domingo, 26 de diciembre de 2021

la re-aparición de un sentimiento que creíamos extinto

las camas deshechas,
las sábanas rasgadas

bajo las uñas
hilos azules
son venas
huecas

¿cómo confeccionar velas que nos enseñen como se mueve el viento?

si en estas manos
la sangre está ausente

¿será
que
el cielo
no va a brillar
tanto como hoy?

la puerta sellada
afuera el mundo parece haber desaparecido,

adentro
el mortero explota la pólvora doméstica

mientras
las velas de fátima
arden por una plegaria imposible.

hay golondrinas
carroñando los corazones de los damascos
que caen del patio del vecino

¿será que no va a haber un día tan hermoso como hoy?


viernes, 17 de diciembre de 2021

un acuario colgando del techo

polillas
incuban huevitos
de naftalina

no hay aforo
al fondo del cajón,

la supervivencia del más apto.

la humedad
entorpece el vuelo
de
mariposas marfil
con alas que son dagas

aire cercenado
el filo corta,
sangra
la mano que dobla el borde
de las instrucciones de como hacer ruido.

a saber,
los libros con las páginas
de vidrio

cortan igual que los corazones de papel.

sonido es rosa
es color
de piedras

cayendo del cielo.

refugio no son manos
techo es pasajero,
taca-taca-taca-taca
repiqueteo
escucho 

la gente corriendo
veo

¿de qué color es el horror?
pregunto

en la mano pululan
recién nacidos,
agitan alitas,
la fragilidad
del ahora

el incendio del pasado
da por fruto un presente infinito.

bailan
entre círculos de hadas
que son ruinas

figuras que no se dejan ver por ojos desnudos.

áspera
piel

escombros de flor,
el maquetado de una situación imposible

la simulación no fue exitosa.


miércoles, 15 de diciembre de 2021

la delicadeza de la última estocada

 I

pregunté
¿qué eran las edades?

quise aprender
el antiquísimo oficio de nombrar las cosas.

¿qué son las edades? ¿qué son las manos? ¿los dedos?
¿por qué cuentan los días?
¿por qué se me escapan decenas de soles?

¿por qué cada vez que me acuerdo es de noche?

¿qué es la noche?

por la visión negada,
imaginé rostros para voces que me regalaban
acertijos
que dejaba a medio resolver.

pregunté de nuevo
¿qué eran las edades?

¿qué es la noche?

¿qué es nombrar?

II

los pétalos son velo,
flotan apenas
sobre el té 

espolvoreado de cenizas.

el tallo de la flor
en la boca de los muertos 

la hiedra
trata inútilmente
de volver a tocar el cielo.

III

la virtud
de saberse
vulnerable.

poder doblegarse ante lo inevitable.

saber
que atrás hay peligro.

IV

arde el corte donde se despega la piel
ahí entre la unión
del pie
y el cielo.

arde el corte
la sangre
manchando
los azulejos
mi reflejo replicado
el baño
la canilla pierde
el inodoro sin mochila
por las rendijas veo un arroyo fétido
irse

arde el corte
la suciedad
el piso las baldosas todas
pegajosas mi pie
atascado entre el corte
y el cielo

y el cielo
mi baño
la suciedad
la sangre

parecen ser todo lo mismo.

la marca de las uñas entre las encías

 I

tardé
en entender
que la palabra
era impronunciable.

ahora sé por qué
se murmuran heridas por la noche.

II

los manguerazos de sangre
los
baldes de carne
desparramados sobre la vereda,
el viento salpimienta con las últimas hojas

antes del invierno.

III

anudé
montoncitos
de ropa sucia

para crear arrecifes

bajo el mar
que es un placard
que ya no está vacío.


domingo, 5 de diciembre de 2021

los desguazadores de las noches

I

ventilador de piso
no ahuyenta
la humedad.

las sábanas
impresas con la curvatura
de los sueños.

el parpadeo involuntario,

la cadencia
de ese mismo vaso
entibiado
que saludó
a  los labios desteñidos
de los que ahora
se desprenden pequeños oasis
fermentados

dejando
aureolas en la mesa de plástico,

que brillan con el sol que aun no se ocultó.

II

cardúmenes
de metal

como perdigones tras un disparo

chocan sus cabezas
bajo el agua,
entre el aire,

ahí
por donde el sonido
resulta indistinguible.

III

verte
viéndome

viéndote
verme.

IV

nubarrón
es (en)
el cielo
gigante
nos hacen
perder los rastros
del camino para volver a casa.

es
tarde ya.

el barro se abrazó
a nuestra piel
como costras
y cicatriza
y arde

y es tarde ya.

¿vendrá acaso
un poco de lluvia
que  afloje la tierra
de mi piel?

¿por donde es
hogar? ¿qué es
casa? ¿por qué
frío?

no me dejen solo
bajo los pies
de un árbol
de nuevo.

¿no se enteraron? 

hay
nubarrón
es
surcando
el cielo
gigante.

¿saben hacia dónde está casa? 

V

colmillo
es prendedor
sin nervio,

desparramado
por entre un patio salvaje

¿no lo han visto?

colmillo es amarillo
como trigo
pero no
come.

¿no lo han visto?

colmillo está cerca del corazón,
pregunto tanto
porque sin él
me siento
vacío.

es prendedor, sin nervio
para que no duela.

se perdió en un patio salvaje.

es amarillo
como el sol,
pero no encandila.

es amarillo
como el sol,
pero tampoco brilla

y me preocupa porque no ha aparecido
y se está haciendo de noche.

colmillo es prendedor
y a pesar de no ser arteria,
lo uso cerca del corazón

así me siento acompañado,
se perdió hace poco

¿no lo han visto? 



martes, 30 de noviembre de 2021

- - - corte por la línea punteada - - -

 I

vieras vos las diabluras de las larvas
adueñándose de la humedad
de los rincones

creciendo como corazones diminutos,
viscosos, las construcciones orgánicas
hijas de la reina

laten
irregulares
por
el temor a la sed,
o tal vez, por la pavorosa idea de caerse
entre el agrietamiento de los yermos

que va extendiéndose
casi llegando a mis tobillos.

II

ah! cierto!

la anécdota es tremenda, si!
quizás algún dia pueda contártela,

pero ando un poco corto de tiempo y la verdad que se me está haciendo de noche

si, si, ya sé
ya sé

ya casi es diciembre, la gente está más loca
andan todos rapidísimo!

fijate que todavía está en rojo, ese se mata
si,
si,
 se mata.

es fin de mes y estoy durmiendo cada vez más poco
¿o menos mucho? ¿por qué se acrecenta la carencia, pero no se estrecha la abundancia?

que te dije!

mira en las noticias! se la puso contra un poste de luz!
menos mal que no había nadie cerca.

