que trata de pulir cada aspecto de su soledad.
descuidando noches, viviendolas en vela.
y que cuando la tiene ya finalizada, ansía mostrársela a alguien.
pero se da cuenta de que está solo.
dándole el toque final a su obra.
Hay cada arquitecto falto de saber
que trata de crear edificios.
sin sentar sus bases.
tanto empeño pone en aquella estructura, que se convierte en ella.
y cuando ya está terminada.
la más suave brisa la derrumba.
su mundo se viene abajo.
y él lo acompaña.
Hay cada coleccionista de tiempo.
que minuciosamente atesora cada segundo.
solo para asegurarse de tenerlos.
sin siquiera vivirlos.
y cuando ve su vida pasar.
la ironía lo golpea.
y lo hace comprender.
que tras todo este lapso de coleccionarlo.
el mismo tiempo empezó a perder.
Hay cada astrónomo aficionado.
que solo se molesta en mirar a la gente a su alrededor.
porque para él.
cada individuo, es un basto universo.
Hay cada contrariedad decidida.
que piensa que hace todo mal.
y dice lo opuesto.
solo para hacerlo bien.
Hay cada luz que anhela ser notada.
que emana el más poderoso de los brillos.
sin siquiera un leve grado de notoriedad de los demás.
y es cuando aquella luz finalmente se apaga.
que por fin comienza a brillar.
Hay tantos mares que desean ser navegados.
que sus tempestades atraen a los más lejanos barcos.
y naufragan en él.
culpablemente, sus olas mueven a la embarcación sin destino.
un deseo puede ser, oh, tan trágico.
Hay cada enamorado obsesivo.
que de tanto defenestrar en pensamientos a aquella personalidad que admiraba y expectaba.
termina por odiarla.
y se ve arrastrado a un torbellino de amor-odio.
que complica su existencia.
que lo destruye por dentro.
Hay cada casualidad.
que parecen tener intención.
casi como si estuviesen actuadas y estudiadas de antemano.
para presentarlas en algún, lejano teatro abandonado.
pero no guardando ningún lugar al azar.
que cual humilde personaje, no protesta.
mientras que todos guardan silencio, sabiendo que aquella acción aleatoria fue quien lo ideó todo.
con sus hilos que marcan destinos.
posicionados en un telar, donde tejió éste momento.
y también todos los demás.
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