martes, 18 de agosto de 2015

Nulidad

frágil denotase la realidad de la existencia,

ha de perecer, finalmente, ante lo continuo,

y habrá de ser velada su memoria,
con nuestras vidas, viviendo el primer momento póstumo a ella;

con aquel primer momento de irrealidad,

donde la lógica comenzará,
a desentender su razonamiento,
  
y confundida, no tendrá razón de ser,

posicionando al instinto, próximo a implosionar la piel del hombre,
para liberarse de su confinación;

que libre, abanicará aquellos aires húmedos infestados en caos,

permitiéndole a la humanidad respirar la naturaleza en su esplendor;

transformando al orden de dicha naturaleza,
liberándolo de su cautiverio, coronándolo como la realidad sin realidad;

lo surreal,

condenará a la moral, a cavar su sepulcro ante las miradas penetrantes,
de las intuiciones humanas, liberadas;

relegando así, 
el recuerdo de la realidad a otro plano secundario;

la efusión de los gesticuladores desinhibidos,

tendrá mas vida que aquellas muecas sosegadas,
que los seres habrían de regalarse mutuamente;

y pronto, la condena;

la liberación,

el orden del caos,

el caos del mismo;

la enajenada matanza entre iguales,

las lágrimas de los vivos;

y la erosión de los cuerpos;

la conjetura entre los sobrevivientes,

el diálogo inconexo,

la carnicería de los desesperados,

el tanteo de la angustia máxima entre los escasos vivos;

la socapa de esperanza,

la últimación de los últimos,

la desolada victoria del último ser aún con vida;

su espera ante la muerte,

y finalmente la nada;

la nada, y la erosión de la misma;
mediante los aires húmedos, abanicados por un vendaval,

que sepultará lo funesto de la guerra entre los seres,

que ya habrán huido de esta vida;

la nada tanteará la aspereza de la tierra,
que se verá cada vez más y más debilitada,

ante lo continuo del tiempo;

exhalará su último aire,

y fallecerá;

explotando en un impulso,

que detendrá al tiempo;

y dejará a entrever,
lo que en verdad el universo es,

fue,

y será;



simplemente, nada,

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