me encanta nadar.
el mar más azul y más dulce, está en sus ojos.
me sumerjo, sin siquiera mojarme.
y cuando me ahogo, pienso que no debe existir nada mejor.
me encanta la música.
las melodías más apacibles están en su voz.
cada sílaba es una nota, cada oración una finita sinfonía.
y cuando me aturde, pienso que no debe existir nada mejor.
me encantan las curvas.
las más pronunciadas, están en todo su cuerpo.
mis dedos son pequeños autos, y las recorren lentamente.
y cuando mis manos se acalambran, pienso que no debe existir nada mejor.
me encanta fumar.
el cigarrillo más exquisito es aquel que ya estuvo atrapado entre sus labios.
en la oscuridad, se ve como marte en el espacio exterior.
y cuando me canso del humo, pienso que no debe haber nada mejor.
me encanta dormir.
la almohada más cómoda es aquella en la que se posa mi cabeza y la suya.
su pelo en mi cara me hace parecer una viuda con un velo negro en su cara.
y cuando mi boca se llena de pequeños hilos negros, pienso que no debe existir nada mejor.
me encantan los engaños.
las mentiras más verídicas son emanadas de su mente.
no puedo distinguir que es ficción y que es verdad.
y cuando me doy cuenta, hago a un lado mi razón.
su juego me tiene atrapado.
y aún cuando casi todo es ficción, deseo que haya una parte de verdad.
soy un títere.
soy un masoquista.
disfruto del dolor de las mentiras, y trato de disfrazarlas como verdades.
para evitar que duelan tanto.
pero aún así.
cada vez que pienso.
lo hacen.
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