viernes, 5 de diciembre de 2014

Bailando con una montaña

se estremece;
la montaña,
en donde vi nacer,
a la mañana;
que ayer,
sin decir nada,
se fue;
y los árboles,
tan asustados;
comienzan a caer,
sus hojas;
se ven rendidas,
ante mis pies,
y sigo a mis piernas,
solo para verlos otra vez,
el viento me ciega,
y las hojas no me dejan ver;
pero no quiero bajar,
porque por mas que la montaña baile,
yo con ella;
quiero bailar,
y si los árboles se caen,
en sus hojas,
me quiero acostar,
a mirar el cielo;
que como yo;
tan asustado está,
pero sé, que la montaña;
se va a calmar,
pero aunque tiemble para siempre,
no me va importar,
porque por mas que la montaña baile;
yo con ella;
quiero bailar
y aunque el sol ya no brille;
tanto como antes,
y a pesar, que la luz de la luna;
no llegue a todas partes,
voy a seguir,
meciéndome,
sobre esta montaña;
que tal vez mañana,
deje de temblar,
pero que no es problema;
porque por mas que la montaña baile,
yo con ella;
quiero bailar,
yo con ella;
quiero bailar,
yo con ella;
quiero bailar,
yo con ella;
quiero,
bailar.

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