel porta bendiciones,
aquel que entregue esos milagros de bolsillo,
esas fantasías tan brutas e irresistibles como
los bruscos merodeos de tactos tan gentiles
que nos hacen sentir como si estuviésemos a la deriva.

tan fácil sería,

casi como envolverse en el vuelo de un gorrión invencible
y propagarse a través de la quema de las matas.

los vientos son vehículos por los cuales los cuerpos caen

para aquellos alrededor mío: ¿estoy cayendo con ustedes o caigo sólo por mi cuenta?

lunes, 18 de septiembre de 2023

el pasillo de los mudos

la carroña
es instrumento momentáneo.

aroma a podredumbre
se esparce alrededor de la ceremonia por las contracciones de las puntas de las alas
que ornamentan el cuello del desgraciado.

arpa de muerte,
bajo la ceguera, cascadas de sangre son bebederos
para decenas de colonias de insectos que buscan el calor inmediato.

el aire habla por entre los huecos
donde nacen las flechas en llamas que sobrevuelan el cielo,
oficiando de los ojos de los fantasmas.

sueños son lugares como éste,
donde soy un manojo de ramas sin nombre
con una sombra que me diferencia de la tierra.

donde soy la mirada herida,
y la venda deshilachada que auxilia a este cuerpo vacío,
tejiendo una caricia a lo largo de las rejas torácicas
que protegen a un corazón ausente.

en ronda
protegemos al sacrificio,
nuestro rostro apunta al cielo
para sentir más de cerca el incendio 

que las aves dejan caer sobre nosotros.

los chispazos dentro mío alertan migraciones
de los chupasangre, 

el humo engrandece un poco más al cielo.

después de las cenizas
¿cómo dejar evidencia de que estuve acá?


martes, 15 de agosto de 2023

la réplica de las eras

la vigilia de un mundo
por una cabeza que reposa
sobre el calor del concreto
a media mañana.

el ruido
es la colisión de los mil vuelos de mariposas digitales
que desprendiéndose de mis dedos
buscan sacarle filo a la punta del aire.

el tacto es un alfiler hueco
el cuerpo se reúne,
el abrazo perfora.

la gentileza en los lamentos,
la devoción intacta por el mañana
y la promesa de un cielo que no conozco
que ofrece recolectar la pena
que llevo dentro.

máscaras son silencio
los bordes, un precipicio
donde la caricia ignora
tanto la firmeza,
como la caída.

enjambre,
templo vivo
pulsión constante de oleadas divinas
ante el peligro inminente.

las alas pellizcan pedacitos de cielo.

el espacio construyéndose sobre sí mismo
superpone nuestras memorias.

en los sueños somos lo que perdimos.

los ojos no solo buscan,
huyen o temen de igual manera en la que aman.

lunes, 7 de agosto de 2023

07 - 08 - 23

incendios delicados son relicarios de bronce y cera

nuestras manos ayudan a evitar la extinción del calor
mientras este nos pellizca la punta de los dedos

la risa está ahí,
las lágrimas también

las palabras entremedio

y el silencio el día después
que sigue cayendo por mi pecho
desde hace ya tanto.

quiero cerrar mis ojos con tanta fuerza
para imprimir restos de tu cariño en mi mirada
y poder por siempre ver donde supieron estar tus ojos

¿estás viéndome ahora?

viernes, 30 de junio de 2023

sobre arterias residuales

si el fin del mundo es canción
¿qué escucho ahora?

si son los relinchos que como tierra húmeda se entierran en el cielo
las herraduras apretando este pecho
fuerzan bocanada áspera,
dicen destino fortuito

silencio!

ahora sí! 

dicen que los lobos aúllan
al oír la afinación de un aullido mayor

dicen que lo que creemos imperturbable está a punto de perder su quietud

dicen que de la ladera
más empinada del valle, algo se dispone
a rodar
sobre nuestras cabeza.

dicen dicen dicen

y los murmullos suenan a sangre
repicándose en eco,

si son mi sangre vendrán a mí
si son mi sangre harán de ustedes un vestido
para portarlo yo y hacer de ustedes mi instrumento

las voces lejanas responden en lluvia
las voces cercanas me cobijarán.

la pelea más ardua es la que de cerca parece un juego

esa es otra de sus tácticas

si presto atención de más me trabo,
dudo,
vacilo
en órbitas inexactas
que me dejan agobiado.
pero en movimiento

como caer dormido por un tubo de acrílico infinito.

y no sé que pasaría
si entre la posibilidad busco luces,

con las frecuencias acariciando las yemas de mis dedos

¿podría envolverme de voltios?