III

ahora solo quiero anudarme entre pies que no son los míos,
pasar la mano por entre la funda de la almohada

y que no arda.

quiero optar por la ignorancia

el no poder distinguir
la apariencia

de lo delicado
del aire

o de la pesadez de un cuento para dormir de antaño.

el nido de los conejos

el contacto
rompe la tibieza.

abanicos
son las
herramientas

que empujan al mar
de nuevo al otro lado del mundo.

de los almanaques
nos quedan solo las manchas

el tacto ya se ha ido,
marchando
va.

vendrán
quienes habitaron
el país de la nieve.

el encuentro ablanda el corazón,

las manos acarician un rostro
que acaban de conocer.


martes, 16 de noviembre de 2021

el nacimiento de las perlas

 I

hay
un maniquí elegante
al otro lado de la sala

portando
un vestido blanco

que ya no está
tan blanco

y por la pérdida de color,
mas bien
parece un
vestido sepia,
amarillento
como colmillo
de fumador empedernido.

fumador
que guarda una aguja
entre los labios

junto al cigarrillo,

que usa
para remendar
el velo

de un vestido  blanco
que ya no está
tan blanco.

II

un dios anónimo
mueve la lengua
comandando legiones de fuego.

el cielo se ornamenta
de hollín
como en aquellos sueños corruptos,

mientras las huestes
avanzan

a campo abierto

escupiendo la tierra quemada
que es la ración
para los cabos
menores

por acatar aquel juramento vacío
por que el que van a morir
calcinados.

III

se esconden
madrigueras
bajo las aspas
de las bordeadoras.

nidos.
ahora nichos
que son bodegas
para las lombrices
que se alimentan del calor
del centro de la tierra.

los aspersores le regalan doce cañonazos de agua al cielo a modo de honor.

la sequía continúa 
revelando lo que enterramos hace años.

una remera que ya no me entra,
un dibujo cuya tinta fue devorada por la humedad

veinte figuritas repetidas de un álbum que nunca completé.

IV

la humedad
no entorpece
el oficio de las jaurías.

por entre matorrales avanzan
desmembrando mascotas anónimas empezando siempre por el cogote
mientras que sus dueños aun no se han percatado de su ausencia.

el momento que existe cuando la tristeza no se coincide con el hecho inmediatamente

se traduce en el dolor de lo que no se sabe,
en la aflicción de la imaginación del acto

y en
la humedad que
me obliga a ducharme con agua fría
y a cambiar mis sábanas por segunda vez en tres días.

mientras entre las rendijas de la ventana del baño

puedo escuchar perros ladrando bajo un cielo color índigo

mientras me preguntó quien habrá sido la víctima de hoy.

V

donde nunca llegué

está lejos.

por allá,
cruzando el río

lo que nunca encontré

se esconde
por entre los árboles.



miércoles, 10 de noviembre de 2021

la vida útil de los jardines plásticos

 I

las semillas secas

tierra boba,
incauta

bajo los huertos
desprolijos
no hay más
que 

enjambres de ratas
anudadas por la cola
queriendo escapar en múltiples direcciones,

pero que por falta de acuerdo 

terminan permaneciendo siempre en el mismo lugar.

II

recordatorio: lo que no debe ser nombrado continua al acecho

III

con
mis
manos
despedacé
el centro de mesa,

la cena
volvió brea líquida
a las cerámicas
de un suelo
abatido.

la panera
ahora se posa
sobre la cabeza de los niños
para las guerras de domingo por la tarde.

bajo la media sombra se está mejor que allá afuera.

IV

de la lluvia
a fuego lento. 

las gotitas de sangre chispotean sobre el bebedor de los gorriones
quienes ahora cubren sus picos con sus alas por el arrepentimiento
de no haber sabido ver que el cielo no era únicamente suyo.

V

de quién son aquellas manos que cortan los cielos

que se adentran en mi mirada como en el vientre de
la fauna recién cazada
por la necesidad.

de quién son estos dientes que despedazan la carne

porque
de sangre son los hilos
que enhebran
la sed 

que seca
la garganta que no puede seguir tragando

magullones
propios de la tracción
del ejercicio.

allá las penas,
acá las penas,

el sol sigue quemando por entre las nubes cercenadas.

VI

orfebres operan quirúrgicamente vajillas quebradas por la inercia
con restos de maquinaria obsoleta

entre los espacios de los platos,
las cadenas
y el óxido

formándose
en las esquinas bajo el mármol
entre los márgenes del piletón donde van apilándose
las ollas que van creando oleajes inestables

 mediados por la oscilación de un foco mal colocado.

VII

la oferta es trampa,
las caricias
veneno.

nadie nunca muere
donde se hallan
las tumbas.

de las ruinas
solo quedan
impresiones.

enséñenme algo que me asombre,
ahora
enséñenme las tradiciones que no se han perpetuado
y pongan

las ofrendas sobre la mesa

antes de que todo se termine.

VIII

salvapantallas analógico,

entrando la guarida
los dientes de piedra
rayan mi piel

dejando caminitos blancos
que guían escalofríos hacia el centro

donde yace aquello que apronta el terror.

ahora bien,

quienes se niegan
no se han dejado impresos

por ende han de terminar olvidados.

quienes se rehúsan a perder la fe
acaban con la vista alta hacia el sol
y el cuerpo fijado en la tierra.

no hay nada más que hacer que posarse bajo los jardines

y esperar algún día
poder obrar de sombra.

IX

inundan las sirenas
el mar
que es este pedazo de tierra
que se va encajando entre las huellas de las ruedas

de las patrullas

de;reconocimiento
que por el campo
tajeado por la horda/hambrienta,
me avisan
que
allá arriba

el dios sediento sigue buscándome.


martes, 19 de octubre de 2021

decálogo de bolsillo para pequeños infortunios

I

supe atestiguar la usurpación de la realidad
a manos de minúsculas fantasías
que aguardaban por un final

que desatase sus tramas anidadas entre sí.

quisiera ver una vez más
esas historias
que se traducen
en la música
que bailo mientras recuerdo.

quisiera, una vez más
antes que se acabe todo.

no quisiera que la práctica de hacer memoria
me dejase exhausto de nuevo.

II

en las bocas húmedas de un suelo ahuecado
se reúnen enjambres de insectos diminutos
a parlotear
sobre aquello que es ineludible
e indescifrable a la vez
para nuestro oído.

III

las velas lloran
sobre un brazo adormecido por el peso
de un cuerpo que no responde.

la noche cae
y parece que puede ser para cualquiera.

IV

la antesala de una columna vertebral mecánica.

el frío propio de salas esterilizadas

y la iluminación
replicada como eco
con una frecuencia como mantra
que un culto involuntario del que soy parte
continúa repitiendo.

las moscas se camuflan entre ceniceros públicos
para cobijarse del invierno,

a la par,
con mi aliento
dibujo continentes inventados,
condensados,
helados
y habitados por diminutas personalidades destacadas que inventé de niño
y que ahora categorizo bajo las regulaciones impuestas por el estado al que respondo,

mientras trato de pasar la noche.

