tan fácil es;
darte una historia,
y esperar que la sepas comprender,
en tus manos, posada ya,
la trama.. está;
en tus muñecas,
el principio;
y en tus dedos,
el desenlace, encontrará;
la parte que le falta;
para que pueda, por fin;
ser un final,
y tan fácil es;
sostener un sol toda una tarde,
para simplemente, dejarlo caer;
y así,
con la luna en su camino se habrá de encontrar,
coincidiendo, por fin, los dos, en un mismo lugar;
por fin, se conocerán
dejando así;
días y noches atrás,
días y noches que tuvieron que iluminar,
siempre solos,
siempre,
soledad
y tan fácil es,
invitar al aire a pasar,
y ofrecerle un café;
café que sé, que rechazará,
el aire,
siempre, siempre se irá,
alejándose de mi ventana,
alejándose, un poco más allá,
y fría se quedará la taza,
y pegado a ella,
el café estará,
esperando por aquel aire,
que no lo quiso tomar;
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