y explotar
y caer suavemente
con esa delicadeza que tienen
las pequeñas notas de amor y de cariño
sobre las palabras que te dijeron toda la vida.



escrito con palabra hueca

miércoles, 7 de junio de 2023

dentro del hormigón, pequeñas grietas se expanden por el ruido

mi piel se hace remolinos cuando
mis pensamientos raptan la vulgaridad de lo cotidiano,

el amor
suena tan alto cuando
los acróbatas
acarician lo inalcanzable.

desplomarse es un ejercicio que siempre debe practicarse con los ojos cerrados
para no olvidarse el momento donde todo era posible.

la cacería siempre es la necesidad,
la sangre resbalándose de mis dientes es una consecuencia
de mis apocalipsis heredados
estallando antes de tiempo.

rompiendo el sigilo se quiebra el juego,
no hay nada divertido en lo automático.

hurto bromas
despellejo risas ajenas
el aire conoce mis palabras

traslado muecas a través de informantes,
el abanico de flores secas no empuja la espuma
de nuevo hacia el corazón del mar.

cada ángel de porcelana es un terror
cada centro de mesa en cada casa escondida arde
cuando pienso en nada
y en la posibilidad de ser salvado
y en lo pragmático que es evadir
cuando todo alrededor te daña.

quiero unirme a quienes bailan entre la sal
quiero ver arder mis pies
y contorsionar mis brazos
para confeccionar mi propio idioma.

la respiración arrea los costados de la cama
los cercos inútiles para mis sueños
en los que sigo cayendo
con los ojos cerrados

esperando que haya una red abajo
del mar de faroles cuyo calor
repiquetea en mis pestañas,
pero no me contiene
del todo.

lunes, 29 de mayo de 2023

el óxido como pólvora de combustión lenta

¿a dónde me llevarías si te extiendo mi mano?

romance de advección,
¿debería dinamitar el pasado para celebrar este momento?

si construyo
la ofrenda
en forma
de casa

¿daría refugio?

hablo en broncoespasmos,
entre vigilias
dudo si quiero cantar tu nombre

o si golpearme el pecho
hasta escupirlo.

no sé que tan lejos iría
sin el deseo que me impulse
fuera del alcance de mis límites.

quisiera acercarlo todo
y quemarme en la inmensidad en un instante 

ordenando sobre cada llama
para marcar el tiempo en el cual pellizcan
los músculos que contraen mi pecho
y extienden mi mano, pidiendo humildemente que me guíes.

¿a dónde vamos?

mi sangre confundida,
los caminos están por debajo de la tierra que queda entre las uñas de los inexpertos
que cabizbajos, solo me desean: "buen viaje y buena suerte".

no puedo crear belleza del fracaso, no puedo apretar las manos contra tu cara,
ni apoyar mi frente contra la tuya y quedarme en silencio

porque no vas a decirme nada
y no puedo malgastar más las palabras tuyas que invento para poder apoyar mi frente contra la tuya y quedarme en silencio, escuchándote.

no hay un sueño tal que vaya tan abajo como hacia donde me lleva el cuerpo

no recuerdo
más que ahora,
hoy y los autos frenando,
doliendo mis dientes intentan
no morder la lengua en la que guardo
lo que mas quiero.

mañana mientras las aves rapaces con sus garras chapoteen el agua tanteando el terreno,
los peces emergerán intrigados a ver que pasa

¿a qué sabe la primera bocanada de aire fresco?

arriba hay sombras,
¿qué serán?

acá siempre es tan oscuro.

lunes, 22 de mayo de 2023

arrullos incendiarios

nunca quise decir muerte,
nunca quise que el tiempo pasara

tal vez solo quería hacer de lo silencios
medianeras entre las palabras.

tal vez, prohibiendo el contacto entre el te quiero
y el no voy a poder verte nunca más..

¿te podría haber vuelto a ver?

¿o el amor me empujaría a la misma imposibilidad que es llorarte cuando ya no puedo acordarme de nadie más que vos?

tal vez quise incendiar el tiempo,
tal vez no quise más junio,

pero la piel pesa,
los labios secan
y las palabras salen cada vez menos.