V

mis recuerdos
sobrepuestos,
sobre-escritos.

el olvido
involuntario.

otra noche más
viendo entre sueños
aquello que no me pertenece.

VI

conforme la continuidad así lo requiera
seguiré expresándome en pos de lo uniforme,

tratando de sanar
aquel quiebre en los negativos
que amenaza la seguridad de lo que decidimos atesorar.

VII

la disciplina
en
el ejercicio de la cautela
en medio de una muchedumbre.

atrás los días de calma,
quedaron
rotos
los rostros,

el vidrio
cortando con delicadeza
la piel mas fina de mis pies,

la sangre va yéndose
por donde no puedo seguirla.

VIII

invenciones quiméricas
hacen que resulte impostergable el veredicto 

¿cómo abrazar el engaño? 

un quiebre en términos sistemáticos,
una falla en la tierra,
un hueco
y una columna arqueada,
propia de la arqueología de lo anatómico.

la invención del cielo va a pedir de boca.

no hay retraso en las formaciones.

IX

¿cómo empezar
a despedirse
cuando
no hay
adiós
que baste?

X

aun advierto peligro
a pesar de haber llegado tarde,

el advenimiento de una ira sin nombre,

el aire seco
       y veloz.

la piel, 
bajo los huesos
existe un sentimiento

que aun no ha sido revelado.



jueves, 23 de septiembre de 2021

las coordenadas del cuarto oscuro

no quiero volver a limpiar costras de ceniza del cenicero
de santa teresita 

mi abuela me va a preguntar de nuevo

ah, ¿seguís fumando?
¿cuántos estas fumando por día?
¿y cuando vas a dejar?

y yo le respondo
y abuela, no sé, estoy tratando de fumar menos.

cielos, nubarrones, lluvia diluyendo en el parque de enfrente. 

no es que no me dé cuenta de lo mal que me hace
el tabaco,
lo que pasa es que las cosas cobran otra nitidez.

frente a una conversación, el humo que escupo enaltece
mis palabras magras
y frente a eso
no hay

resistencia que pueda llegar a oponer cuando me dicen
cosas como 

che, ¿no tenes un cigarro?

en medio de la calle

yo
y la otra persona

pidiéndome un cigarrillo mientras mis labios tiemblan por solo acariciar el paquete en el bolsillo
mientras le ofrezco uno
y me dejo uno para mi.

sábado. 4am. no hay cuarto a donde ir y sigue lloviendo.
somos cinco personas en la vereda y frente a la ausencia de un paraguas
el razonamiento arma una cadena de pensamiento que finaliza con la siguiente
orden: ¿y si armamos un carpusa con el humo de nuestros puchos?

vetas grises que se cosen sobre la punta y dejan una cúpula
que deja el pelo seco
áspero

al tacto

y hay una vibración que quiebra el silencio
que proviene  desde mi bolsillo

¿hola abuela?

hola querido, ¿ya dejaste de fumar? 



Escrito con Palabra Hueca


¿puedo poner un tema?

la concepción de un auto es la invención de un accidente
la invención de un avión puede llegar a ser el punto
a parte de un siglo: pasos al costado
de la ruta
cargan el sonido de un cansancio liminal 

una nueva línea de fármacos indoloros,
exquisitos
al paladar más refinado

los vértices,
las aristas

siento que las formas no están respondiendo de la misma manera
a como lo hacían antes 

ventrilocuismo no-kinésico

un telón que descubre un sol cayéndose
al borde del mundo.

de coté llega y pegan los rayos de la mañana
6 am, frente a un río turbio, botellitas de plástico multicolor
juntan las algas que no se llevan los pescadores 

olor a sudestada directo desde abajo, sube y como una jalea invisible
se cuela en la ventana de un piso 20.

¿han mirado los otros los pechos resplandecientes de amor?

las miradas caen cuando cae la noche y no hay nada
que podamos hacer para evitar tal sentimiento 

remordimientos al por mayor
en el bar de turno

el monoambiente
el ciberespacio

la infinidad de la estadía
la presencia presenta valor agregado

dos líneas
para dos personas,
pero un quiebre en la forma

obliga a un grupo de intelectuales a re-escribir sus argumentos.

miren la luz, mírenla blanca
tildada la computadora espera el próximo turno en una pieza sucia y descascada 

¿qué dicen de la juventud mis posters
despegándose  en verano por la humedad?

¿cuánta resonancia hay en mi cuerpos cuando se agrieta?

veo el tanque cisterna verter su agua fuera de sí y no hay mucho
que pueda hacer. 

la música ayuda a la métrica
la corrección resulta ineludible

hay un día que está por venir
dentro  de tres minutos
  y la cotidianeidad
me sigue costando  

quiero hacer una  pregunta
pero no  quiero tener una  respuesta



...




Escrito con Palabra Hueca

lunes, 20 de septiembre de 2021

la coronación postergada

la desintegración del imperio
deja en la tierra
la herida

de una sangría demográfica.

la mudanza es eufemismo
para el exilio.

en un puerto donde desemboca el mundo

se anidan decenas de miles
de sogas
atadas a cinturas anónimas

que no quieren perder el camino de regreso.

la fricción de cuerpos en conflicto
por el pavor
y la prisa.

un fuego invisible que abraza multitudes
hacinadas 

mientras hilos de mármol
someten
a quienes se atreven a ser aún

testigos de la belleza.

un corcel petrificado,
teatralización de lo que se ha perdido.

la
victoria
mutilada.

(de nuevo,
la palabra)

un pedido de auxilio: reparar aquello que no sea auténtico.

algo se pierde en  la distancia
que obliga a aplazar el día de la fecha.

ah, si.

