me despojo de mi piel.
me despojo de mi mismo.
me desvanezco.
y me desconozco.
pero dejo a mi esencia vivir un poco más.
solo para no olvidar quien fui.
solo para no olvidar quien soy.
y para pensar en que puedo ser.
no siempre es bueno el olvido.
pero tampoco en toda ocasión es benéfico el recuerdo.
estremecen.
los dos, siempre distantes.
tan distantes como estoy yo de mi mismo.
y se empujan a si mismos, para tratar de arrebatarle el lugar al otro.
no pueden convivir.
es ilógico.
ignorancia y anhelo.
olvido y recuerdo.
parecen antónimos.
lo son.
el recuerdo es la mitad de un camino a una realidad.
que alguna vez fue.
y se quiere recordar.
o tal vez no.
involuntario es.
casi siempre.
cuando se esfuerza el olvido.
es inevitable el recuerdo.
y cuando se esfuerza este último.
el primero se desvirtúa tanto.
que se cree que se tiene una idea de que lo fue.
pero no.
lo que realmente era, ya pasó.
como tantas otras cosas, se olvidó.
y no quiero.
no quiero esforzar mi recuerdo.
no quiero olvidarme de mi mismo.
no me quiero buscar, después de haberme perdido.
ya que no sabría por donde empezar.
lo único que deseo es escaparme por un tiempo.
necesito alejarme.
necesito irme por más de una huida del sol.
ya que lo único que obtengo por las noches son los sueños.
pero cuando llego a la mejor parte.
me despierto.
y me desquito conmigo mismo.
quiero perderme.
pero no a mi mismo.
quiero dejar que algo o alguien además de mi trace mi camino.
quiero dejar que mi cuerpo envejezca un tiempo sin mi.
solo para que mi alma vuelva a nacer..
No hay comentarios.:
Publicar un comentario