¿qué me dirías ahora?

quiero dejar un espacio vacío en mi pecho para que cuando puedas
escribas con sangre aquello que quieras decirme.

no te sientas mal
yo ya no quemo, entonces no duele.

supongo esperaré entibiándome mientras me abraza el invierno
la nota perfecta de una voz que ya me olvidé,
pero cuyo eco sigo buscando.

viernes, 21 de abril de 2023

éxodo de bienvenida

la invención de la asfixia despuebla las hogueras.

en pequeñas nieblas huyen
las gargantas salpicadas de humo,
escupiendo la pena con la recuerdan
aquella última cortesía que tuvo el viento antes de morir.

era entre los canales de los dedos,
aquellos días donde todavía se arqueaba la risa,
que sorteaba la posibilidad de tomar la sortija
de un carrusel de amenazas.

era el viento el que empujaba, sí.

era el viento lo que cortaba con mi mano,
aquella en donde repiqueteaban alfileres
que no hundían los callos,
sino que hacían agua de las quemaduras.

era ese el ardor del agarre,
era aquel el dolor de los galgos que veíamos
y danzaban,
invocando gratitud
solo para hacerse con un cariño y desguazarlo
para atravesar la noche.

solía entonces, como suelo ahora,
arrimar la lágrima a la primera palabra que me consuele.

era ahí
cuando la brevedad se extinguía
y todo perdía el color.

es acá
cuando el aire se esfuma
y todo pierde el calor.

toda mi vida perpetué el deseo de ir donde gravita lo exótico,

pero siempre termino por quedarme entre lana,
ahí por donde anida el arrullo,
abrigándome del cobijo de los hilos chamuscados
por aquellos chasquidos ya invisibles
que son artillería pesada en sueños de rendición.

las humaredas ya se han disipado a sus hogares,
los restos que quedan confeccionan las bases de un hogar cuya tibieza
presagia el regreso de los galgos,

sabrán ellos que hacer con esta noche.

domingo, 19 de marzo de 2023

los chasquidos entre el aire

cargo con la promesa
de ajustar el presente a la ausencia
antes de que todo alrededor se evapore.

la intemperie arrastró lejos las ferias
en donde nos dieron nuestros nombres por primera vez.

a lo lejos,
entre restos,
una voz llama a otra que no contesta.

no quiero saber si somos invencibles
teniendo el desastre tan cerca.

ya no hay nada que camufle la hostilidad del viento,

los discos ya no tienen música,
la permanencia muda de a destellos,
las hogueras lloran por el cuerpo y el descarte.

los murmullos no acarician en la intimidad
porque en los labios se imprime un dolor cartográfico.

todos son otros, y ninguno es nuestro.

será que apenas sobre el agua
la sal no quema tanto.


martes, 14 de marzo de 2023

utilería para tragedias

a través del biombo
solo importan las fábulas,
la arquitectura de la sombras.

¿qué quiero que me digan esas figuras?

recordarme quizás,
que un ojo es una plegaria abierta a la fuerza
con un péndulo en el centro que constantemente insinúa con acercarse.

el deseo está ahí,
en el momento en el que le doy una última mirada a la maravilla
entrecerrando las manos
para achicar la inmensidad
hasta que no haya nada.

el silencio posterior es húmedo y oscuro,
siento que quieren que les otorgue una parte mía a cambio, pero no estoy seguro de querer hacerlo.

un fragmento de nosotros vuelve al instante previo a la confesión.

detengo los labios para anclarme al momento en el que escuché tu nombre por primera vez,
a pesar de que aquella sensación ya se encuentre extinta.

la pronunciación en exceso lava cada vez más una imagen que antes era nítida,
pero que ahora se está resbalando no solo de mi boca, sino también de mi piel.

no quisiera otorgarte otro nombre,
porque sé bien que no sería realmente tuyo.

no quisiera volver a pronunciar tu nombre,
porque sé bien que no quiero perderlo.

el deseo sigue ahí,
a través del biombo
donde solo importa una imagen que fue tuya.

el viento no podría reprocharme si decido no moverme de acá.

viernes, 24 de febrero de 2023

la espuma de la orilla ensuciando nuestros pies

¿qué sabes vos?

¿la caricia es suficiente?
no puedo compilar el cariño para futuras revisiones.

¿qué es ese momento que hay entre medio del choque entre una piel y otra?

si pudiera descomponer todo hasta lo más pequeño
¿qué palabra habría al final?

quisiera que me otorgues tu silencio, ahora.

la luz avanza como polvo,
pero es destello perlado zigzagueante,

mis manos solo son testigos,
adorarían poder tomarlo en un puñado
y restregármelo en mi cara
capturando ese momento en una interrogante divina
que invita a la tradición,
pero devuelve aquella respuesta inquieta: "¿qué hacemos ahora?"

quisiera dejar todo
quisiera todo no sea tan
segmentado, tan
espaciado entre las cosas que vivo
y las cosas que hago

¿a quién puedo hablarle para que me diga: "está bien
mejor mañana" y que realmente sea así?

a quién,
si no es a mí,
tengo que adjudicar
la culpa eterna de ser incapaz.
inmóvil criatura que solo responde
a impulsos que no termina de comprender.