ángeles
moscovitas
caídos,
fracturados.

liceo soviético
no-canónico.

la curiosidad en  la forma
en que operan
los mecanismos

suele disparar

una agresión
indiscriminada.

la mutilación/ los mutilados

las cartas de los muertos
para los muertos.

las voces de los vivos,
también para los muertos.

las palabras,
¿acaso son insuficientes? 

mis manos camuflan una sensación incierta,
poco sensible a los estímulos de una hostilidad
que no cesa.

mi boca balbucea
frío
mientras que
de mis adentro brota un calor que no abriga.

de
nuevo:
las palabras,
¿acaso son insuficientes? 

el eco avanza
por
las habitaciones fantasmas de edificaciones cercenadas

propias de una compresión urbana,
producto del diseño de interiores en tiempos post-humanos.

un pabellón aislado
donde las mentes se consumen
a puertas cerradas

anomalía
armónica.

allá afuera hay algo.

impresiones surrealistas de la ropa secándose en el tender
como medusas.

el mar permanece allá, donde no podemos tocarlo. 

miércoles, 8 de septiembre de 2021

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artesanías generadas por inteligencias artificiales

relieves del confort,
que como mapas topográficos,
aluden a lo indescifrable a primera vista.

la tierra tamizada (tomándola como principio arqueológico de localización)

dibuja
peligros futuros,
discursos obscenos
y rostros irreconocibles.

a saber:

suavidad,
cristo
regurgitado.

animal, velocidad, tesoro
báculo, mácula
virgen, aparición
la nada.

adentrándonos,
la exhibición de una modesta selección de comedias
donde
dos prensas hidráulicas
retienen las voluntades de quienes están presentes para el número final:

la petrificación del mensaje,
evidencias del un cyber-vandalismo con una tendencia exponencial a que suceda una crisis institucional.

el optimismo de la era digital dejado de lado en pos del cautiverio de la comunicación
como ejercicio de una crueldad propia de los tiempos que corren.

la condena irrevocable
del deber de
perpetuar el retorno
para asegurar mi permanencia.

el estado único del entendimiento donde pueda estar

con el sol marcando mi silueta,

y detrás 

un circo itinerante
incendiando pastizales
para no dejar rastros.

martes, 7 de septiembre de 2021

recopilación de estrategias de guerra obsoletas

 I

las técnicas
de  cesar
y desistir

eslabones de la gentileza
de quienes pregonan el derrotismo.

la redención,
no, la rendición
opera sin mediar las causas.

la planificación del desastre surge de forma espontánea.

los buenos modales no hacen distinción ante la catástrofe.

II

error: conexión fallida con la base de datos.

es posible que la base de datos esté sobrecargada, o bien, que no esté funcionando de manera correcta.

quien administra este sitio debería chequear que los detalles de la base de datos hayan sido correctamente especificados en la configuración.

III

presenciamos la delación de quienes atestiguaron
el hurto los íconos.

la preservación no ha sido tal en medio de una naturaleza salvaje.

ahora,
solamente
digitación taquigráfica

mediada por intérpretes
cuyos movimientos de muñeca son meticulosos, cuidados y ante todo,
precisos.

la voz rasposa como panal abandonado,
reseco

la ausencia de dulzura y sus implicaciones en las narraciones contemporáneas.

IV

el canto sagrado de las tuberías indican una baja presión en la residencia.

cucarachas infantes ofician de monaguillos
el comulgar, como el miedo,

transmitido a través de las antenas.

una ducha intermitente
intenta lavar mis pies de la culpa

en un acto más simbólico, que efectivo.

el dolor de la efervescencia en la llaga,
los buches de sal y sangre

los santuarios de la carne en el piletón.

una ofrenda que no es recibida por nadie,
un sacrificio que permanece en suspenso

y una profecía que no nos permite dormirnos por la noche.

V

manufacturación de nodos digitales para el auto-sabotaje/auto-suficiente del control de tráfico.

manuales de destrucción para las demoliciones no-planeadas.

la instrucción laboral
a través de capacitaciones para desplegar un pánico administrativo, tanto sistemático,
como eficaz

una diversificación en la visión de la eliminación de espacios verdes

urbanismos:
el concreto es el dios
de quienes viven bajo la calle.

ecos de una mala gestión de residuos

producen arcadas entre quienes se disfrazan de aristócratas
que habitan  el palacio de las ratas.

mezcladoras de hormigón como ayuda humanitaria de un engrudo bajo en calorías.

una  crítica que no es más
que concepciones sueltas
atomizadas hasta el punto de la ausencia de una voz,

la de aquel que ahora refunfuña por lo bajo, mientras todo lo que conoce va desprendiéndose de aquel cielo que alguna vez fue suyo.

VI

el despojo de quien otorga,
el favor hacia el más despiadado.

veinticuatro cartas que son intercambio del último romance alguna  vez registrado.

quiero poder decir que quiero,
como quiero también poder negarme.

la instrumentalización de la voluntad a merced de quienes no pueden verme
por no resultar necesario.

las hogueras
son inminentes

todo esto será polvo.

los hogares
son
...

VII

el descubrimiento de un cielo que aun permanece sobre nuestras cabezas
acarrea consigo una novedad insospechada: la parcialidad de la magia

y la obviedad primera: no hemos perdido lo que aun conservamos.


viernes, 3 de septiembre de 2021

corolarios de un mundo que va tragándonos desde adentro

fuente: cambria
tamaño: 11
interlineado: 1,5

línea 29, columna 21

mi rebelión personal es nunca comenzar por donde se me propone.

presionar cada tecla pesa lo mismo que empujar un martillo industrial a mano limpia
las palabras son esquivas cuando se está fuera de temporada,

casi como los balnearios.

ahora, no me refiero a esquivo en cuanto a la disponibilidad de los mismos,
sino en la eficacia de su goce.

hoy mismo estamos en la intersección invierno/primavera

ejemplificando: hoy es un día gris, hace frío, por ende, estoy vestido con pantalón largo y un buzo que me voy poniendo o sacando según demanden mis impulsos nerviosos para regular mi temperatura corporal.

la mayoría de la gente está en sus casas, hay quienes quizás están de vacaciones al otro lado del mundo, donde aún es verano (casi otoño), pero donde siguen habiendo días de calor, por lo que el sol sale

por lo que los balnearios, en ese caso, bien serían viables como opción para disfrutar unos días de tranquilidad.

si ahora mismo pusiese mis pies descalzos sobre agua que no esté previamente calentada como la de la ducha que me di hace unas horas, esos pies estarían entumecidos por el frío

y pecando de espectacularizar la idea de realizar actividades reservadas para cierta época del año a través de un pacto tácito y colectivo (como comer vitel toné, por ejemplo, nunca lo entendí, es una tradición, sí, pero que no supone un impedimento) esa agua fría (imagino) que entumecería mis pies, estaría estancada

¿por qué? porque cuestiono la idea de que haya personal pagado todo el año para hacer mantenimiento de un lugar al que nadie lo habita.

y también estaría sucia.