veo los pies de un monstruo
veo el pecho de un monstruo
veo el cuello de un monstruo

escucho el aire
agitado, escucho
de nuevo el aire que dice
que este no es el aire,
sino la respiración de un monstruo

quisiera que me de un fragmento de nosotros
para volver a donde no existía nada malo.

quisiera, si,
pero si obro
es para pedirle
por favor
por favor

por favor

no hoy.


no es hoy.




ojalá otro día.


ojalá nunca.

jueves, 26 de enero de 2023

la ilusión del desvanecimiento en favor del calor del olvido

eléctrica transparencia, imágenes finitas
instantes como piezas encajando entre sí para terminar de dar forma a este cielo.

es este el color del tormento, un ruego
alejado de todos los soles
en donde colisionan
las extensiones
del deseo.

es esa luz
la divinidad suspendida,
esas alas de carbono fijadas a rieles oxidados, sí.
sobre ellas viaja el rezo.

es deber de la piedad
criar rebaños de perdones descartables
y es mío el deber de llevarlos de un lado a otro
para que no se pierdan entre la noche,
asegurándome que la culpa permanezca vacante, al menos hasta mañana.

miércoles, 18 de enero de 2023

para cuando crea haberlo perdido todo

mi visión periférica advierte deterioro
entre la lentitud del movimiento. 

caricia dolida, todavía guarda dulzura.
me pregunto: ¿cuándo voy a recordar por primera vez este momento?

el afecto se está yendo todo el tiempo,
un poco más lejos cada día.

se esfuma, entonces, la intención de aprisionar instantes.
es inútil cuando el nombre del cariño y del dolor
son tan similares.

¿cuándo es que me confundo y llamo a uno en vez de al otro?

en criaderos de rostros huecos
intenté recrear las facciones tuyas.

los lienzos de plástico eran posibilidades
que los temblores entorpecían.

¿cómo volver a reconocer sin que sea a lo lejos?

no puedo volcar difuminados.

evocar voces que se confunden con los cantos
provenientes de un hangar de cuervos,
es lo mismo que tamizar el aire buscando el respiro adecuado.

quisiera poder,
a través del oficio del vértigo,
dinamitar mi propia cima y habitar una pradera de escombros
en donde cada noche, a través de los recuerdos incompletos,
el viento haga mímica de la misma caricia que creía haber olvidado.

inscripciones talladas en las ornamentas de dos ciervos enfrentados

jauría de ramas descansan su hocico petrificado
por donde oí hollín aproximarse.

ignoro la invención de la niebla,
solo necesito la piel desenvolviéndose en la intemperie
para saber que podría ofrecerle mis ojos y aun reducirla a un auxilio.

la sequedad porta nombres de a montón.

labio craqueló palabra
inmóvil, puso en pedestal
fábula de antaño.

cúmulo de brutalidad
abrazo feroz, sangre helada.

dolor compacto, imperceptible.

sílabas fantásticas nunca antes dichas
dotan de esperanza pechos diminutos.

sería agradable reposar hasta que el tiempo se convierta en otra cosa
o hasta que la tierra me cubra por completo
y jure jamás ser encontrado.

la extinción del deseo
significa la extensión del recado pendiente.

el deber es transferible,
perpetuarse ante cualquier costo.

martes, 10 de enero de 2023

lo que dijeron las figuras bajo el infiernillo

prefiero los escarabajos,
no las aves que hurtan el dulzor prematuro de frutos de un huerto de plástico.

desearía sea infrecuente el afloje del agarre de los picos
y la consecuente caída de flores -ahora secas- que dejé
atadas al picaporte para avisar que pasé a visitar.

existiría, al menos, una ilusión de coronación
para los cardenales recién nacidos.

prefiero lo áspero,
no así la suavidad del terror. 

las huellas se envuelven rápido en sí mismas,
apresurando perder el rastro.

dunas de sangre aminoran su marcha, pero no se detienen por completo.

la forma de tacto más aterradora es el deslizamiento.

si por la noche el fuego no canta,
el calor no es el mismo.

prefiero lo efímero,
no así los sonidos hondos que cada tanto tocan mi puerta a pesar de tanto tiempo.

desordenando frecuencias, fabriqué pilas de naufragios.

no es la luz la que llama,
sino que solamente se presenta.

prefiero imaginar las formas de aquellas cosas por venir,
no así enfrentarme al final de la vida útil de una mandíbula de madera.

una boca frágil
solo puede alimentar una hoguera por noche
y la fricción constante entre las sogas, hace muy difícil la permanencia.

¿podría trabar el mecanismo en una risa? aquel sentimiento breve y antiguo.

¿podría, también, despojarla de su nombre? 

porque sino, sería muy difícil olvidar aquello que jamás puede ser roto.