¿por qué? un poco siguiendo la misma lógica que el razonamiento de arriba, pero más que nada porque ayuda a la imagen mental que confeccioné yo mismo sobre la desolación.

después de esta seguidilla de palabras tengo los huesos de las manos pulverizados.

la mente se mantiene vibrando a la frecuencia de un tubo fluorescente, monótona e imperturbable.

pero aun hay
hambre dentro mío.

siento que quiero escribir sobre criaturas míticas contemporáneas e idear una suerte de epopeya del siglo XXI en donde quienes lean devoren frutos extintos para explotar aún mas el negocio de las añoranzas de un pasado por el cual creemos haber sentido cosas que hoy ya no sentimos, algo así como la demostración de muestras gratis de nostalgias elaboradas, empaquetadas y vendidas a través una gran estrategia de venta basada en pruebas y errores, elaborada por un gran humano que es una máquina meticulosamente elaborada a partir de miles de millones de engranajes de carne y hueso.

pienso,
ver mi lámpara desde abajo hace que parezca un huevo frito. línea 62 columna 81.

el trazo que antecede cada letra titila como un estómago que agita sus paredes tratando de atrapar mas comida para ser disuelta.

hay palabras que significan lo mismo, pero que crean una coyuntura temporal a partir de cual época pertenecen, o más bien, dejando de lado la pertenencia como verdad absoluta, en que punto del espacio-tiempo las ubicamos como mas propias basándonos en  las conductas de lenguaje de cada uno de esos puntos,

por ejemplo: quitar algo malo, deshacernos de lo nocivo, eliminar aquello que no se quiere tener.

a modo personal: pienso que purgar como término, es más propio de una edad antigua, medieval. como también creo que depurar, puede referirse a tiempos más contemporáneos, aun obviando la etimología de lo puro a la cual, personalmente, asocio a una concepción divina propia del catolicismo.

obviamente que estas dos palabras convergen en una misma definición, pero es en el imaginario que creé detrás de ellas a partir de un consumo de contenido irremediable y ya a este punto, irrefrenable, que se crean las asociaciones por las cuales yo y cada una de las personas de este planeta, contemplan y comprenden el mundo.

la purga es la caza de brujas, es deshacernos de los débiles en tiempos famélicos o de los enfermos en época de plaga

la depuración es limpiar programas de errores para que el usuario tenga una experiencia satisfactoria y continúe usando nuestros productos, obviamente elaborados por aquel gran humano que continúa siendo una máquina meticulosamente elaborada a partir de miles de millones de engranajes de carne y hueso.

ahora bien,

los hombros realizan un ejercicio cíclico para que merme el dolor punzante de los omóplatos, propios de una mala postura que es una constante y una sesión de sueño de unas escasas dos horas y media la cual me encantaría decir es inconsecuente a mis hábitos, pero que afirmar eso constituiría una mentira.

¿qué se sentirá vivir dentro de la caja de una guitarra?

por alguna razón creo que se trata de uno de mis sueños olvidados por la fugacidad de la focalización de la niñez.

siempre contemplé los lugares no-habitados como manifestaciones de un paraíso liminal, pero no contemplando la idea de paraíso bajo los cánones cristianos, tomando esas concepciones, sería mas bien un purgatorio: un lugar en el medio de la nada, donde no pasa nada.

también me llaman la atención las reacciones del cuerpo como punto de partida para alteraciones de la percepción: el estado febril como fenómeno de una poética histérica e incapaz.

una habitación a oscuras puede volverse un hangar frío y abandonado donde los conscriptos guardan raciones y que en este momento está oficiando de hospital ambulatorio para un único soldado herido, tapado con un paño húmedo que intenta inútilmente regular una temperatura corporal que comienza a derretir los vasos sanguíneos más cercanos a la punta de los dedos.

quizás todo sería más fácil dentro de la caja de una guitarra. 

con las cuerdas roídas por los callos de unos dedos hábiles, pero autoexigentes. con las clavijas marcadas por el paso del tiempo como peldaños de mármol pisados por una seguidilla de civilizaciones cayendo como piezas de dominó. en la caja de una guitarra en la cual reverbera un acorde disonante como muestrario de un arte aún no explorado que deja ambos oídos dañados e incapacitados a la par, con el objetivo de no tener preferencias.

la imposibilidad de mantenerse de pie, pero la fuerte convicción de balbucear incoherencias que no suponen, a primera instancia, una comunicación eficaz. el cuerpo desorientado no exige una gestión de daños, pues no está al tanto del daño latente que guardan sus alrededores.

debo estar en el punto exacto del desvanecimiento. 

tanto mi rostro, como aquellos ajenos, van mimetizándose en un paredón de televisores diminutos que reproducen veinticuatro/siete un circuito cerrado que se presenta como un panóptico desollado y exhibido para su venta libre e indiscriminada.

no hay prospecto en este caso, la intimidad se ve rodeada por un espacio público y colectivo que es amorfo y avanza tragándose todo lo que llegue a las comisuras de sus miles de bocas. la rendición como la última estrategia bélica del milenio por excelencia.

de repente todo el mundo está en mi habitación, a la vez que yo estoy en la habitación de todo el mundo.

la base de operaciones de un sentir que ya no es instintivo, ni visceral, sino que ha sido categorizado, recopilado, estudiado, re-categorizado y comprimido a una serie de cables y componentes donde llevo a cabo la irresponsable tarea de tipear este texto sin ningún tipo de reparo. como mencionado anteriormente, y ahora ejemplificando, también es donde me comunico, me entretengo, me entristezco, donde a veces me reprimo y a veces sobre-extiendo mis sentimientos ante un anonimato indiferente.

los feudos digitales continúan siendo loteados a cada segundo. ¿puede proclamarse como propio un lugar en la virtualidad? la tierra es finita (si cavamos unos pocos metros podríamos alcanzar el núcleo) lo demás, pareciera ser ajeno.

somos huéspedes de un hotel transitorio operado por nuestras faltas, nuestras penas y nuestros temores.

la traición de habernos fallado mutuamente es la carga que cada vez aplasta más nuestra columna y hace, al menos en lo personal, que tenga que realizar ejercicios cíclicos para que el dolor de los omóplatos pueda dejarme almorzar frente a una pantalla en blanco a la que voy pintando de negro con palabras, palabras, palabras y palabras.

lo que cazamos nos acecha. 

el pasado es el futuro mercantil donde se yuxtaponen (en mi caso) lo analógico de mis dedos pulverizados y lo digital de una pared infinita sobre la cual imprimo frustraciones,  siempre en el marco de una rabia controlada.

los neuro-erotismos propios de la época, el cuerpo encriptado y abonado para un consumo tanto lascivo, como masivo. los manifiestos son el eco de las  voces de quienes se paran arriba de un cajón de verduras en una plaza vacía.

¿qué es este dolor tan familiar, pero que a la vez se siente tan ajeno?

¿cualés son las instrucciones a seguir ahora que estamos a medio camino?

¿cómo amedrentar a los fantasmas que sientan las bases del presente?

¿quién replicará mis recuerdos una vez que ya no esté?

¿dónde está la tierra prometida?

tengo mis manos llenas de grasa por operar una maquinaria para la cual no tuve preparación alguna.

las palabras aún continúan siendo esquivas,
el sol ha salido a medias, pero sigue haciendo frío

mi alienación personal es terminar siempre por donde se supone.


jueves, 2 de septiembre de 2021

producción mecanizada de bacteriófagos para establecer un arma biológica de destrucción masiva

I

quisiera saber
si mi reflejo sigue ahí.

II

¿cómo seguir el rastro de la interpretación?

una figura en una pintura me da la espalda,

mientras un horizonte que nos pertenece por igual,
permanece inamovible.

las olas rompen al borde del precipicio

donde un grupo de atletas
realizan una formación de gimnasia artística

a modo de protesta fútil

contra la desestructuralización de lo que proclamábamos sagrado.

III

una
luz
dorada
regala visión eterna

con pequeñas notas de divinidad.

una
forjada
para ser escudo
contra el desamparo.

IV

la angustia hace eco hacia mis adentros.

las sombras
son partícipes de la estilización del fraude.

V

las coronas de los árboles deshechos

advierten la caída de la monarquía.

pero aun a pesar
del despojo de la identidad,

continúan llevando la carga 

de un orgullo real que enmascara la timidez de establecer contacto entre sí.

VI

antotipos
son la prueba

de la belleza como nutriente

de pequeños insectos

que terminarán por pudrir plantaciones enteras.

los platos vacíos,

afuera
una orquesta
pregona la caída del sol.

la mesa aún no esta puesta,

el colapso de la vida doméstica.

VII

la mutua decisión de tomar caminos que nunca se entrecruzan.

los pasos
de quienes venían por detrás

se escuchan cada vez más lejos.

el aislamiento por cuenta propia

y un cuerpo deshabitado
flotando en un lago de vidrio.

un corte indica hacia donde se dirige la corriente.

mil veces me pude ver con una sola mirada,

mil veces incompleto.

viernes, 27 de agosto de 2021

de como jugar un juego basado en la formalidad y la discreción y perderlo todo después del primer turno

pequeñas luciérnagas incendiarias
recorren las empalizadas improvisadas

que erigimos para resguardarnos de la noche.

caen
exhaustas
como plástico derretido

aferrándose como costra
a una piel
endeble

que es mía.

tersura chamuscada,
el tacto mareado

¿dónde poner la coordenada para diferenciarme?

¿cómo orientarme?

si ya no veo.

agua helada
ca
  yen
     do
de a escupitajos,

media entre el ardor
y los ojos apretados por voluntad ajena

logrando una concesión

 para el cese de las hostilidades.

una hoguera
a lo lejos

dibuja siluetas propias de un tenebrismo meticulosamente trabajado.

una polilla diminuta
se disfraza de demonio al otro lado del pueblo

sus alitas de poliéster

aletean en vano

confeccionando una danza
 que es la ejecución precisa de un vuelo interrumpido

que corta brisas de aire seco como rompevientos.

un mástil ahuecado
al centro,

izado a media asta

el mantel en el que merendábamos cuando niños.

en el pecho, manos aferrándose a lo que pueden
en pos del recuerdo.

tantos mártires,
repertorios de una tristeza cíclica
e inevitable

y la ausencia de un espacio

que en su propuesta
de un abandono definitivo,

advierten como automatismos programados,

el fin de la era de la adoración.

las estéticas del auto-engaño,
encriptadas

subastadas

una mente colmena que replica
un vacío perpetuo
que es la estática

de la misma estación de radio

abandonada hace más de dos décadas.

las empalizadas quebradas
por una belleza fugaz, violenta y efímera.

los hilos
de las bolsas de cenizas que cargo

se amarañan entre mis dedos
y dejan marcas

que parecen inscribir 

un pedido de auxilio

en una piel
a la que el tacto le es ajeno.

lunes, 23 de agosto de 2021

aproximaciones al cumplimiento de las normas pactadas tácitamente

I

la contemplación,
arte de antaño.

II

reiterados pedidos de auxilio
dirigen a decenas de ambulancias

a donde termina lo orgánico.

III

la suspensión del deseo.

la supresión de las formas.

una constante
que es

un punto de partida

que no lleva a ningún lado.

IV

ciervos nativos digitales

complacen a

reyes de tecnologías obsoletas.

la nostalgia
obra como capital.

los pasados a los que se nos es imposible regresar
y los futuros que se nos han sido negados

son solo construcciones abstractas hechas a medida
a causa de un presente que no termina de conmovernos.

V

una saturación narcotizante
de estímulos diarios.

extraño el silencio,
tanto en realidad como en concepto.

mi voluntad es soluble ante una masa
efervescente que hace que pique mi garganta

y que me hace toser

mientras trato de dormir

oyendo el canto de los pájaros que viven en un día eterno.

VI

venta de prótesis

para poder sentir
un tacto ajeno.

(no hay devoluciones)

VII

pequeños nidos de cables
escondidos bajo la cama

albergan neo-insectos
que han rechazado el legado analógico de sus ancestros.

abdómenes metálicos,
mecánicos

emiten cantos en lenguajes tecnológicamente primitivos
 que resultan incomprensibles para sus pares.

serían un caso de estudio y de meticulosa investigación si no hubiesen olvidado que son insectos escondidos bajo una cama sin una fuente de alimentación mas que las migas de pan que una persona descuidada come a deshora y que, sin saberlo, excedieron su esperanza de vida hace dos días porque al fin y al cabo, siguen siendo 

insectos

escondidos bajo una cama

secándose a pesar del aire húmedo

hasta ser encontrados el día de la limpieza general de la persona que come pan a deshoras y no ve bajo la cama hace meses.

VIII

junto con la mano

montoncitos dispares
de luces marchitas.

hay algo en la idea de un recipiente vacío que antes contuvo algo hermoso
que me resulta interesante de observar.

la luz siendo parte ineludible del ambiente, los ojos que se postran sobre ella y una escena cotidiana que tiene lugar bajo su lumbre.

todos esos momentos,
irrecuperables.

y ahora después de haber sido reemplazadas por otras, siguiendo una línea de herencia interminable

apilo con mi mano

montoncitos dispares
de cadáveres pequeñitos

para abandonarlos en un acoplado

y puedan brillar una vez mas

antes de hacerse cenizas en un vertedero.

viernes, 6 de agosto de 2021

07 - 08 - 21

hoy día,
considero inútil el ejercicio de escribirle al futuro.

el presente
casi que es mala palabra

con tu ausencia
siendo este dolor que nació
del silencio que calló todo hace un año.

y ahora
siento de nuevo aquella misma sensación.

el mundo ralentizándose
para quedar totalmente inmóvil cuando den las doce.

es inútil
el ejercicio de escribirle al futuro.

el pasado es irremediable

y el presente
es tan doloroso
por no poder tenerte cerca.

la sinceridad me pesa,
como también el mecanismo para poder concadenar palabras

para que se vuelvan frases
y que se asemejen a la idea

de lo mucho que te extraño.

(y que te extrañamos todxs)

hay tanto que quiero decirte,
que quieren decirte.

que queremos que nos cuentes.

quisiera poder tomar prestadas tus palabras
y reordenarlas de tal forma

que me digas que estás acá.



te amo.

martes, 3 de agosto de 2021

el eco del llamado del próximo tren en una boca de subte vacía

 I

la interrupción
de la velada

por la pulverización de las bases.

una grieta que va dejándose caer
hasta tocar el suelo.

la pared desnuda
descubre,

más allá,

la ira por venir.

II

¿quién va a tomar mi mano cuando me derrumbe?

III

vuelve a mi
un recuerdo que creí extinto.

vuelvo a estar en un océano viscoso e indomable
en medio de la noche mas oscura.

vuelvo a ser mordido por los dientes mas negros que alguna vez vi 

y vuelvo a revolcarme de dolor dentro de un hocico desconocido.

IV

soy tan pequeño
que me repito:

"estoy acá"

"¿qué? ¿acaso no me ven?"

no hay nadie,
más que una brisa indiferente

que hace que los yuyos choquen entre sí,
reproduciendo el sonido de una cofradía de insectos diminutos

que intentan devorarme desde adentro.

V

vuelve a mi
una pregunta que no me había hecho en mucho tiempo.

¿dónde guardaron, quienes vinieron antes que yo, sus corazones?

hoy
solo puedo calentarme las manos
con pequeñas hogueras de pechos huecos

desparramados,
como en campo minado

en medio del invierno.

VI

luna de agosto,
el sol negro.

oigo la melodía
a lo lejos,

de aquel canto proveniente de las manos que solían arroparme

y que ahora, al oír, solo me produce rabia
por estar entremedio de un frío que niega cualquier tacto.

VII

la sangre es lenta
disminuyendo su flujo cada vez más

al caer la noche.

lo último que puedo hacer
es marcar un camino con ella

  por el cual 
  sé que no quiero regresar.

VIII

¿cómo
navegar
a través del desastre

sin que nadie note la falta
de lo esencial?

miércoles, 30 de junio de 2021

cartas de amor anónimas

 I

rostros
en braille.

el tacto obra,
delimita, separa y nombra.

¿qué es mío?

¿qué es tuyo?

el
decir

la imposibilidad.

la belleza de lo impostergable: aquí y ahora, todo es nuestro.

II

alrededor de mi cuello
llevo enhebrados

artefactos de rituales fallidos.

huesos diminutos
replican el agitar de una sonaja.

la risa se marchita entre el eco antes de que pueda llegarle a alguien.

en el altar, solo quedan restos de velas consumadas,
que dibujan en una piedra,

un mapa de un mundo que ya no existe.

la muerte lleva consigo el aroma de la cera.

el cielo continúa imperturbable.

III

quisiera encontrar una razón
para no seguir haciendo esto.

IV

morbidología aplicada//

corona de jeringas como aparición
monaguillos con títulos médicos

conservas en formol como tentempiés.

el frío
el frío//

cintas de cuero desgastadas
oprimen un pecho incontrolable

una ansiedad somatizada,
 la respiración ahora jadeo

las manos frías,
heladas.

las voces de un pasillo a decenas de kilómetros tras el horizonte
resuenan en cuchicheos incomprensibles.

la luz blanca quema mi piel, imprimiendo estampitas como plegaria.

eclesiásticología.

V

una belleza indomable socava
mis adentros

para acabar de desmoronarme.

VI

[socava]
    nombre femenino

1. acción de socavar

[socavar]
  verbo transitivo

1. excavar alguna cosa por debajo, dejándola sin apoyo y expuesta a hundirse.

[hundir]
  verbo transitivo

1.verbo pronominal
(hundirse) quedar [una persona] abatida física o moralmente al perder las ilusiones, la fuerza, el ánimo, etc., o caer en una situación muy negativa.

VI

[desmoronar]
  verbo transitivo

1. deshacer poco a poco [...]
destruir lentamente [...]
sufrir una persona [...] un estado profundo de abatimiento.

VII

¿a dónde me muevo ahora?

sé ir de acá para allá (aún a pesar de no saber volver)

me muevo
entre pastos secos, rasposos
donde a veces chispean susurros de sangre
de faunas extintas.

no sé si presa o cazador, de cacerías modernas
a monton (ándose)

en mi espalda,

como las incertidumbres que cargan
mis labios antes de pronunciar

lo que no sé poner en palabras.

dentro mío
ya no queda nada

más que
el recuerdo

del día en el que nadie se conmovió.

lunes, 31 de mayo de 2021

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a saber,
la ira

del duelo perdido.

a entender,
la cobardía.

las espuelas de una bota
giran a pesar del óxido de su mecanismo.

un caballo perdiéndose entre el pasto crecido

avecina una tormenta. 

entre charquitos de garúa
se acumulan escombros ínfimos.

contemplo las mareas reguladas por el alumbrado público,

mientras todo va alejándose entre si.

permanezco en la diferencia,

bajo tierra
mi voz resuena húmeda.

¿cuál era aquella sensación que sentía tan caliente que la sentía helada al primer contacto?

ya no recuerdo más
que

el momento antes de dormir

siempre resulta afiebrado por el pánico a cerrar los ojos.

no quiero más 

esta respiración entrecortada, difícil

esta presión en mi pecho

ese dolor tan agudo. 

mis costillas cada vez estrechan mas el espacio que protege mi corazón.

pabellón angosto
 de baldosas impares.

el centro ya no puede sostener el peso
el viento mece lo que apenas sabe sostenerse

mientras el peligro ahuyenta a cualquiera que intente acercarse.

recordar es laborioso.

creo haber caminado antes por acá.

bosquejos reemplazan rostros,
los colores diluidos en una noche que cae demasiado temprano para ser tomada como una representación fiel.

necesito 

refaccionar el campo que era mío hace años.

el concreto crecido por la falta.

solo el concepto, la causa es irrelevante. 

la maleza corrompiendo el sistema respiratorio de animales que en sus ojos refugian familias de parásitos huérfanos.

no responden al sol,

solo esperan que la carne ceda.

¿seré yo la próxima víctima?

necesito

ceder

ante

lo

inevitable.

el sol siempre está al borde de esconderse cada vez que lo veo.

lo inevitable es, en este caso, los residuos amorfos amarillentos que perduran en mi visión incluso después de un parpadeo veloz.

la certeza es, por consiguiente, el otoño.

quisiera

decir que me rehúso a todo lo que venga después de este punto

pero haberlo dicho antes no supuso ningún cambio.

ya arranqué partes de mi,
para querer darle forma a algo ajeno

que nunca cobró vida.

quisiera decir que necesito una experiencia que sea distinta a esto.

pero creo aun
no haber sido capaz de resolver nada.

-

ah,
si.

ahora recuerdo

lo cerca que estaban tus manos
de las mías.

pero todo va alejándose entre sí

¿no dije esto ya?

creo haberlo hecho.

miércoles, 28 de abril de 2021

red de sistemas de transmisión de emergencia

I

siempre corté los morrones desprolijos.

tengo callos en los dedos
de tanto darle mecha a un encendedor
que no tiene gas.

la olla siempre
    desnivelada.

el aceite cada vez suena mas agudo,

pero
yo solo respondo al olor a quemado.

cenaparauno
quemasda.

II

la canilla vuelve a perder

bajomesada
hay cascadas diminutas.

los repasadores húmedos son albergues
para moscas de la fruta que perdieron su norte.

III

todo cada vez
se siente más separado entre si.

el espacio entre mis dedos
cada vez deja correr mas aire

me ahogo,
no por la falta,
sino por el exceso.

las nubes dejan distancia entre si
dejando ver a un sol que no brilla como antes.

IV

planificar una estrategia
para que lo cotidiano deje de resultarme difícil.

V

cortar lo imperturbable del aire

para crear una brisa que llegue hacia el otro lado del mundo

y un huracán que azote la próxima cuadra.

VI

conozco el final.

no avanzo más de lo necesario, ni empujo cajones mal ensamblados que sé que no cierran del todo bien.

sé que el viento va a entrar

por la misma bisagra hueca por la cual lo hace
todas las noches.

más allá de esta sala

hay un pasillo deshabitado.

un comedor que bien podría no estar ahí
y yo no me daría cuenta.

las fotos las recuerdo porque las veo.

las situaciones siempre reconstruyéndose,
cada vez tomándose mas libertad creativa.

las voces van perdiéndose entre los sonidos que invaden mi espacio.

la nostalgia va tornándose neurótica.

la desterritorialización es inminente.

jueves, 18 de marzo de 2021

todos los ramales del tren demorados hasta nuevo aviso

 I

estómago vacío, antes visceral.

ya no hay rabia,

solo queda un trapo húmedo y frío
anudado tan fuerte

que al querer desatarlo
me raspa las yemas de los dedos
y me resquebraja las puntas de los dientes.

II

cada vez
que la luz se va

imagino vivir
en la arquitectura escondida
que diseña la cera de las velas derretidas.

III

hay un color incierto
que escondo
entre
cocinas en
miniatura 

y que
resguardo
celosamente

hasta el día en que me puedas decir

como se ve.

IV

es tan difícil
sentir el aire
de la misma
forma que
lo hacía
antes.

V

no sé muy bien por donde vas.

VI

las bitácoras
desmitifican los días,
despojándolos de su calidad etérea

y trayéndolos a una existencia tangible.

hoy es jueves,
ayer fue miércoles

eso puedo afirmar y poner en escrito ahora.

guardo esta pequeña porción de hoy
para así poder dejar espacio para mañana

porque
algunas cosas quedan,
muchas otras se pierden

y no puedo asegurarme nada más que este preciso momento.

VII

en las paredes del baño
restos de coral.

los pies aferrados a los azulejos
irreconocibles

y en el espejo grabados
nuestros reflejos

del lado en que
no podemos
volver a
tocar.

jueves, 25 de febrero de 2021

desmantelamiento temprano de una memoria ficticia

 I

deméter
no responde
arrullos de labios
que no han conocido la lluvia

 mis dedos palpan lenguajes que desconozco.

 mi cabeza interpreta centenas de significados
 en el morse oculto del alumbrado público
 con un movimiento
distinto
 cada
 vez.

II

corazón sintético hecho de servilletas de mano mojadas,
secadas,
 procesadas

con finísimos alfileres clavados 
 como prueba del vudú de bajos recursos.

 el pulso sigue siendo el mismo, pero el aire sabe mas húmedo que de costumbre
por alguna razón

la ventana sigue abierta, pero el aire ya no corre.    

III

-

amnesia líquida
en venta en frasquitos de formol.

como cargar con la tentativa de digitalizar el legado de una cultura perdida.

como transitar
   la pérdida 
   temprana

y

   la herencia 
   fuera de término

y las problemáticas de portar la cara segmentada en cinco cortes paralelos

 donde ninguna parte me corresponde
 y los legítimos dueños 
 han huido lejos
 donde no s(é.) 
 necesita
 huir
 más.

IV

los buitres
se hacen presente mediante un eclipse imprevisto

la ceguera de las aves fotosensibles hacen posible este acontecimiento.

¿son los buitres ciegos?
¿son sensibles a los estímulos?

 el dolor de los deudos puede complicar el tránsito aéreo. 

decenas cruces empapadas de sudor y rabia intentan volver al cielo.

al mismo cielo que proyecta
la sombra que nos abraza
y que ya no es refugio.

la sombra se eterniza por unas horas.

algo repiquetea al ras del suelo.

V

no hay nada más que un irremediable
 click
 eléctrico
 que hace eco
 en
 los pasillos
que son tan
 momentáneos,
y están(tan) vacíos, porsiemprehermosos. 

 las luces artificiales me replican un sol sintético en mi mirada
y el techo tan inalcanzable 
 pareciera hacer un guiño a una divinidad de búnker.

no hay amenaza de un estadio más allá de este.

austeridad profética 

 minimalismo pretencioso 

 pero que es tan agradable a los ojos.

   [la próxima memoria ya está programada y será proyectada luego de una semana, cuando las remodelaciones estén concluidas]

lunes, 18 de enero de 2021

como disipar la inercia del agua antes de un shock hidráulico

 I

decenas de manos de arcilla me van abriendo el pecho desde adentro.

mi corazón va volviéndose cera
el viento asfixia súbitamente la llama de una vela

que deja mi casa a oscuras.

II

bajo la mesa
se acurrucan
bandadas de aves pequeñas que silban canciones
que canté hace mucho tiempo atrás
y que ya no recuerdo

¿con qué mano puedo decolorar el cielo antes de que comience a llover?

III

tinta sangre,
 bajo los ojos una mirada auténtica

  mis recuerdos entre hélices oxidadas
y máquinas de guerra tejidas a mano

esperando órdenes.

¿es acaso esto lo que estaba buscando?

IV

 las sombras están cerca, casi permeables
 los ladridos siempre lejos.

en espacios que desprecian la permanencia
               todo sonar sabe distinto

               (véase: la acústica de los baldíos.)

V

abrazamos los que la fe nos supo arruinar

las ramas secas de un nido descompuesto
son ornamento para las cabezas de dos muñecas de trapo
casi enterradas entre un barro perezoso

¿por qué pregunto las respuestas que me niego a mi mismo?

VI

antes del desastre
quisiera 

poder cortar el viento con los dedos y que el sol me obligue a entrecerrar los ojos.

quisiera que los cuervos se posaran en mis hombros
y me traigan regalos

quisiera poder nombrarlos
y que ellos me regalen un nombre, a cambio. 

¿y ahora a que pared toca gritarle?

quiero oír una canción hasta quedarme dormido.